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Sociedad Civil

Vigilia por la Paz en San Cristóbal – Viernes 7 pm

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Red de Voluntarios San Cristóbal

Urgente: Apoya a los desplazados de Pantelhó y Chenalhó

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FrayBa

Acción Urgente: Riesgo inminente a la vida e integridad física y psicológica de La Sociedad Civil de Las Abejas de Acteal y de la población tsotsil de la región

El día de hoy se recibió información por parte de pobladores del municipio de Pantelhó, en la cual nos informan del alto riesgo a la vida y amenazas que han recibido por parte del crimen organizado del municipio de Pantelhó, Chiapas, incluyendo a integrantes de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.

Desde el día de ayer se han presentado enfrentamientos armados entre los límites de Pantelhó y Chenalhó, Chiapas suscitados entre un grupo que se organizó para defender al pueblo del crimen organizado. Desde distintos medios de comunicación locales y nacionales se ha tergiversado la información ante los hechos registrados en las últimas horas, criminalizando al grupo defensor de los pueblos, denominado por la prensa “Los Ciriles”, mismo que ha reaccionado para defender y proteger la integridad de las familias. Clic aquí para más información.

Nueva información apunta a que el crimen organizado se encuentra aproximadamente a 2 kilómetros de la sede de Las Abejas de Acteal; en este momento hay 120 personas desplazadas integrantes de esta organización pacifica que se encuentran refugiadas en La Casa de la Memoria y La Esperanza ante el inminente riesgo de un ataque armado. 6 familias, un aproximado de 27 personas de Las Abejas han decidido quedarse en el municipio de Pantelhó.

El Estado mexicano ha hecho caso omiso, tolerando y permitiendo la acción de la delincuencia organizada, lo que ha producido una escalada de violencia poniendo en riesgo la vida y la integridad de las personas quedando impune el grupo criminal.

Exigimos acción inmediata de las autoridades responsables de salvaguardar la seguridad de las comunidades implicadas.

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Acción Urgente: Riesgo inminente a la vida e integridad física y psicológica de La Sociedad Civil de Las Abejas de Acteal y de la población tsotsil de la región

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San Cristóbal de La Casas, Chiapas, México,
a 8 de julio de 2021.
Acción Urgente No. 8

Lee la Acción Urgente en PDF aquí.

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Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

Denunciamos el cobarde asesinato de nuestro compañero y hermano Simón Pedro Pérez López

 
Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.
5 de julio de 2021.

Al Congreso Nacional Indígena

Al Concejo Indígena de Gobierno

Al Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas

A las y los defensores de los derechos humanos

A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

A los medios libres y alternativos

A los medios de comunicación nacional e internacional

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

Hermanas y hermanos:

Con profundo dolor e indignación denunciamos el cobarde asesinato de nuestro compañero y hermano Simón Pedro Pérez López quien era integrante de nuestra Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal y habitante del ejido Israelita del municipio de Simojovel, Chiapas. El asesinato se cometió el día de hoy, aproximadamente las 10:00 horas, en la cabecera municipal de Simojovel, momento en que a nuestro compañero le dispararon con un arma de fuego directo a la cabeza, cuando se encontraba comprando en el mercado junto a su menor hijo. El asesino iba en una motocicleta.

 

Este crimen cometido en contra de nuestro compañero y hermano Simón Pedro, es un hecho vergonzoso cometido en un país gobernado dizque por la cuarta transformación. Además, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene conocimiento de la violencia generalizada en los Altos de Chiapas, el Estado mexicano tiene deuda pendiente con la justicia por la Masacre de Acteal y hasta la fecha como los anteriores gobernantes, se mantiene en una total omisión para reconocer su responsabilidad, mientras grupos actúan con total impunidad.

Desde que se integró a nuestra organización, nuestro compañero y hermano Simón Pedro siempre luchó por los derechos humanos, por la paz y por la vida, también era integrante del Congreso Nacional Indígena. Además el año pasado fue integrante de la Mesa Directiva de nuestra organización y hasta que le quitaron la vida, siempre estuvo activo.

Una vez más le recordamos al mal gobierno de la cuarta transformación, que lo que está pasando aquí en los Altos de Chiapas, lo sabe perfectamente a través de los boletines del Frayba, de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas y de nuestros respectivos comunicados de cada 22 del mes, en memoria de la Masacre de Acteal.

A pesar de la incertidumbre y la oscuridad que ha opacado la paz y la tranquilidad en estas tierras tsotsiles y sabiendo también que nadie nos calla la voz, aunque les incomode a los asesinos, aunque se enoje el mal gobierno de nuestra palabra verdadera y digna, nosotras y nosotros denunciaremos cualquier violencia, porque nuestra misión es buscar la paz y la justicia, porque luchamos por la vida.

Nuestra organización de Las Abejas de Acteal, nunca ha buscado venganza, así cuando masacraron a las 45 hermanas y hermanos más los 4 bebés no nacidos, el 22 de diciembre de 1997, nunca vengamos su muerte, así mismo le decimos a la familia de nuestro compañero y hermano Simón Pedro que no piensen en la venganza, sino en la justicia verdadera en la que creemos los integrantes de nuestra organización y la que construimos organizados.

Ante este hecho infame contra nuestro compañero y hermano Simón Pedro, alzamos nuestra voz para que este crimen no quede en la impunidad. Por lo tanto, exigimos a los tres niveles de gobierno que investiguen a los responsables, pongan un alto al fuego y se haga justicia verdadera y no simulada, porque las comunidades y el pueblo en general tienen derecho a vivir en paz y exigimos al mal gobierno su respeto.

Hermano y compañero Simón Pedro, quienes ordenaron y te quitaron la vida tienen odio y maldad en su corazón, a pesar del dolor que causan a tantas familias inocentes, rezaremos por ellos para que se salgan de la podredumbre en la que están sumergidos, Bendigan a quienes los persiguen. Bendíganlos y no los maldigan. Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran. No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos. (Romanos 12: 14-15, 17-18).

Querido hermano y compañero Simón Pedro, te pedimos que ahora que te has vuelto espíritu, que ya eres viento, entrega estas palabras a nuestro Dios Padre y Madre, ya no queremos más sangre, ya no queremos más viudas y huérfanas y huérfanos, queremos que tu sangre derramada sea semilla de paz y de vida como la de nuestros mártires de Acteal.

Hacemos un llamado a la solidaridad nacional e internacional a alzar la voz para denunciar la violencia generalizada en los Altos de Chiapas y exigir al mal gobierno que estos actos en contra de la población se detengan.

Desde Acteal, Casa de la Memoria y Esperanza, la luz de la No Violencia, resplandece en tiempos de oscuridad.

Atentamente

La Voz de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.

Por la Mesa Directiva:

Cristóbal Ruiz Arias.                 Gerardo Pérez Pérez

Presidente                                   Secretario

Manuel Ortiz Gutiérrez            Pedro Pérez Pérez

                                                       Tesorero                          sub presidente

Sebastián Guzmán Sántiz

Sub tesorero

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Subcomandante Insurgente Galeano

EZLN: VOLANTEM EST ALIO MODO GRADIENDI (¿Qué esperamos?)

VOLANTEM EST ALIO MODO GRADIENDI

(¿Qué esperamos?)

Cualquier día, cualquier mes de cualquier año.

Sequías.  Inundaciones.  Sismos.  Erupciones.  Contaminación.  Pandemias actuales y futuras.  Asesinatos de líderes de pueblos originarios, de defensores de los derechos humanos, de guardianes de la Tierra.  Violencia de género escalada hasta el genocidio contra las mujeres –el suicidio imbécil de la humanidad-.  Racismo no pocas veces mal oculto detrás de la limosna.  Criminalización y persecución de la diferencia.  La condenación irremediable de la desaparición forzada.  Represión como respuesta a demandas legítimas.  Explotación de los más por los menos.  Grandes proyectos de destrucción de territorios.  Poblados desolados.  Desplazados por millones, ocultos bajo la figura de “migración”.  Especies en peligro de extinción o ya sólo un nombre en la carpeta de “animales prehistóricos”.  Gigantescas ganancias de los más ricos de los ricos del planeta.  Miseria extrema de los más pobres de los necesitados del mundo.  La tiranía del dinero.  La realidad virtual como salida falsa frente a la realidad real.  Estados Nacionales agonizantes.  Cada individuo un extraño enemigo.  La mentira como programa de gobierno.  Lo frívolo y superficial como ideales a alcanzar.  El cinismo como nueva religión.  La muerte como cotidianeidad.  La guerra.  Siempre la guerra.

La tormenta arrasando con todo, susurrando, aconsejando, gritando:

¡Ríndete!

¡Ríndete!

¡RÍNDETE!

Y sin embargo…

Allá, cerca y lejos de nuestros suelos y cielos, hay alguien.  Una mujer, un hombre, unoa otroa, un grupo, un colectivo, una organización, un movimiento, un pueblo originario, un barrio, una calle, un poblado, una casa, una habitación.  En el rincón más pequeño, más olvidado, más lejano, hay alguien que dice “NO”.  Que lo dice quedo, que apenas se oye, que lo grita, que lo vive y lo muere.  Y se rebela y resiste.  Alguien.  Hay que buscarle.  Hay que encontrarle.  Hay que escucharle.  Hay que aprenderle.

Aunque tengamos que volar para abrazarle.

Porque, después de todo, volar es sólo otra forma de caminar.  Y, bueno, caminar es nuestro modo de luchar, de vivir.

Así que, en la Travesía por la Vida, ¿qué esperamos?  Esperamos mirarle su corazón de usted.  Esperamos que no sea demasiado tarde.  Esperamos… todo.

Doy Fe.
SupGaleano.
Planeta Tierra… o lo que queda de él.

«On lâche rien» en Francés, Español, Catalan, Euskera, Gallego. Interpretada por: HK et les SALTIMBANKS con LA PULQUERIA, TXARANGO, LA TROBA KUNG-FÙ, FERMIN MUGURUZA et DAKIDARRIA.

 

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Pie de Página

Comunidad zapatista denuncia despojo y hostigamiento; ven esperanza en travesía del Escuadrón 421


Mural colectivo sobre la travesía zapatista en la comunidad autónoma Nuevo San Gregorio. Foto: Sexta Grietas Norte

La comunidad de Nuevo San Gregorio, en el Caracol 10 Zapatista, denuncia el creciente hostigamiento que vive después de que la despojaran de sus tierras. Pone en el centro el trabajo organizativo y la travesía del Escuadrón 421 en Europa para librar los ataques del grupo “Los 40 invasores”, que desde noviembre del 2020 les despoja de tierras, alimentación, trabajo, educación…

Por Daliri Oropeza
Fotos: Sexta Grietas Norte
Video: School For Chiapas / Summer 2021 Delegation

CIUDAD DE MÉXICO.- Las familias de Nuevo San Gregorio, Caracol 10 Patria Nueva, pintan un mural. Lo hacen sobre una de las paredes de madera de “La Casa de Todos”. Dibujan colectivamente los sueños que les provoca el viaje de las delegaciones zapatistas a Europa. Llenan de color un barco y un avión. Trazan con brochas después de dialogar lo que quieren plasmar y reflexionar sobre el despojo de tierras que sufrieron.

Pedro asegura que en el mural están todos los continentes, pero sobre todo se encuentra presente la selva y las montañas; los jaguares, tucanes, hongos, escarabajos y flores. Lo que van a compartir las delegaciones zapatistas en su travesía por el mundo.

Hay tres palabras en las trabes que conectan el barco y el mar con el avión y el cielo: lucha, resistencia y rebeldía, las cuales decidieron en colectivo resaltar con pintura en rojo. Dibujan una frase con letras grandes y negras: “Queremos un mundo nuevo donde no se distingue raza y color”.

Pedro participó en la creación de este mural colectivo. Es habitante de Nuevo San Gregorio. Asegura que para ellos, como habitantes del Caracol 10 Patria Nueva, el mural significa que “no estamos solos” y “que andamos en otro lugar”.

“No me siento triste, solo, aunque los invasores siguen haciendo todo esto, quebrando alambrados, quitaron sus herramientas para la milpa, saquearon el ganado que pastan en terrenos a un costado de la carretera”, asegura en entrevista.

Nuevo San Gregorio se encuentra en una parte boscosa del Municipio Autónomo Rebelde Lucio Cabañas, entre pinos, sabinos y cipreses. Las bases de apoyo zapatistas tsotsiles y tseltales que aquí habitan llevan un año y siete meses bajo el asedio de un grupo que llaman “Los 40 invasores”. Es el grupo que señala Pedro como principal agresor de la comunidad, que se encuentra en el municipio oficial de Ocosingo, Chiapas.

(Continuar leyendo…)

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Sup Galeano | EZLN

La Travesía por la Vida: ¿A QUÉ VAMOS?

Junio del 2021.

Una aclaración: Muchas veces, cuando nosotros usamos el “los zapatistas” no nos estamos refiriendo a los varones, sino a los pueblos zapatistas.  Y cuando nosotras usamos “las zapatistas”, no describimos a las mujeres, sino a las comunidades zapatistas.  Así que encontrará usted ese “salto” de género en nuestra palabra.  Cuando nos referimos al género, siempre agregamos “otroa” para señalar la existencia y lucha de quienes no son ni hombres ni mujeres (y que nuestra ignorancia en el tema nos impide detallar –pero ya aprenderemos a nombrar todas las diferencias-).

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Ahora bien, lo primero que tiene usted qué saber o entender es que los zapatistas, cuando vamos a hacer algo, nos preparamos primero para lo peor.  Se parte de un final de fracaso, y, en sentido inverso, nos preparamos para enfrentarlo o, en el mejor de los casos, evitarlo.

Por ejemplo, imaginamos que nos atacan, las masacres de rigor, el genocidio vestido de civilización moderna, el exterminio total.  Y nos preparamos para esas posibilidades.  Bueno, para el Primero de Enero de 1994, no imaginamos la derrota, la asumimos como una certeza.

En fin, que tal vez eso le ayude a usted a entender el por qué de nuestro pasmo inicial, nuestros titubeos y una improvisación desconcertante cuando, después de mucho tiempo, trabajo y preparación para la ruina, nos encontramos con que… vivimos.

A partir de ese escepticismo es que se desarrollan nuestras iniciativas.  Algunas pequeñas, otras más grandes, delirantes todas, nuestras convocatorias siempre van dirigidas a “lo otro”, lo que está más allá de nuestro horizonte cotidiano, pero que reconocemos como algo que es necesario en la lucha por la vida, es decir, en la lucha por la humanidad.

En esta iniciativa o apuesta o delirio o sinrazón, por ejemplo, en su versión marítima nos preparamos para que el Kraken, una tormenta o una ballena blanca extraviada hicieran naufragar la embarcación, por eso fabricamos cayucos -y viajaron con el Escuadrón 421 en La Montaña hasta llegar a Vigo, Galicia, Estado Español, Europa-.

También nos preparamos para no ser bienvenidos, por eso buscamos antes el consenso para la invasión, es decir, la visita… Bueno, de eso de ser “bienvenidos” no estamos muy seguros todavía.  Para más de uno, una, unoa, nuestra presencia es perturbadora, por decir lo menos, cuando no francamente irruptora.  Y lo entendemos, puede ser que a alguien, después de un año o más de estar en confinamiento, le resulte al menos inoportuno que un grupo de indígenas de raíz maya, tan poca cosa como productores y consumidores de mercancías (electorales y no), pretenda platicar en persona.  ¡En persona! (¿recuerda usted que antes eso era parte de su cotidianeidad?).  Y, además, que tenga como misión principal el escucharle a usted, llenarlo de preguntas, compartir pesadillas y, claro, sueños.

Nos preparamos para que los malos gobiernos, de uno y otro lado, nos impidan u obstaculicen la salida y la llegada, por eso algún@s zapatistas ya estábamos en Europa… Ups, no debí escribir eso, bórrenlo.  Ya sabemos que el gobierno mexicano no pondrá obstáculos.  Falta ver qué dicen y hacen los demás gobiernos europeos –porque Portugal y el Estado Español no se opusieron-.

Nos preparamos para que fracase la misión, es decir, que se convierta en un evento mediático y, por lo mismo, fugaz e intrascendente.  Por eso primordialmente aceptamos las invitaciones de quienes quieren escuchar y hablar, o sea platicar.  Porque nuestro objetivo principal no son los actos masivos –aunque no los excluimos-, sino el intercambio de historias, conocimientos, sentimientos, valoraciones, retos, fracasos y éxitos.

Nos prepararemos para que falle el avión, por eso fabricamos paracaídas con bordados de muchos colores para que, en lugar de un “Día D” en Normandía (oh, oh, ¿quiere decir eso que el desembarco aéreo sería en Francia?… ¿eh?… ¡¿en París?!), sea un “Día Z” para la Europa de abajo, y parecerá entonces que del cielo, llueven flores como si Ixchel, diosa madre, diosa arcoíris, nos acompañara y, de su mano y con su vuelo, abrir un segundo frente para la invasión.  Y más seguro porque ahora, gracias a la Galicia de abajo, el escuadrón 421 ha logrado afianzar una cabeza de playa en las tierras de Breogán.

En suma, siempre nos preparamos para fracasar… y para morir.  Por eso la vida, para el zapatismo, es una sorpresa que hay que celebrar todos los días, a todas horas.  Y qué más que mejor si es con bailes, música, artes.


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Durante todos estos años hemos aprendido muchas cosas.  Acaso la más importante es darnos cuenta de lo pequeños que somos.  Y no me refiero a estatura y peso, sino al tamaño de nuestro empeño.  Los contactos con personas, grupos, colectivos, movimientos y organizaciones de diferentes partes del planeta, nos han mostrado un mundo diverso, múltiple y complejo.  Con esto se ha reforzado nuestra convicción de que toda propuesta de hegemonía y homogeneidad no sólo es imposible, es, sobre todo, criminal.

Porque los intentos -no pocas veces ocultos detrás de nacionalismos de cartón piedra en los escaparates del mall de la política electoral-, de imposición de modos y miradas, son criminales porque pretenden el exterminio de diferencias de todo tipo.

Lo otro es el enemigo: la diferencia de género, racial, de identidad sexual o asexual, de lengua, de color de piel, de cultura, de credo o descredo, de concepción del mundo, de físico, de estereotipo de belleza, de historia.  Contando con todos los mundos que en el mundo son, prácticamente hay tantos enemigos, actuales o potenciales, como seres humanos.

Y podríamos decir que casi cualquier afirmación de identidad es una declaración de guerra para lo diferente.  He dicho “casi”, y a ese “casi” nos aferramos como zapatistas que somos.

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Según nuestros modos, nuestros calendarios y en nuestra geografía, hemos llegado a la conclusión de que siempre es posible que la pesadilla empeore.  La pandemia del llamado “Coronavirus” no es el apocalipsis.  Es sólo su preludio.  Si los medios de comunicación y las redes sociales nos querían tranquilizar, antes, “informando” sobre la extinción de un glaciar, de un terremoto, de un tsunami, de una guerra en una parte lejana del planeta, del asesinato de otro indígena por paramilitares, de una nueva agresión a Palestina o al pueblo mapuche, de la brutalidad gubernamental en Colombia y Nicaragua, de imágenes de campos de migrantes que son de otro lugar, otro continente, otro mundo, y así nos convencen de que eso “pasa en otro lado”; en tan sólo unas semanas, la pandemia demostró que el mundo puede ser apenas una pequeña parroquia egoísta, necia y vulnerable.  Los distintos gobiernos nacionales son las pandillas que pretenden controlar, con violencia “legal”, una calle o un barrio, pero el “capo” que controla todo es el capital.

En fin, que se vienen cosas peores.  Pero eso usted ya lo sabía, ¿no?  Y si no, pues ya va siendo hora de que se entere.  Porque, además de tratar de convencerle de que las penas y las desgracias siempre serán ajenas (hasta que dejan de serlo y se sientan con usted a la mesa, le perturban el sueño y le dejan sin lágrimas), le dicen que la mejor forma de enfrentar esas amenazas es individualmente.

Que el mal se evita alejándose de él, construyendo su mundo estanco, y haciéndolo cada vez más estrecho hasta que sólo cabe el “yo, mi, me, conmigo”.  Y para eso, pues le ofrecen “enemigos” a modo, siempre con un flanco débil y al que es posible derrotar adquiriendo, oiga usted, este artículo que, mire qué casualidad, por esta única ocasión, tenemos en oferta y podrá usted adquirirlo y recibirlo en la puerta de su bunker en cuestión de horas, días… o semanas, porque la máquina ha descubierto, oh sorpresa, que la paga depende también de la circulación de las mercancías, y que, si ese proceso se detiene o aletarga, la bestia sufre… así que también es negocio su distribución y reparto.

Pero, como zapatistas que somos, hemos estudiado y analizado.  Y queremos confrontar las conclusiones a las que hemos llegado, con científicos, artistas, filósofos y analistas críticos de todo el mundo.

Pero no sólo, también y especialmente con quienes, en la cotidianidad de sus luchas, han padecido y advertido las desgracias por venir.  Porque, en lo que a lo social se refiere, tenemos en alta estima el análisis y la valoración de quien se juega el pellejo en el combate contra la máquina, y somos escépticos de la de quien, desde la óptica externa, opina, valora, aconseja, juzga y condena o absuelve.

Pero, ojo, consideramos que esa mirada crítica “outsider” es necesaria y vital, porque permite ver cosas que no se miran en el fragor de la lucha y, atención, aporta conocimientos sobre la genealogía de la bestia, sus transformaciones y su funcionamiento.

En fin, que queremos hablar y, sobre todo, escuchar a quien se ponga a modo.  Y no nos importa su color, tamaño, raza, sexo, religión, militancia política o traspié ideológico, si es que coincide en el retrato hablado de la máquina asesina.

Porque si, cuando hablamos del criminal, alguien lo identifica con el destino fatídico, la mala suerte, “el orden natural de las cosas”, el enfado divino, la desidia o el desenfado, pues ahí no tenemos ningún interés en escuchar ni en hablar.  Para conocer esas explicaciones basta con ver telenovelas y acudir a las redes sociales en busca de confirmación.

Es decir, creemos haber establecido quién es el criminal, su modus operandi y el crimen en sí.  Estas 3 características se sintetizan en un sistema, es decir, en una forma de relacionarse con la humanidad y con la naturaleza: el capitalismo.

Sabemos que es un crimen en curso y que su consecución será desastrosa para el mundo entero.  Pero no es ésa la conclusión que nos interesa corroborar, no.

-*-

Porque resulta que, también estudiando y analizando, hemos descubierto algo que puede ser o no importante.  Depende.

Dando por sentado que este planeta será aniquilado, al menos como hasta ahora lo percibimos, hemos estado investigando sobre las posibles opciones.

Es decir, el barco se hunde y allá arriba dicen que no pasa nada, que es pasajero.  Sí, como cuando el buque-tanque Prestige naufragó frente a costas europeas (2002) – Galicia fue testigo y víctima primera-, y las autoridades empresariales y gubernamentales decían que apenas unos chorritos de combustible se habían derramado.  El desastre no lo pagaron ni el Mandón, ni sus capataces y mayorales.  Lo pagaron, y lo siguen pagando, los poblados que viven de la pesca en esas costas.  Ellos y sus descendientes.

Y por “Barco” nos referimos al planeta homogeneizado y hegemonizado por un sistema: el capitalismo.  Claro, podrán decir que “ése no es nuestro barco”, pero el hundimiento en curso no es sólo de un sistema, sino del mundo entero, completo, total, hasta el rincón más apartado y aislado, y no sólo el de sus centros de Poder.

-*-

Entendemos que alguien piense, y actúe en consecuencia, que es posible todavía remendar, parchar, pintar un poco aquí y allá, remozar la embarcación.  Mantenerla a flote como sea, incluso vendiendo la fantasía de que son posibles megaproyectos que no sólo no aniquilen poblados enteros, también que no afecten a la naturaleza.

Que existan personas que piensen que basta con estar muy decididos y echarle ganas al maquillaje (al menos hasta que pasen los procesos electorales).  Y que crean que la mejor respuesta a los reclamos de “Nunca mais” -que se repiten en todos los rincones del planeta-, sean promesas y dinero, programas políticos y dinero, buenas intenciones y dinero, banderas y dinero, fanatismos y dinero.  Que sean fieles creyentes de que los problemas del mundo se reducen a la falta de dinero.

Y el dinero necesita carreteras, grandes proyectos civilizatorios, hoteles, centros comerciales, fábricas, bancos, mano de obra, consumidores,… policías y ejércitos.

Las así llamadas “comunidades rurales” son clasificadas como “carentes de desarrollo” o “atrasadas” porque la circulación de dinero, es decir de mercancías, es inexistente o muy reducida.  No importa que, por ejemplo, su tasa de feminicidios y de violencia de género sea menor comparada con la de las urbes.  Los logros gubernamentales se miden por la cantidad de zonas destruidas y repobladas por productores y consumidores de mercancías, gracias a la reconstrucción de ese territorio.  Donde antes había una milpa, un manantial, un bosque, ahora hay hoteles, centros comerciales, fábricas, termoeléctricas,… violencia de género, persecución de la diferencia, narcotráfico, infanticidios, tráfico de personas, explotación, racismo, discriminación.  En suma: c-i-v-i-l-i-z-a-c-i-ó-n.

Su idea es que la población campesina se convierta en empleada de esa “urbanización”.  Seguirán viviendo, trabajando y consumiendo en su localidad, pero el dueño de todo su entorno es un conglomerado industrial-comercial-financiero-militar cuya sede está en el ciberespacio y para quien ese territorio conquistado es sólo un punto en el mapa, un porcentaje de ganancias, una mercancía.  Y el resultado real será que la población originaria tendrá que migrar, porque el capital llegará con sus propios empleados “calificados”.  A la población originaria le tocará regar jardines y limpiar estacionamientos, locales y albercas donde antes había campos de cultivo, bosques, costas, lagunas, ríos y manantiales.

Lo que se oculta es que, detrás de las expansiones (“guerras de conquista”) de los Estados -sean internas (“incorporando a más población a la modernidad”), o sean externas con distintas coartadas (como la del gobierno de Israel en su guerra contra Palestina)-, hay una lógica común: la conquista de un territorio por la mercancía, es decir por el dinero, es decir por el capital.

Pero entendemos que esa gente, para poder llegar a ser el cajero que administre los pagos y cobros que le dan vida a la máquina, forme partidos políticos electorales, frentes -amplios o estrechos- para disputar el acceso al gobierno, alianzas y rupturas “estratégicas”, y todos los matices en los que se empeñan esfuerzos y vidas que, detrás de pequeños éxitos, esconden grandes fracasos.  Una pequeña ley por ahí, una interlocución oficial aquí, una nota periodística allá, un tuit más acá, un like acullá, y sin embargo, por poner un ejemplo de un crimen mundial en curso, los feminicidios van en aumento.  En el entretanto sube la izquierda y baja, sube la derecha y baja, sube el centro y baja.  Como cantaba la inolvidable malagueña Marisol, “la vida es una tómbola”: todos (arriba) ganan, todas (abajo) pierden.

Pero la “civilización” es sólo una coartada endeble para una destrucción brutal.  El veneno sigue brotando (ya no del Prestige –o no sólo de ese navío-), y el sistema entero parece estar dispuesto a intoxicar hasta el último rincón del planeta, porque son más rentables la destrucción y la muerte que detener la máquina.

Estamos seguros que usted podrá agregar más y más ejemplos.  Botones de muestra de una pesadilla irracional y, sin embargo, actuante.

-*-

Entonces, desde hace varias décadas nos hemos concentrado en buscar alternativas.  La construcción de balsas, cayucos, lanchas, y aún de embarcaciones más grandes  (la 6ta como improbable arca), tienen un horizonte bien definido.  En algún lugar habrá que desembarcar.

Leímos y leemos.  Estudiamos y lo seguimos haciendo.  Analizamos antes y ahora.  Abrimos el corazón y la mirada, no a ideologías actuales o pasadas de moda, sino a las ciencias, a las artes y a nuestras historias como pueblos originarios.  Y con esos conocimientos y herramientas, nos hemos encontrado con que hay, en este sistema solar, un planeta que podría ser habitable: el tercero del sistema solar y que, hasta ahora, aparece en los libros escolares y científicos con el nombre de “La Tierra”.  Para más referencia, está entre Venus y Marte.  Es decir, según ciertas culturas, está entre el amor y la guerra.

El problema es que ese planeta es ya un montón de escombros, pesadillas reales, y horrores tangibles.  Es poco lo que queda en pie.  Incluso la tramoya que oculta la catástrofe se agrieta.  Entonces, pues, ¿cómo les diré?, el asunto no es conquistar ese mundo y disfrutar de lo placeres de quien vence.  Es más complicado y requiere, ése sí, un esfuerzo mundial: hay que hacerlo de nuevo.

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Ahora bien, según las grandes producciones fílmicas de Hollywood, la salida frente a la catástrofe mundial (siempre algo externo –alienígenas, meteoros, pandemias inexplicables, zombis parecidos a candidatos a algún puesto público-), es producto de una unión de todos los gobiernos del mundo (encabezados por los gringos)… o, peor, del gobierno estadunidense sintetizado en un individuo, o individua (porque la máquina ya aprendió que la farsa debe ser incluyente), que puede tener las características raciales y de género políticamente correctas, pero lleva en su pecho la marca de la Hidra.

Pero, lejos de esas ficciones, la realidad nos muestra que todo es negocio: el sistema produce la destrucción y te vende los boletos para que huyas de ella… al espacio.  Y de seguro, en las oficinas de las grandes corporaciones, hay brillantes proyectos de colonización interestelar…  con la propiedad privada de los medios de producción incluida.  Es decir, el sistema se traslada, íntegro, a otro planeta.  El “all included” se refiere a quienes trabajan, a quienes viven sobre de quienes trabajan y a su relación de explotación.

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Pero a veces no sólo miran al espacio.  El capitalismo “verde” pugna por zonas “protegidas” en el planeta.  Burbujas ecológicas donde pueda resguardarse la bestia mientras el planeta se cura de los mordiscos (lo cual tomaría apenas unos cuantos millones de años).

Cuando la máquina habla de “un nuevo mundo” o “de humanizar el planeta”, está pensando en territorios a conquistar, despoblar y destruir, para luego repoblar y reconstruir con la misma lógica que ahora tiene al mundo entero frente al abismo, siempre dispuesto a dar el paso adelante que el progreso demanda.

Usted podrá pensar que no es posible que alguien sea tan imbécil como para destruir la casa donde vive.  “La rana no bebe toda el agua del charco que habita”, dicen que dice un proverbio del pueblo originario Sioux.  Pero si usted pretende aplicar una lógica racional al funcionamiento de la máquina, no entenderá (bueno, tampoco la máquina).  De nada sirven valoraciones morales y éticas.  La lógica de la bestia es la ganancia.  Claro, ahora usted podrá preguntarse cómo es posible que una máquina irracional, inmoral y estúpida rija los destinos de todo un planeta.  Ah, (suspiro), eso está en su genealogía, en su esencia misma.

Pero, dejando de lado el imposible ejercicio de dotar de racionalidad a lo irracional, llegará usted a la conclusión de que es preciso destruir ese engendro que no, no es diabólico.  Desgraciadamente es humano.

Y, claro, usted estudia, lee, confronta, analiza, y descubre que hay grandes propuestas para salir adelante.  Desde las que proponen afeites y maquillajes, hasta las que recomiendan clases de moral y lógica para la bestia, pasando por nuevos o viejos sistemas.

Sí, le entendemos, la vida es una mierda y siempre es posible refugiarse en ese cinismo tan sobrevalorado en las redes sociales.  El finado SupMarcos decía: “lo malo no es que la vida sea una mierda, sino que te obligan a comerla y todavía esperan que lo agradezcas”.

Pero supongamos que no, que usted sabe que, en efecto, la vida apesta, pero su reacción no es la de replegarse en sí mismo (o en su “mundo”, eso depende del número de sus “seguidores” en las redes sociales habidas y por haber).  Y entonces usted decide abrazar, con fe, esperanza y caridad, alguna de las opciones que se le presentan.  Y elige la mejor, la más grande, la de más éxito, la más famosa, la que va ganando… o la que le queda cerca.

Grandes proyectos de nuevos y viejos sistemas políticos.  Retrasos imposibles del reloj de la historia.  Nacionalismos patrioteros.  Futuros compartidos a fuerza de que tal opción tome el Poder y se mantenga en él hasta que todo se solucione.  ¿Su grifo gotea?, vote por tal.  ¿Mucho ruido en el vecindario?, vote por cual.  ¿Subió el costo de transporte, alimentos, medicinas, energía, escuelas, ropa, diversión, cultura?, ¿Le teme a la migración?, ¿Le incomodan las personas de piel oscura, las creencias distintas, las lenguas incomprensibles, las diferentes estaturas y complexiones?, vote por…

Incluso los hay quienes no difieren del objetivo, sino del método.  Y luego repiten arriba lo que criticaron abajo.  Con malabares asquerosos y argumentando estrategias geopolíticas, se apoya a quien se reitera en el crimen y la estupidez.  Se demanda que los pueblos aguanten opresiones en beneficio de la “correlación de fuerzas internacional y el ascenso de la izquierda en la zona”.  Pero Nicaragua no es Ortega-Murillo y no tardará la bestia en entenderlo.

En todas esas grandes ofertas de solución en el supermercado mortal del sistema, muchas veces no se dice que se tratan de la imposición brutal de una hegemonía, y un decreto de persecución y muerte a lo que no es homogéneo al ganador.

Los gobiernos gobiernan para sus seguidores, nunca para quienes no lo son.  Las estrellas de las redes sociales alimentan a sus huestes, aún a costa de sacrificar la inteligencia y la vergüenza.  Y la “corrección política” traga sapos, que habrán luego de devorar a quien aconseja resignación “para no beneficiar al enemigo principal”.

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¿Es el zapatismo una gran respuesta, una más, a los problemas del mundo?

No.  El zapatismo es un montón de preguntas.  Y la más pequeña puede ser la más inquietante: ¿Y tú qué?

Frente a la catástrofe capitalista, ¿el zapatismo propone un viejo-nuevo sistema social idílico, y con él repetir las imposiciones de hegemonías y homogeneidades ahora “buenas”?

No.  Nuestro pensamiento es pequeño como nosotros: son los esfuerzos de cada quien, en su geografía, según su calendario y modo, que permitirán, tal vez, liquidar al criminal, y, simultáneamente, rehacer todo.  Y todo es todo.

Cada quien, según su calendario, su geografía, su modo, habrá de construir su camino.  Y, al igual que nosotros, los pueblos zapatistas, irá tropezando y levantándose, y lo que construya tendrá el nombre que le dé la gana tener.  Y sólo será diferente y mejor que lo que hemos padecido antes, y lo que padecemos actualmente, si reconoce lo otro y lo respeta, si renuncia a imponer su pensamiento sobre lo diferente, y si al fin se da cuenta de que muchos son los mundos y que su riqueza nace y brilla en su diferencia.

¿Es posible?  No lo sabemos.  Pero sí sabemos que, para averiguarlo, hay que luchar por la Vida.

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Entonces, ¿a qué vamos en esta Travesía por la Vida si no aspiramos a dictar caminos, rutas, destinos?  ¿A qué, si no buscamos adherentes, votos, likes?  ¿A qué, si no vamos a juzgar y a condenar o absolver?  ¿A qué, si no llamamos al fanatismo por un nuevo-viejo credo? ¿A qué, si no buscamos pasar a la Historia y ocupar un nicho en el panteón enmohecido del espectro político?

Bueno, para serles sinceros como zapatistas que somos: no sólo vamos confrontar nuestros análisis y conclusiones con lo otro que lucha y piensa críticamente.

Vamos a agradecer a lo otro su existencia.  A agradecer las enseñanzas que su rebeldía y su resistencia nos han regalado.  A entregar la flor prometida.  A abrazar lo otro y decirle al oído que no está sola, soloa, solo.  A susurrarle que valen la pena la resistencia, la lucha, el dolor por quienes ya no están, la rabia de que esté impune el criminal, el sueño de un mundo no perfecto, pero sí mejor: un mundo sin miedo.

Y también, y sobre todo, vamos a buscar complicidades… por la vida.

SupGaleano.
Junio del 2021, Planeta Tierra.

 

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La Hora de los Pueblos

Pronunciamiento del Colectivo Llegó la hora de los pueblos

Los y las integrantes del Colectivo “Llegó la Hora de los Pueblos” hemos recibido y leído con mucha indignación y preocupación el comunicado de la Comisión Sexta Zapatista, fechado el 11 de junio del 2021, en el que se describen las actitudes y prácticas racistas y discriminatorias con las que se ha negado a compañeros y compañeras zapatistas el derecho a un pasaporte mexicano, a pesar de cumplir con los requisitos correspondientes.

Lo descrito en el comunicado: el trato irrespetuoso, el lenguaje racista, la extranjerización y negación de su ciudadanía, la solicitud arbitraria de requisitos que no se solicitan a otros ciudadanos, revelan, en suma, la violencia burocrática y un racismo institucionalizado que se reproducen cotidianamente en las estructuras estatales.

 A pesar de las reformas constitucionales en torno a los derechos indígenas y de los múltiples compromisos internacionales que se han firmado en la materia, se ha documentado ampliamente que el racismo en el trato que recibieron los y las compañeras zapatistas, es un problema estructural en los sistemas de justicia, salud y educación, y en múltiples espacios estatales donde la población indígena, afrodescendiente, campesina y los pobres racializados, son tratados como ciudadanos de tercera, negándoseles sus derechos fundamentales. Este racismo institucional se ha denunciado también en la expedición de otros documentos oficiales, como las actas de nacimiento, credenciales del INE, especialmente en regiones indígenas y afromexicanas.

En esta dirección, demandamos a la Secretaría de Gobernación que cese la demora y el bloqueo de múltiples actas de nacimiento al exigir igualmente requisitos indebidos que están impidiendo la tramitación del pasaporte.

En el caso específico que aquí denunciamos, los burócratas de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), han extralimitado sus atribuciones, actuando como agentes migratorios que tratan de controlar la salida de ciudadanos mexicanos negando el derecho al pasaporte. Si bien la SRE establece en su página, que los únicos requisitos para obtener dicho documento, son la acreditación de la nacionalidad mexicana (con acta de nacimiento), fotografía y pago correspondiente (https://www.gob.mx/tramites/ficha/pasaporte-ordinario-para-personas-mayores-de-edad/SRE112) a los y las solicitantes zapatistas se les han exigido requisitos innecesarios como certificados de estudios, cartas de validación de sus municipios, hasta demostrar lo que los funcionarios consideran “conocimientos generales” sobre México, con prácticas racistas que los agentes migratorios aplican a la población centroamericana en nuestras fronteras.

El día de hoy 15 de junio, desde presidencia se informó que se tomarían las medidas necesarias “para aclarar esta situación, pero si se cometió un error se va a resolver”. Estaremos atentos y vigilando la pronta solución al problema de la emisión de pasaportes. Sin embargo, recalcamos que no se trata de casos aislados, y que el problema de fondo no se resuelve exclusivamente sancionando a los funcionarios de la SRE. Consideramos que la visibilización de estos casos de las y los compañeros zapatistas, debe servir para hacer una denuncia más amplia respecto a los patrones racistas que sustentan el aparato burocrático del Estado mexicano.

Aprovechamos para manifestar públicamente nuestro apoyo a estos “Viajeros por la vida”, cuya travesía busca articular esfuerzos y trascender fronteras en las luchas contra el racismo y las políticas de muerte.

Colectivo de apoyo al EZLN, CNI CIG Llegó la Hora de los Pueblos

radio
Comisión Sexta | Sub Galeano

Carta de la Comisión Sexta Zapatista al Colectivo Llegó la hora de los pueblos

Publicado en Camino al andar.

 14 de junio de 2021.
 Por El Sup Galeano.
 

11 de Junio del 2021.

Al Colectivo “Llegó la Hora de los Pueblos”.

 México.
 

Hermanas, hermanoas y hermanos:

Reciban tod@s un abrazo… bueno, varios. Queríamos mandarles un saludo… ok, varios, y, aprovechando el vuelo de estas letras, solicitarles un apoyo.

Resulta que, para la Travesía por la Vida Capítulo Europa, se ha decidido que cumplamos los requisitos legales para poder llegar, con nuestro oído y nuestra palabra, a las tierras que Marijose habrá de rebautizar en unos pocos días. Dentro de unas horas (tomando como referencia el día y la hora en que les escribo –madrugada del 11 de junio del 2021- ), ese desafío delirante llamado “La Montaña”, tocará tierras europeas en las llamadas Islas Azores, de Portugal. Ahí estarán unos días para luego dirigirse al destino marcado: Vigo, Galicia, Estado Español. Después saldrá un grupo aerotransportado.

El así llamado “Escuadrón 421” va con sus papeles en regla. Es decir, tienen doble pasaporte: el oficial mexicano y el llamado “pasaporte de trabajo zapatista”, que expiden las Juntas de Buen Gobierno cuando una compañera, compañero o compañeroa sale del territorio zapatista a hacer un trabajo para nuestros pueblos. Acá decimos que va de “comisión”. En otra ocasión hablaremos de ese “pasaporte zapatista”, ahora quisiéramos hablarles del oficial.

Ya antes nos hemos referido, en escritos y pláticas, a eso que llamamos “el calendario y la geografía”. Bueno, pues nuestra geografía se llama “México”. Y, para nosotras, las comunidades zapatistas, esto no es sólo una palabra. Es, en sentido zapatista, una geografía. Cuando decimos que somos “mexicanos” señalamos que compartimos historias con otros pueblos originarios hermanos (como quienes se agrupan en el Congreso Nacional Indígena-Concejo Indígena de Gobierno). Historias, es decir: dolores, alegrías, rabias, agravios, luchas. Pero no sólo con los pueblos originarios de esta geografía, también con individuos, grupos, colectivos, organizaciones y movimientos que coinciden con nosotros, los pueblos zapatistas, en sueños y, claro, en pesadillas.
Quiero decir con esto que a nosotras, las comunidades zapatistas, no sólo no nos avergüenza decir que somos mexicanas, nos enorgullece. Porque ese orgullo no nos nace mirando hacia arriba y a sus historietas, sino mirando, escuchando y hablando con el México de abajo, sus vidas y sus muertes. No es mi despropósito el hacer un recuento, así sea apresurado, de lo que vive y lucha en ese México. Cada quien tiene sus modos, sus propias historias, sus derrotas y victorias, su mirar y explicar su mundo, su mirarse y explicarse. Pero miramos que hay algo común, una especie de raíz, o trama, o columna vertebral… debe haber una forma de decirlo en lenguaje cibernético… ¿una matriz o matrix? Bueno, pues es en esa raíz común que nos identificamos.
Oh, yo sé que a más de una, uno, unoa, le preocupará si lo que digo es una versión “zapatista” del nacionalismo. No, eso nos da pereza a veces, enfado otras, y siempre preocupación. No me refiero a un nacionalismo. En los nacionalismos se esconden, por ejemplo, desigualdades y, ojo, relaciones criminales. En los nacionalismos confluyen el criminal y la víctima, el Mandón y el mandado. Algo tan perverso como “te destruyo pero lo hago por tu bien porque somos compatriotas”. Algo como el sentido maligno que se da a “lo humano”, por ejemplo al señalar que tanto hombres como mujeres son seres humanos. Voy a dejar de lado el hecho de que se olvide que hay quien no es ni mujer ni hombre y, al ser innominado, ya no es “un ser humano”. En ese sentido de “lo humano” se olvida la relación de dominio que hay entre hombres y mujeres. No escribiré un rollo sobre el patriarcado, su genealogía y su crimen enloquecido actual; hay entre ustedes quien sabe más de eso y lo explica mejor de lo que yo podría.
¿Es posible referirse a la humanidad sin caer en la trampa de una igualdad hipócrita? Nosotras pensamos que sí, y es refiriendo la humanidad a las ciencias y las artes, Pero no sólo. También a sentimientos, pensamientos y propuestas básicas: el sentido de la justicia, de la moral y la ética (que el finado compañero Don Luis Villoro explicaría mejor de lo que yo intentara siquiera), la fraternidad y otras cosas que no detallaré (pero ustedes siéntanse en la libertad de hacerlo). Por ejemplo, yo agregaría el baile –música y canciones incluidas-, y el juego, pero no me hagan mucho caso.
En fin, de detalle en detalle se irán abriendo las diferencias, las distancias, los desacuerdos. Pero, en sentido inverso, se podría encontrar algo común: a eso llamamos nosotros “humanidad”.
Entonces, cuando decimos que los pueblos zapatistas somos “mexicanos” y que nos enorgullece el serlo, nos referimos a esa matriz común con lo otro que lucha en esta geografía atrapada entre el río Bravo y el Suchiate, con el mordisco que le dio el mar de oriente y la alargada curva que el mar de occidente le forjó en el talle, e incluyendo el brazo solitario que bordea el llamado “Mar de Cortés”. Agreguen ustedes la historia real, la de las geografías vecinas y…
Bueno, basta de rollo. El asunto es que nuestra delegación aerotransportada está en el trámite de sus pasaportes. Y digo “trámite” por delicadeza, porque es como un infierno, uno que se alimenta en silencio y llega a verse como “normal”.
Porque resulta que nuestras compañeras, compañeros y compañeroas cumplen todos los requisitos que se exigen, hacen el pago estipulado, viajan desde sus comunidades hasta las oficinas de la mal llamada “Secretaría de Relaciones Exteriores” y, con todo y la pandemia, hacen cita, fila, esperan su turno y… se les niega el documento.
Son indignantes los obstáculos del supremo gobierno y su burocracia ignorante, necia y racista.
Porque podría pensarse que es sólo burocracia, que te toca la mala suerte de topar con alguien que piensa que tiene Poder porque está detrás de una ventanilla, un escritorio, una oficina. Pero no, es también algo más y se podría sintetizar así: racismo.
¿Las razones? Bueno, hay una fundamental y, claro, sus derivadas: hay en el gobierno un ambiente de histeria mal disimulada. Acorde con su compromiso con el gobierno estadunidense, de detener el flujo de migrantes de Centroamérica, para los gobiernos federal, estatal y municipales, todo lo que no sea rubio, de ojos claros y proceda de más al sur de Puebla, es centroamericano. Para las esquizofrénicas autoridades gubernamentales, cualquier centroamericano lo primero que hace es: sacar su acta de nacimiento, su credencial del INE o sus constancias de identidad con fotografía (que es un documento oficial porque lo expide el municipio), y de origen en la cabecera oficial, su fe de bautismo, las actas de nacimiento de sus padres o herman@s mayores, copias de los INE´s de ell@s, constancias de municipio autónomo y de Junta de Buen Gobierno, testigos presenciales con identificación oficial, etcétera. Con todo eso cumplido, se rechaza su petición del documento al que todo mexicano tiene derecho para salir y entrar a territorio nacional.
Sí, todos esos papeles se presentan, pero el problema es que, a ojos de la burocracia de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el color de la piel, el modo de hablar, la forma de vestir y el lugar de procedencia es lo que cuenta. “Al sur del metro Taxqueña, todo es Centroamérica”.
Tanto bla, bla, bla de derechos y reconocimiento de nuestras raíces, y etcétera –incluidos perdones hipócritas pedidos sobre la tierra a destruir-, pero la población originaria, o indígena, sigue siendo tratada como extranjera en su propia tierra. Y peor en la Ciudad de México, que se supone “progresista”. Ahí, una señora, burócrata de la Secretaría de Relaciones Exteriores, rechazó la credencial del INE con un despectivo “ésa no sirve para nada, sólo para votar”, y le exigió a la compañera, de más de 40 años de edad, habitante de la Selva Lacandona, su certificado de secundaria, para comprobar que no era guatemalteca. La compañera alegó: “pero yo vivo de la tierra, soy campesina, no tengo estudios de secundaria”. La burócrata, altanera y prepotente: “pues no estudian porque no quieren”. “Pero vengo desde Chiapas”, insiste la compañera. “No me importa. A ver, el que sigue”, responde la burócrata.
¿Se excita la burocracia gubernamental al maltratar a indígenas? ¿Es la prepotencia su afrodisíaco? “Ya vine, querid@, hoy retaché a una pinche india y traigo muchas ganas”, dirán entornando los ojos con coquetería.
Para probar si era racismo y no sólo burocracia, mandamos a un compañero “blanco y barbado” a sacar su pasaporte. Le entregaron el mismo día y sin pedirle nada más allá de su acta de nacimiento, su identificación con fotografía y comprobante de pago, que son los requisitos legales.
Y no sólo eso: la Secretaría de Relaciones Exteriores retiene el pago que han hecho tod@s l@s compas a quienes se les niega el pasaporte con pretextos y requisitos que ni siquiera están en su página de internet. Ha de estar muy dura la austeridad si es que tienen que despojar a los indígenas de sus dineros.
A un compañero (más de 60 años de edad) lo cuestionaron: “¿No será que quieres ir a Estados Unidos a trabajar?” El compa respondió: “No, ahí toca luego, en otra vuelta. Ahorita nos toca Europa”. El funcionario, cual Tribunal Federal Electoral, se lavó las manos y lo mandó a otra ventanilla. Ahí le dijeron: “Eso está muy lejos y es caro el viaje, no puede ser que tengas el dinero necesario porque eres indígena. Tienes que traer el estado de cuenta de tu tarjeta de crédito. El que sigue”. A una compañera le dijeron: “A ver, canta el himno”. Y la compañera se arrancó con el “ya se mira el horizonte”. Rechazada. Ella me dijo apenada: “creo que es porque lo canté con ritmo de cumbia y no como corrido ranchero. Pero es que la cumbia es más alegre. Los corridos rancheros son de pura matazón de mujeres. Si te llamas “Martina” o “Rosita”, pues ya valiste”.
Mismo en la Ciudad de México: Dos compañeras, lengua tzeltal, de la Selva Lacandona. Caminan desde su pueblo hasta donde toman un camión de redilas a la cabecera municipal; de ahí en transporte público hasta San Cristóbal de Las Casas; de ahí otro a Tuxtla Gutiérrez; de ahí otro más hasta la Ciudad de México; hacen el pago del pasaporte por 10 años “porque recorrer el mundo va a tardar”; se presentan en una oficina de la SRE; hacen fila con cubre bocas, careta y sana distancia; entran y presentan sus papeles; les toman la fotografía; esperan afuera a que las llamen para entregarles el pasaporte; las llaman y les dicen “está mal una letra de tu apellido” y “tu hermano tiene otro apellido materno”; la del hermano: “es que así son los pinches hombres y mi papá anduvo de cabrón”; la de la letra “es que el que hizo el acta no sabe la diferencia escrita entre la “s” y la ´z´”; en ambos casos l@s funcionari@s: risas burlonas y “tienes que regresar y traer más comprobantes de que eres mexicana”; ellas “pero vivo hasta Chiapas”; la SRE: “no te entrego hasta que traigas eso”. Las compañeras regresan en sentido inverso, llegan a su pueblo, actualizan y juntan más comprobantes de que son mexicanas. Nuevo viaje a la Ciudad de México. Otra vez cita, fila con cubre bocas, careta, sana distancia. Ventanilla. Alta funcionaria de la Secretaría de Relaciones Exteriores: “ahora hay que esperar a que comprobamos que sí son mexicanas”. Las compas: “pero traje lo que me dijeron”. La SRE: “pero tenemos que comprobar que sí son ciertos los papeles, entonces vamos a preguntar en Registro Civil de su municipio y su estado”. Las compañeras: “¿Cuánto tarda?”. La SRE: “10 días o un mes, ahí te vamos a avisar”. Las compañeras esperan 10 días y nada. Se regresan. Pasa un mes y nada. Otros 30 días y nada. Vuelven a ir a la Ciudad de México. Mismo periplo. La SRE: “no han respondido, sigan esperando”.
Y ahí están las dos compañeras. Empezaron sus trámites en marzo y es el mes de… junio.

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Si tienen tiempo, hagan ustedes esto: imaginen que nacieron con la piel oscura, que son de ascendencia indígena y que son de algún estado del sureste mexicano. Ahora vean los requisitos para obtener el pasaporte: acta de nacimiento, identificación oficial con fotografía, o cédula profesional, o título profesional, o cartilla militar liberada, o credencial del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, o credencial de servicios médicos de una institución pública de salud; y comprobante de pago.

Y aún cuando ustedes tengan cualquiera de, o todos, estos requisitos, si es de piel oscura, habla muy otro, y se viste “como la India María” (textual de una funcionaria de la SRE), se va a enfrentar con algo como: “no, necesitas traer tus calificaciones del kínder, de la primaria, secundaria, preparatoria –CCH no, los de ahí son grillos-, diplomado, curso de superación personal en NXIVM, y una carta de buena conducta del prefecto de disciplina”.

Del INE no hay mucho qué decir. Ocupado como estuvo el gran jefe Tatanka (el buen Jairo Calixto dixit –oh, oh, sí, yo leo también la prensa fifí-) en simular que es una persona decente, y los ladridos de Murayama, ni siquiera se dieron cuenta de que sus “oficinas” en Chiapas cerraron desde antes del 1 de febrero, a pesar de que se había dicho que del 1 al 10 de febrero se podía acudir sin cita. Perdimos así la oportunidad de mandar más delegados en La Montaña. Y el INE refrendó la actitud racista que tuvo frente a Marichuy.

Y creo que, entre tantas entrevistas que dieron y dan a medios, neoconservadores y neoliberales, para defender “su independencia” (já), no se han percatado que la credencial del INE es, también, una identificación oficial y, al negarla o cerrar, le niegan ese derecho a cualquier ciudadan@, o lo que sea que quiera decir eso de “ciudadanía”.

Lo paradójico de todo esto, es que, es@s indígenas a quienes les niegan el INE e el pasaporte, están luchando también por la vida de es@s burócratas que creen que sirven “a la Nación Mexicana” rechazando lo que les viene en gana, desde su pequeño trono detrás de una ventanilla, sólo por el placer de decirle “no” a quien consideran inferior porque tiene otro color de piel, otra lengua, otra cultura, otro modo, y cuyos ancestros estuvieron en estas tierras desde mucho antes de que los criollos se independizaran de los ibéricos y los relevaran en la opresión sobre los pueblos originarios.

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  Entonces el apoyo que les pedimos es que platiquen entre ustedes a ver si se puede hacer algo. Por ejemplo: que le den un curso de vergüenza a los burócratas de la SRE; que le digan al señor Marcelo Ebrard que entendemos que, por la austeridad, no tenga paga para su campaña con miras al 2024, pero que robarle a los indígenas el costo del pasaporte y quedárselo sin darles su documento, pues, ¿cómo les diré sin ser grosero?… pues es de sinvergüenzas. ¿O tal vez los quiere para comprarse sus abrigos modelo “Neo de Matrix”? O que, con el dinero que están reteniendo por los pasaportes negados, tomen un curso de género, tolerancia e inclusión. O de plano regálenles unos libros de historia para que entiendan cuál es el lugar de los pueblos originarios en esta geografía.
Somos mexicanos, aquí nos tocó nacer, vivir, luchar y morir. Ni modos. Si hubiéramos caído en la Unión Americana, o en Belice o Guatemala, Honduras o El Salvador, Costa Rica o Nicaragua, pues igual estaríamos orgullosos de esas geografías… y estaríamos denunciando a sus respectivos gobiernos por burócratas, racistas e ignorantes, que es lo que hacemos con el actual de México y su “Secretaría de Relaciones Exteriores”.
En fin, no se me ocurren muchas opciones, pero tal vez a ustedes sí. Ahí lo vean y nos dicen.
Mientras tanto, les mandamos (todoas, todas, y todos) un gran abrazo que, aunque a la distancia, no deja de ser sincero y fraterno.
Desde algún lugar del Planeta Tierra.
El Sup Galeano.
 

P.D.- En unas horas más les mando un texto para la sección deportiva de su página electrónica… ¡¿Cómo?! ¿No tienen sección deportiva? No les digo. Bueno, pues “quid pro quo”, dando y dando, con ese texto inauguran la mentada “sección deportiva” y a cambio, ustedes nos echan la mano en el asunto referido. Oh, lo sé, quedan a deber. Pero de ribete podrían, no sé, mandar algunos euros pa´ los chescos en las Europas… o, mejor aún, acompañarnos y, como su nombre lo indica, compartir, además de un espacio acogedor en un centro de detención para migrantes, palabras, oídos, miradas, y… ¿saben nadar?

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Subcomandante Insurgente Galeano

El Pasaporte Zapatista. (Hasta pronto Portugal, ahí vamos Galicia)

El Pasaporte Zapatista.
(Hasta pronto Portugal, ahí vamos Galicia).

Junio del 2021.

El 12 de junio del 2021, el llamado “Escuadrón 421”, y demás pasajeros y tripulación, recibieron en sus pasaportes el sello de entrada legal al llamado espacio o zona Schengen y desembarcaron en Horta, Islas Azores, Portugal, Europa.  Sin perder la gracia y la elegancia (es un decir), bajaron de La Montaña.  Como debe de ser, hubo azoro, baile, fotos y un atracón de comida.  Marijose se encontró con una vieja profecía que anunciaba su llegada.  Y se realizó una carrera (es un decir), tipo “el que llegue al último paga la comida” (Diego Osorno perdió).  Se brindó por la vida, claro.

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A las 09:17:45 del 14 de junio del año en curso, La Montaña se despegó del abrazo portugués y tomó dirección noreste a una velocidad de entre 6 y 7 nudos.  A las 12:30:06 rebasó por la izquierda el “Pico Das Urzes”.  Latitud: 38.805213; longitud: -28.343418.  El capitán Ludwig calcula avistar las costas de la península Ibérica, entre el 19 y el 20 de junio (aunque podría ser antes, porque La Montaña, reconciliada con el viento, parece apresurada en abrazar a sus hermanas portuguesas y gallegas).  De esa fecha en adelante, se saludarán las elevaciones en las islas de San Martino, Monte Faro y Monte Agudo.  Luego se entrará a la “Ría de Vigo”.  Se prevé llegar a la Marina Punta Lagoa, al norte del puerto de Vigo, Galicia, Estado Español.

Entonces, en silencio, lluvia hermana será la montaña nuestra, húmeda se tornará nuestra mirada, y así diremos sin palabras:

“(…)
desperta do teu sono
fogar de Breogán. 

Os bos e xenerosos
a nosa voz entenden
e con arroubo atenden
o noso ronco son,
mais sóo os iñorantes
e féridos e duros,
imbéciles e escuros
non nos entenden, non.*

Fragmento de “Os Pinos”, Himno de Galicia. Pascual Veiga y Eduardo Pondal.

 * “…despierta de tu sueño / Hogar de Breogán. / Los buenos y generosos / nuestra voz entienden / y con devoción atienden / nuestro ronco sonido. / Pero solo los ignorantes / y débiles y duros, / imbéciles y oscuros / no nos entienden, no.”

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Ahora permítame contarle de la documentación zapatista que lleva el Escuadrón 421 (que a estas horas ya podría agregar “marítimo” a su flamante nombre).  L@s compañer@s llevan un pasaporte zapatista.  Quiero decir, además del pasaporte oficial de México, llevan el llamado “pasaporte zapatista de trabajo”.  Aquí se los describo:

En la portada o tapa principal: un caracol con una estrella roja dentro. Y el letrero: “pasaporte zapatista de trabajo”. En la contra portada o tapa trasera: una estrella roja con un caracol dentro.

En la primera página se lee: “Este pasaporte es otorgado por las autoridades civiles autónomas de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas y las Juntas de Buen Gobierno, Chiapas, México.  Sólo es válido durante el período establecido y en el lugar descrito.  Este documento consta de 32 páginas y no es válido si presenta deterioro, cortes, tachaduras y enmiendas”.

En las páginas 2 y 3 hay espacios para: foto del titular, sus datos personales, datos de la Junta de Buen Gobierno y MAREZ que expiden el documento.  Trabajo que va a desempeñar.  La fecha de expedición y el calendario y geografía donde va a cumplir el trabajo.  Lugar para sello de MAREZ y de JBG.

En las páginas 4 y 5. Se establecen las siguientes 7 limitantes:

“1.- El, loa o la titular de este pasaporte no puede ni debe pedir ni recibir apoyos en moneda o especie para su beneficio propio o de su familia, más allá de los estrictamente necesarios para cumplir con el trabajo que se le ha encomendado.

2.- La, loa o el titular de este pasaporte sólo podrá hacer el trabajo que se específica en este mismo documento.

3.- Loa, el o la titular de este documento tiene prohibida la portación y uso de armas de fuego de cualquier tipo, y no puede ni proponer, ni sugerir, ni alentar cualquier actividad que implique, o derive en, el uso de armas de fuego en el lugar donde haga su trabajo.

4.- La, loa o el titular de este documento sólo puede contar de nuestra historia de resistencia y rebeldía como pueblos originarios y como zapatistas, previa preparación y capacitación para ello.

5.- El, loa o la titular de este documento no puede establecer acuerdos o desacuerdos a nombre de las estructuras organizativas y/o de mando político-militar con personas, grupos, colectivos, movimientos y organizaciones, más allá de lo estrictamente necesario para el cumplimiento del trabajo que se le ha encomendado.

6.- Las opiniones personales sobre asuntos públicos y privados que exprese loa, el o la titular de este documento, no sólo no reflejan las posiciones zapatistas, también pueden ser completamente contrarias a nuestro pensamiento y práctica.

7.- La, el o loa titular de este documento deberá conducirse en todo momento respetando las diferencias de identidad, sexo, credo, lengua, cultura e historia, de las personas y lugares donde realice el trabajo para el que se expide el presente documento.

En la página 6 se establece: “Se acredita que la, loa o el titular de este documento recibió curso de capacitación (si aprendió o no, ahí se va a ver en los hechos) en__ (espacio para poner el nombre del lugar)”.

Y la página 7 indica las fechas de salida y llegada: “La, loa o el titular de este documento salió de territorio zapatista __ (espacio para detalles y sellos en media página)”.  La mitad de abajo de la página: “La, loa o el titular de este documento regresó a territorio zapatista: ___ (espacio para detalles y sellos)”

Las páginas subsiguientes están en blanco, para que las diferentes personas, grupos, colectivos, organizaciones y movimientos, de los distintos rincones de los disímiles mundos que se visiten, sellen, firmen, adornen, huellen, pongan dibujos, rayen o lo que sea para que el, la o loa compa tenga una especie de guía de dónde estuvo, además de los apuntes en su cuaderno, cuando regrese y platique cómo le fue.

La última página es para “Observaciones:” (por ejemplo alguna alergia, discapacidad o gustos musicales –digo, porque si le gusta la cumbia y le ponen a bailar un vals, pues ya se imaginarán-).

Doy fe.

SupGaleano.
Planeta Tierra, Junio del 2021.

Música «El lago de los Cisnes» de Cesar Acuña Lecca y Los Pasteles Verdes / Versión del sonidero: Heriberto Destructor