Chiapas
(Español) L@s zapatistas y las ConCiencias por la Humanidad (día 4)
Texto: Raúl Romero (@cancerbero_mx), Gustavo Rojas, Carla Escobar y Diego Delezé
Fotografía: Regina López, Dante Saucedo, María Gonzalez, Xilonen Pérez y Elis Monroy
Por cuarto día consecutivo, zapatistas, escuchas e integrantes de pueblos originarios, atendieron a las reflexiones que cientific@s de distintas disciplinas hacen sobre diversas problemáticas.
Al punto de las 10 de la mañana, en el CIDECI en San Cristóbal de las Casas, Chiapas; comenzó la séptima sesión general del encuentro. La primera intervención corrió a cargo del Dr. Adolfo Olea Franco, con la ponencia «La función social de la ciencia». Olea señaló que la persecución que antes hacía la iglesia contra el conocimiento científico, hoy la hace el capital. Sin embargo, aclaró, la persecución hoy se da de forma distinta: ya no se queman a científicos, como ocurrió con Giordano Bruno, sino que se han creado nuevos mecanismos, como el «escarnio público». Así, dijo, no es sólo el salario o los presupuestos lo que limitan la posibilidad de una ciencia crítica, hay que tomar en cuenta elementos que son interiorizados por l@s propios científic@s.
Por su parte, la Dra. Eva Jablonka envío una ponencia sobre la «epigenética», ciencia que estudia los patrones de expresión de los genes y como la evolución de estos responde a factores fisiológicos y culturales. En su texto, Jablonka explicó cómo la herencia epigenética contempla experiencias traumáticas de nuestros ancestros, las cuales puedan tener efectos transgeneracionales en distintos ámbitos, uno de ellos, por ejemplo, el proceso de aprendizaje. Las experiencias traumáticas, como el estrés causado por situaciones de guerra, pueden expresarse en una mayor vulnerabilidad a otro tipo de traumas. Sin embargo, la Dra. Jablonka enfatizó en las posibilidades de revertir los efectos transgeneracionales de la herencia genética, lo anterior a través de la acción política que posibilita la transformación del ambiente social. Así, concluyó el texto, la acción política como resistencia ante las formas de destrucción del mundo social y de la genética tiene el potencial de transformar la fisiología de la gente y de las futuras generaciones.
The Arts and the Sciences in the history of (neo) Zapatismo
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The Arts and the Sciences in the history of (neo) Zapatista
Words of Subcomandante Insurgente Galeano
December 28, 2016.
Last night I spoke to you about the interplanetary upheaval that had given rise to the question “Why is this flower this color? Why does it have this shape? Why does it have this scent?”
Ok, maybe I was exaggerating with the claim of “interplanetary.” I should have said the upheaval created by the question that young Rosita had put to Subcomandante Insurgente Moisés in the micro-cosmos of Zapatismo had provoked.
Although I believe it is obvious, it doesn’t hurt to mention that the response that SubMoy gave to the young Zapatista woman was the same one that, I’m not sure, but probably, I’m imagining, has fueled the advance of science since its very beginning: “I don’t know.”
Now I think that, certainly, the young woman knew what his response would be, but she also hoped that SubMoy would understand that, within the flower, there was a larger question.
We know now, because we are here in this meeting, that SubMoy knew that the response, “I don’t know” was not only insufficient, but also useless if it did not lead to other questions.
In a few minutes he is going to talk to you about what, as it were, is the context of the question…and about his response.
I am meant to speak to you briefly about the prehistory of this question and this response.
The arts and sciences prior to the uprising, within the eezeelen, had a very small universe and a brief history. Both the sciences and the arts had a purpose, a direction, and an imposed reason: war.
First in the guerilla encampments, then in the barracks, and later in the communities, the arts were limited to music, poetry, and a little bit of drawing and painting, all with exclusively revolutionary messages. Of course, it was not unusual that soon songs of love and broken hearts, corridos, rancheras and even the occasional Juan Gabriel ballad would appear, but that was only clandestinely within our clandestinity.