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(Español) “Lo que quieren es acabar con nosotros, con los pueblos indígenas, porque somos un obstáculo para esos proyectos” | ENTREVISTA
Por Thelma Gómez Durán, Mongabay Latam
- Para mostrar cómo los territorios del sur de México están siendo “acorralados por megaproyectos” y cómo las comunidades resisten al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y al llamado Tren Maya, se realiza la Caravana El Sur Resiste.
- Diversas organizaciones sociales, entre ellas el Congreso Nacional Indígena (CNI), convocaron a esta Caravana que comenzó desde el 25 de abril y recorrerá comunidades de siete estados del país. Será en San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, donde terminará con un Encuentro Internacional los días 6 y 7 de mayo.
- En entrevista con Mongabay Latam, Bettina Cruz, indígena binnizá e integrante del Concejo Indígena de Gobierno del CNI, remarca que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está dando poder a las fuerzas armadas para imponer proyectos con los que se busca “reorganizar el territorio”.
Antes de bajar del autobús, una mujer de 62 años se prepara. Se coloca un paliacate rojo en el cuello, signo de resistencia, dice. Se pone la máscara de jaguar que ella misma elaboró y se cubre el cabello con un rebozo de la mixteca oaxaqueña, la tierra donde nacieron sus padres. Así es como se suma a la marcha llevando, además, un cartel en donde se lee: “Yo prefiero la selva. ¡Territorio, agua y vida!”.
La mujer que porta la máscara de jaguar camina junto a integrantes del Concejo Indígena de Gobierno del Congreso Nacional Indígena (CNI), entre ellas Bettina Cruz, que llegaron hasta el Ejido Progreso, ubicado en la costa de Chiapas, para sumarse a la Caravana y El Encuentro Internacional El Sur Resiste, que busca mostrar que en México crece una resistencia en contra de los megaproyectos que impulsa el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Esa mañana del martes 25 de abril, habitantes del Ejido El Progreso y de otras rancherías del municipio de Pijijiapan también se unieron al comienzo de la Caravana, iniciativa que recorrerá comunidades de siete estados del país y terminará con un Encuentro Internacional que se realizará los días 6 y 7 de mayo en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas.
Desde finales del 2022, diversas organizaciones sociales, entre ellas el CNI, convocaron a esta caravana para mostrar cómo, a lo largo de todo el sur del país, hay comunidades que se oponen a los dos megaproyectos del actual gobierno.
Uno de ellos es el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Así es como en este sexenio se bautizó a la modernización del tren que va de Salina Cruz, en Oaxaca, a Coatzacoalcos, en Veracruz, y a la instalación de al menos 10 parques industriales a lo largo de toda la ruta. El otro proyecto es el llamado Tren Maya que, desde 2019, construye el gobierno mexicano en cinco estados del país.
Reflections Toward a Depatriarchal and Non-hierarchical Academia
Statement for depatriarchal and non-hierarchical worlds
After the publication of the interview with the Weychafe, compañera and intellectual, Moira Millán, in the newspaper El Salto, as well as the chapter entitled “The walls spoke when no one else would: Autoethnographic notes on sexual-power gatekeeping within avant-garde academia” (Viaene, Laranjeiro y Tom), we cannot remain silent. We also have to point out that we have been raising our voices for many years through concrete personal and collective actions within our academic, university, activist and organizational spaces, as well as in our collectives, networks and movements. We denounce and challenge the hierarchies of knowledge/power intrinsic to the academy, and the gender violence, harassment and sexual abuse in those institutions. At the same time, we recognize that all we have done is insufficient and requires us to continue, redoubling our efforts, weaving together more and more struggles, and to root out the violence that underlines ongoing wars and the violations of women, children, Mother Earth, all those who are othered.
We should not forget that patriarchy is the oldest form of domination. Humanity learned to dominate the female body in all cultures, as the diverse feminisms of Afro/Abya-Yala/Latin America affirm. Patriarchy is an onto-epistemic configuration that privileges hierarchy, appropriation, denial of others, control, the fetishism of things, reproduction, violence and wars. It deeply shapes subjectivities and affects the lives of everyone. Academia has been one of its most effective pillars through its creation of an instrumental, objectifying, competitive and hierarchical worldview which naturalizes and invisibilizes practices of knowledge/power.
The civilizational crisis that the planet Earth is experiencing is the result of cis-heteropatriarchy in its historical entanglement with capitalism, colonialism, anthropocentrism, and racial, sexual and ableist hierarchies. This is the complex background that we invoke when denouncing the multiple forms of violence exercised against women, which have been constant throughout history. This background unleashed the Terricide (Moira Millán), a powerful cosmopolitical concept coined by the Movement of Indigenous Women and Diversities for Good Living [Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir], which has its origin in Puelmapu a decade ago.