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Votán IV. Día Menos 7.

Votan IV.

Día Menos 7.

En el que se devela algo de lo que en otr@s admira el corazón zapatista, se avisa que hay exent@s y se imparten consejos ociosos que nadie habrá de seguir.

Agosto del 2013.

Bien, ya falta poco.  Me refiero a los días que faltan para iniciar la escuelita, no a lo que tenemos y queremos decir.

Si usted busca por ahí alguna escuela que le asigne un maestro, una maestra, a cada estudiante individual, las 24 horas del día, que sea gratuita y laica, y que le proporcione los alimentos y el hospedaje mientras aprende-enseña, pues le deseamos buena suerte.

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Votán III. SECCIÓN NO FAQ.

Votán III.

SECCIÓN NO FAQ.

Lo que usted siempre hubiera querido que le advirtieran acerca de l@s zapatistas, su mentada escuelita y las consecuencias que le puede acarrear asistir.

Julio del 2013.

Pues parece que ya más o menos se va a aclarando el panorama sobre en qué diablos estamos pensando los zapatistas cuando hablamos de la escuelita.

Pero es de esperar que usted ahora tenga más preguntas que respuestas.  Aunque ya no le preocupa lo del calzado, le quedan interrogantes.  Se le ocurre entonces que tal vez sea cierto eso de que la zapatista es una rebelión del siglo XXI, hábil en todo lo que tenga que ver con lo cibernético (hasta tienen un grafitero de muros virtuales).  Así que va al café internet más cercano, o enciende su computadora y busca: “Escuelita Zapatista, Dudas, preguntas frecuentes, FAQ, etcétera”.

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Votán II. L@S GUARDIAN@S

VOTÁN II.

L@S GUARDIAN@S

Julio del 2013.

Bueno, ahora sí sigue explicarles ya cómo va a estar esto de la escuelita (la lista de útiles escolares, la metodología, l@s maestr@s, el temario, los horarios, etc.), así que lo primero es…

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Votán I. UN ESCARABAJO EN LA RED (Durito versión freeware).

Votán I.

UN ESCARABAJO EN LA RED

(Durito versión freeware).

Julio del 2013.

Antes de explicarles cómo va a ser esto de la escuelita (algo así como un “manual de ruta” o “manual de malos modales” o “manual de supervivencia”), vamos a asomarnos para ver en qué están allá arriba.  No porque seamos dispersos (que lo somos, ni dudarlo), sino porque nosotros tratamos de mirar sus calendarios y geografías, es decir, tratamos de entender.

Así que, sea usted amable y paciente, y acompáñenos en esta mirada desde acá hasta su allá.  Veamos… mmh…

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CCRI-EZLN y CNI

Comunicado del CCRI-CG del EZLN y el Congreso Nacional Indígena en solidaridad con la Tribu Yaqui

A la Tribu Yaqui,

Al Pueblo de México,

A la Sexta nacional e Internacional

A los gobiernos de México y del Mundo.

Desde las montañas del sureste mexicano en territorio rebelde zapatista emitimos nuestra palabra conjunta como Pueblos, Naciones y Tribus Indígenas que conformamos el Congreso Nacional Indígena, a través de la cual enviamos un saludo fraterno de fuerza y solidaridad a los miembros de la Tribu Yaqui, a su Gobierno y Guardia Tradicional, esperando que se encuentren todos con bien.

Saludamos la movilización histórica de la Tribu Yaqui en la defensa de su existencia y de su territorio, misma que en los últimos 40 días se ha manifestado en el establecimiento de un campamento en resistencia en torno a la Carretera Internacional en Vicam, Primera Cabecera de la Tribu Yaqui, ante el robo del agua que el mal gobierno pretende concretar a través del Acueducto Independencia, mismo que afecta no solo al yaqui sino a todo el sur de Sonora; lo anterior a pesar de que la Tribu Yaqui ha recorrido los caminos legales necesarios, en los que ha obtenido triunfos que el propio gobierno no ha respetado. Su lucha, compañeros es nuestra también, pues, al igual que ustedes, mantenemos la certeza de que la tierra es nuestra madre y el agua que corre por sus venas no se vende, pues de ella depende la vida que es un derecho y que no nos ha sido dado por los malos gobierno ni por los empresarios.

Exigimos la cancelación inmediata de las órdenes de aprehensión y de la fabricación de delitos en contra de integrantes de la Tribu Yaqui y condenamos la criminalización de su lucha, diciendo a los malos gobiernos emanados de los partidos políticos que el río Yaqui ha sido históricamente el portador de la continuidad ancestral de la cultura y territorio de la Tribu Yaqui y los que conformamos el Congreso Nacional Indígena, reiteramos que si nos tocan a unos nos tocan a todos, por lo que responderemos en consecuencia ante cualquier intento de reprimir esta digna lucha o cualquier otra lucha.

Finalmente, hacemos un llamado a la comunidad internacional y a los hermanos y hermanas de la Sexta Internacional a permanecer atentos a los acontecimientos que se presenten en lo futuro en el territorio de la tribu Yaqui, sumándose a la solidaridad con la Tribu y a sus exigencias.

Atentamente

A 7 de julio de 2013

Desde el Caracol Zapatista número 2 – Resistencia y Rebeldía por la Humanidad, de Oventic, Chiapas

Nunca más un México sin nosotros

Comité Clandestino Revolucionario Indígena- Comandancia General del EZLN

Congreso Nacional Indígena

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L@S CONDISCÍPUL@S III. NI ESTUVIERON, NI ESTÁN, NI ESTARÁN… como invitad@s.

Junio del 2013.

A l@s adherentes a la Sexta en México y el Mundo:
A l@s estudiantes de la Escuelita Zapatista:

Compañeros, compañeroas, compañeras:

No serán sus compañer@s de clase en la escuelita, porque no los invitamos, los siguientes:

Los legisladores que formaron la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA) en el período 1996-1997.  Aunque les hubiera servido darse cuenta de que no se equivocaron con su iniciativa para el reconocimiento constitucional de los derechos y la cultura indígenas, misma que fue traicionada por todos los partidos políticos, el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial.

Los legisladores de la COCOPA actual.  Aunque les hubiera ayudado a conocer por dónde está la puerta para la reactivación del diálogo con el EZLN.

Los presidentes de los partidos políticos con registro (PRI, PAN, PRD, PVEM, PT, MC y NA).  Porque no tenemos antiácidos suficientes para aliviar el coraje que les daría al ponerse en evidencia lo que se puede hacer, no sólo sin los partidos políticos, sino a pesar de ellos.

Los presidentes de las mesas directivas de las cámaras legislativas y los coordinadores de las fracciones parlamentarias.  Aunque les hubiera servido constatar lo que la contrarreforma de ley indígena que mantienen no pudo impedir.

La Secretaría de la Defensa Nacional, La Secretaría de Marina, el CISEN, la PGR, la Comisión Nacional de Seguridad, la Secretaría de Desarrollo Social, la Suprema Corte de Justicia de la Nación.  Aunque hubieran podido confirmar sus informes de inteligencia que les dicen que se está mejorando significativamente el nivel de vida de las comunidades indígenas zapatistas a pesar de sus labores contrainsurgentes, su apoyo a grupos paramilitares y el tratamiento policíaco que dan a una lucha justa y legítima.  Y, además, hubieran podido constatar, de primera mano, la persistencia de lo que con tanto empeño han tratado de destruir: la autonomía indígena.

El Departamento de Estado Norteamericano, la CIA, el FBI.  Aunque les hubiera ayudado a entender sus reiterados fracasos… y los que les faltan.

Las distintas agencias de espionaje que languidecen de aburrimiento en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, y cuya única ocupación es alentar los chismes que pululan entre las ONG´s coletas.

El Mandón, el que realmente los dirige a todos ellos, ante quien se inclinan y a quien adulan.  Aunque sólo se hubiera estremecido al ver que esa pesadilla recurrente que padece, tiene visos de realidad.

No han estado, ni están, ni estarán como nuestros huéspedes.

En cambio, han estado, están y estarán como nuestros perseguidores, como quienes buscan la forma de destruirnos, de doblegarnos, de comprarnos, de rendirnos.

Estarán espiándonos, vigilándonos, maldiciéndonos siempre, como hoy, como ayer, como hace 10, 20, 30, 500 años.

No los invitamos no sólo porque nuestro plan de estudios no incluye grupos de nulo aprendizaje, o para no alentar el “bullying” del que serían objeto por parte de los demás estudiantes (lo sé, eso sí es una lástima), o porque tenemos mejores formas de perder el tiempo.

No los invitamos porque, así como nosotros, nosotras, no vamos a dejar de resistir y de luchar, ellos no van a dejar de despreciarnos, de tratar de explotarnos, de reprimirnos, de intentar despojarnos de lo que es nuestro, de desaparecernos.

Así como nosotras, nosotros, nunca vamos a aprender la lengua del dinero, ellos nunca van a aprender a respetar al diferente.

Y, sobre todo no los invitamos, porque ellos y quien en realidad los manda, nunca van a entender por qué, en lugar de morir, vivimos.

-*-

Así que, ni modos, no contarán, entre sus condiscípulos, a tan “ilustres” personas.  Por lo tanto, no saldrán en los noticieros de la prensa escrita, radio y televisión, ni habrá mesas de debate, ni sesudos análisis.  O sea que, como quien dice, el aire estará limpio.  Y la tierra, la que nos vio nacer y nos alimentó hasta crecer, agradecerá el digno paso que la anda: el de ustedes.

Vale.  Salud y libertad, que el paso de l@s de abajo es bienvenido, como es bienvenido su corazón.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

SupMarcos.

México, Junio del 2013.

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L@S CONDISCÍPUL@S II. Faltan l@s: L@S PRES@S POLÍTIC@S.

L@S CONDISCÍPUL@S II.

Faltan l@s:

L@S PRES@S POLÍTIC@S.

Junio del 2013.

A l@s adherentes a la Sexta en México y el Mundo:

A l@s estudiantes de la Escuelita Zapatista:

Compañeras, compañeros, compañeroas:

Además de l@s caídos en la lucha y l@s desaparecid@s, no estarán y sí, acompañándonos en la Escuelita Zapatista, l@s pres@s polític@s que, bajo distintas artimañas jurídicas, se encuentran en las cárceles del mundo o en situación de asilo político.

Son miles en todo el mundo, y lo pequeño de nuestra palabra no alcanza a llegar a todas, a todos.  Aunque estamos acudiendo a nuestr@s compañer@s de la Red Nacional Contra la Represión y por la Solidaridad, para tratar de llegar a l@s más posibles, siempre faltarán.

Por eso hemos mandado invitación, entre much@s, a algunas, algunos, que simbolizan no sólo lo absurdo de pretender encerrar la libertad, también, y sobre todo, la digna resistencia y la perseverancia de quienes no son vencidos por guardias, paredes y rejas.

Entre ell@s se encuentran:

Alberto Patishtán Gómez.- Condenado a 60 años de cárcel, este 19 de junio cumple 13 años tras las rejas.  Su delito: ser mexicano, chiapaneco, indígena, profesor y simpatizante zapatista.  A pesar de que se ha demostrado lo injusto de su encarcelamiento, las autoridades judiciales demoran su liberación.  En palabras de un funcionario gubernamental: “si liberamos a Patishtán sería una mala señal por partida doble: evidenciaríamos que el sistema judicial es una mierda, y alentaríamos la lucha por la libertad de otros presos.  Es algo que no nos conviene desde ningún punto de vista.  Mejor esperar a que se cansen quienes están haciendo ruido con eso.”  Pero acá sabemos que sí, que el sistema judicial en México es una mierda, y que quienes luchan por la libertad de l@s pres@s polític@s no se van a cansar… nunca.

Leonard Peltier.- Lleva 37 años en prisión.  Su delito: pertenecer al pueblo originario Sioux Chippewa (Anishinabe-Lakota) y luchar por los derechos de los pueblos originarios en la Unión Americana.  Fue tomado preso en 1976 y condenado a dos cadenas perpetuas consecutivas (tal vez porque sus verdugos querían asegurarse de que no saldría vivo ni muerto).  Se le acusó de matar a 2 agentes de la Oficina Federal de Inteligencia norteamericana (FBI por sus siglas en inglés).  El hecho ocurrió en Pine Ridge, territorio sagrado del pueblo Sioux, en Dakota del Sur, USA, donde se encontraron yacimientos de uranio y carbón.

Fue condenado sin prueba alguna y a pesar de que hay un expediente con más de 10 mil hojas con evidencias de su inocencia.  La acusación del FBI se puede resumir así: “Alguien tiene que pagarla”.  Por cierto, Robert Redford produjo una película sobre el caso, misma que no ha sido exhibida en cines norteamericanos.  Mientras tanto, los “chicos” y “chicas” del FBI, que tan bien pintan en las teleseries, han asesinado a 250 indígenas Lakotas.  No hay investigación alguna sobre esos crímenes.

Esto en un país levantado sobre el despojo de los territorios pertenecientes a los pueblos originarios en esa parte del continente americano.

Mumia Abu Jamal.- Estadunidense.  Prisionero desde hace más de 30 años.  Su delito, ser periodista y activista por los derechos de los discriminados por su color en la Unión Americana.  Inicialmente condenado a la pena de muerte, padece ahora cadena perpetua.  Lo acusaron los blancos de matar a un blanco, lo juzgaron los blancos, lo condenaron los blancos, lo iban a ejecutar los blancos, lo custodian los blancos.

Esto en un país levantado sobre la explotación del sudor y la sangre de los esclavos traídos de África… que, claro, no tenían la piel blanca.

Edward Poindexter y Mondo We Langa.Estadunidenses.  Su delito: luchar por los derechos de la población afroamericana en Estados Unidos.  Víctimas del Programa de Contra Inteligencia (CONTELPRO, por sus siglas en inglés) del FBI, fueron acusados de la muerte de un policía en 1970, al estallar un maletín con dinamita.  A pesar de tener la confesión del verdadero asesino, el FBI maniobró y sembró pruebas en contra de estos dos militantes de la organización Panteras Negras.  Numerosas pruebas jurídicas fundamentan la inocencia de ambos.

Siguen encarcelados en el país que se precia de la probidad e imparcialidad de su sistema jurídico.

Julian Paul Assange.- Originario de Australia y ciudadano del mundo. Actualmente refugiado político.  Su delito: divulgar mundialmente, entre otras cosas, la podredumbre de la política exterior norteamericana.

Assange es actualmente perseguido por los gobiernos británico y estadunidense, los dos países supuestos “paladines” de la justicia y la libertad.

Bradley Manning.- Soldado de primera clase del ejército norteamericano.  Su delito: divulgar un video donde, desde un helicóptero, soldados gringos matan a unos civiles en Irak.  Entre los asesinados están 2 periodistas.  También se le acusa de haber filtrado documentos sobre la barbarie norteamericana en Afganistán e Irak.  El cargo principal contra Bradley Manning, y que podría significarle la pena de muerte, es el de “ayudar al enemigo”, es decir, ayudar a que se conozca la verdad.

Esto en un país sostenido en la mentira de una constante amenaza externa (musulmanes, asiáticos, latinos, etc., es decir, el mundo entero) y, según la recién descubierta “maniobra de inteligencia” –en realidad se trata de espionaje-, también los estadunidenses son una amenaza.

Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar y René González Sehwerert.- La patria de estas cinco personas es Cuba, primer territorio libre en América.  También conocidos como “los 5 cubanos”.  Su delito: haber proporcionado información sobre los planes de grupos terroristas con base en territorio de la Unión Americana.  En junio de 1998, Cuba entregó al FBI norteamericano un informe recabado por los 5 cubanos.  El informe incluía cientos de páginas de reportes, videos y audios de las actividades de grupos terroristas en la Unión Americana.

En lugar de desmantelar las células terroristas, el FBI detiene a los 5 cubanos que, en los hechos, le habían salvado la vida a decenas de personas, turistas principalmente, que serían el blanco de los ataques.  Antonio es ingeniero, Fernando es diplomático, Gerardo es caricaturista, Ramón es economista y René piloto aviador.  Están presos por el delito de espionaje, siendo que, en el juicio en su contra, los mismos acusadores atestiguaron que el material que recopilaron no afectaba la seguridad nacional de la Unión Americana, y que Cuba no representaba una amenaza.

Todo esto en el territorio de quien dice combatir al terrorismo internacional.

Maria Alyójina, Yekaterina Stanislávovna Samutsévich y NadezhdaTolokónnikova.- Rusas, integrantes del grupo de rock punk “Pussy Riot”.  Su delito: denunciar la imposición de Vladimir Putin con la complicidad del alto clero de la Iglesia Ortodoxa rusa.  Fueron detenidas y tomadas prisioneras por tocar música punk en una iglesia.  La rola pedía a la madre de dios que echara a Putin del gobierno.  Fueron sentenciadas a dos años en prisión por haber “socavado el orden social”.

Esto en el país que se precia de haberse liberado de la “tiranía comunista”.

Gabriel Pombo da Silva.- Anarquista nacido en todas partes y en ninguna.  Lleva casi 30 años en más de 20 prisiones distintas de España y Alemania.  Su delito: ser consecuente.  A sus perseguidores les ha dicho:No hay nada más deplorable que un esclavo satisfecho… un individuo despojado de memoria y dignidad… es preferible ser conducido al cadalso por rebelarse que vivir cien años de «libertad condicional» y condicionada por los miedos y mentiras que nos han vendido, indoctrinado…”  Y, por su condición de preso político, ha sido claro: “Me consta que para mí (como para muchas otras) no existe la posibilidad de salir de la cárcel basándonos en sus leyes… porque su legalidad requiere de mi renuncia a mi identidad política… Y obviamente quien renuncia a su propia identidad política no sólo se traiciona a sí mismo, sino a todas las que nos han precedido con anterioridad en esta larga marcha por la dignidad y la libertad. No hay nada de heroico ni de «mártir» (de éstos está el cementerio lleno) en esta consideración. Lo creo sinceramente y con todo mi corazón y por ello estoy dispuesto a aceptar «pagar el tributo» por ser coherente conmigo mismo y cuanto pienso/siento…“

(…)

¿Por qué les hablo de est@s pres@s polític@s tan disímbolos y tan distantes entre sí?  Porque para las zapatistas, los zapatistas, la libertad no es patrimonio de un credo, una ideología, una posición política, una raza.  En los videos verán a qué nos referimos y les ayudarán a escuchar, que es como se empieza a entender.  Son como 15 minutos que ayudan a asomarse a los muchos mundos que en el mundo son.

Así como ellas y ellos, cientos de presas y presos políticos han sido invitados a la Escuelita Zapatista.  A tod@s ell@s les hemos mandado una carta como la que ahora les anexo.  Esperamos que la reciban, así como los libros y audios y videos donde contamos nuestra historia.  Esperamos que acepten la invitación, no porque pensemos que podamos enseñarles nada, sino para que conozcan cómo es que acá se nombra la libertad.

Aquí va:

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.

MÉXICO.

Mayo del 2013.

Para: ___________________________

De: Las mujeres, hombres, niños y ancianos zapatistas.

Asunto: Invitación Especial para participar en la Escuelita Zapatista.

Compañer@:

Reciba usted el saludo de los niños, niñas, ancianos, mujeres y hombres del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Le escribimos porque queremos invitarlo especialmente a participar en la escuelita zapatista “La Libertad según l@s Zapatistas”.

Sabemos que tal vez le sea imposible participar en esta ocasión personalmente.  Pero nosotros sabemos bien que llegará el día en que las puertas de las cárceles se abrirán para quienes, como usted, han sido tomados prisioneros por la injusticia hecha gobierno.  Y esas mismas puertas seguirán abiertas lo suficiente para que por ellas entren los banqueros y sus servidores.

Mientras tanto, veremos la forma de hacerle llegar los materiales.  Son textos con las palabras de nuestras compañeras y compañeros zapatistas, abrumadoramente indígenas mayas, y en ellos cuentan su historia propia de lucha.  Una historia, seguramente parecida a la de usted, llena de ese continuo sube y baja que es la lucha por la libertad, de los dolores que la llenan, de la esperanza que la rebosa, y de esa continua necedad de, como usted, no claudicar, no venderse, no rendirse.

Tal vez no le lleguen por el momento.  Es muy probable que sus carceleros y verdugos confisquen el material, alegando que el paquete contiene material peligroso.  Y es que la sola palabra “libertad”, cuando es vivida desde abajo y a la izquierda, es uno de los muchos horrores que pueblan las pesadillas de quienes arriba son a costa del dolor de los demás.

Como quiera acá esperamos, tarde o temprano, su asistencia.  Porque si nuestro empeño es la libertad, uno de nuestros distintivos es la paciencia.

Vale.  Salud y que la libertad sea lo que debe ser, es decir, patrimonio de la humanidad.

A nombre de tod@s l@s zapatistas del EZLN.

Subcomandante Insurgente Moisés.                          Subcomandante Insurgente Marcos.

México, mayo del 2013.

(fin de la carta-invitación para l@s pres@s polític@s)

(…)

Pues bien, así que ahora ya conocen a est@s otr@s invitad@s a participar en la Escuelita junto a usted.

No les tema.  No son ell@s l@s criminales, en cambio sí lo son quienes l@s mantienen prisioneros.

Vale.  Salud y que encontremos la libertad de la única forma posible, es decir, con tod@s ell@s.

(Continuará…)

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos.

México, Junio del 2013.

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L@S CONDISCÍPUL@S I. Primero l@s primer@s: L@S DESAPARECID@S.

L@S CONDISCÍPUL@S I.

Primero l@s primer@s:

L@S DESAPARECID@S.

Junio del 2013.

A l@s adherentes a la Sexta en México y el Mundo:

A l@s estudiantes de la Escuelita Zapatista:

Compañeroas, compañeras, compañeros:

Como seguramente no saben, la primera fase del primer curso “La Libertad según L@s Zapatistas” se ha completado.

Están ya los materiales de apoyo; están ya las maestras y los maestros listos; están ya llenos los cupos de inscripción; las familias indígenas zapatistas que l@s van a recibir hacen ya la cuenta de cuántos les tocan y preparan las champas, los cacharros para la comida, arreglan los lugares donde pernoctarán; los choferólogos, como les dice el Sub Moisés, afinan los motores y acicalan los vehículos para transportar a l@s alumn@s a sus escuelas; l@s insurgent@s tejen y destejen artesanías: los musiqueros preparan sus mejores rolas para amenizar la fiesta de los 10 años, la de recibimiento de los estudiantes, la de fin de curso; un saludable clima de histeria colectiva empieza a manifestarse entre quienes apoyan la organización; se revisan las listas para ver quién faltó… o quién sobra; y en el CIDECI, sede de la Unitierra en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, se avanza en los preparativos para la escuelita y para la cátedra “Tata Juan Chávez Alonso”.

Y, como era de esperarse, los gobiernos federal y estatal reactivan paramilitares, alientan a quienes provocan confrontaciones, y hacen lo suyo para evitar que ustedes (y otr@s a través de ustedes) constaten el avance en las comunidades zapatistas, y el marcado contraste con las comunidades y organizaciones que se cobijan bajo el ralo manto del asistencialismo gubernamental.

Ya sabe, lo previsible.  Tan de manual de contrainsurgencia, tan ineficaz, tan inútil.  Tan lo mismo de hace 10, 20, 500 años.  PRI, PAN, PRD, PVEM, PT, todos los partidos políticos, con imperceptibles variaciones en el discurso, haciendo lo mismo… y reiterando su fracaso.

Quién iba a decir que los gobiernos de todo el espectro político temieran tanto que mejorara el nivel de vida de los indígenas.  Y entendemos su nerviosa inquietud, su pánico mal disimulado, porque el mensaje que sale desde este lado es claro pero sumamente peligroso en su doble filo: no son necesarios… y estorban.

Total: mucho movimiento, adentro y afuera, de ell@s y de nosotr@s.

Y todo, visto desde lo alto de esta ceiba, semeja un ordenado desorden (iba a poner “desmadre”, pero me dicen que, quienes generosamente nos apoyan en la traducción a otros idiomas, se quejan de la abundancia de “localismos” imposibles de traducir).  Y podría agregar que todo se mueve “sin ton ni son”, sobre todo por esos ritmos de balada-corrido-ranchera-cumbia de los musiqueros que son como la banda sonora de esto, y que tienen un sonido, a decir lo menos, desconcertante.

En fin, que todo marcha sobre ruedas.

Ahora a mí me toca platicarles de quienes serán sus condiscípul@s.  Mujeres, hombres y otr@s de todas las edades, de diferentes rincones de los 5 continentes, de historias distintas.

Y me he subido a la ceiba no sólo por el temor de ser asaltado por un escarabajo impertinente, supuesto andante caballero, o por los melancólicos relatos del gato-perro… bueno, sí, también por eso, pero sobre todo porque, para hablarles de l@s primer@s invitad@s, es necesario mirarse el corazón, que es como nosotros los zapatistas, las zapatistas, llamamos a recordar, a hacer memoria.

Y es que l@s primer@s en la lista de invitad@s fueron, son, serán quienes nos han antecedido y acompañado en este inacabado camino a la libertad, l@s caíd@s y desaparecid@s en la lucha.

A todas ellas, a todos ellos, les mandamos una carta- invitación como la que ahora les anexo aquí.  Se las enviamos no hace mucho: ayer, hace un mes, hace un año, 10, 20, 500 años atrás.

Para entender la misiva no sólo será necesario mirar y escuchar los videos que la acompañan, también es necesaria una cierta dosis de memoria… y de digna rabia.

Va pues:

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.

MÉXICO.

A tod@s l@s caíd@s y desaparecid@s en la lucha por la libertad:

Compañera, compañero, compañeroa:

Reciba usted el saludo de…

Mmh…

Sí, tal vez usted tenga razón.  Tal vez algo tienen que ver las letras de Gieco, Benedetti, Heredia, Viglietti, Galeano, el empecinamiento de las abuelas y las madres de plaza de mayo, el digno valor sin precio de las doñas de Sinaloa y Chihuahua, el dolor hecho búsqueda pertinaz de los familiares de miles de desaparecidos a todo lo largo de este continente.  En fin, toda esa gente tan necia… y admirable.

Puede ser.  Lo cierto es que, pensando en quién podría estar interesado en vernos y escucharnos en este mostrarnos que llamamos “la escuelita zapatista”, quienes primero vinieron a nuestras manos fueron ustedes.  Todas, todos.  Porque, a pesar de que muchos nombres ignoramos, saberla, saberlo a usted es saberlos a todos, a todas.

Así que, si hay que buscar a alguien responsable de estas líneas, cárguelo usted a la memoria, esa continua y pertinaz impertinente que no nos deja en paz, siempre dando batalla, siempre dando guerra.

Y qué bueno, decimos nosotras, nosotros, indígenas, mayas, zapatistas.  Qué bueno que esta guerra contra el olvido no cese, que siga, que crezca, que se haga mundial.

Bueno, sí, también puede ser porque acá tod@s somos un poco, o un mucho, como muert@s, como desaparecid@s, tocando una y otra vez la puerta de la historia, reclamando un lugar, uno pequeño, como somos de por sí.  Demandando una memoria.

Pero nos parece, después de darle vueltas y vueltas al asunto, que la culpable es la memoria.

¿Eh?

Claro, también el olvido.

Porque es el olvido el que acecha, ataca, conquista.  Y es la memoria la que vigila, la que defiende, la que resiste.

Por eso esta carta-invitación.

¿Qué a dónde la mandamos?  Sí, fue un problema.  Estuvimos pensando mucho, no se crea.

Sí, tal vez por eso piense usted que algo tuvo que ver León Gieco y su canción ésa de “En el país de la libertad”.

¿Que por eso, es decir, por usted, ustedes, llamamos al curso “La Libertad según l@s Zapatistas”? ¿Para tener una dirección a dónde enviarle la invitación?  Bueno, no se nos había ocurrido, pero ahora que usted lo menciona… sí, puede ser.  Nos evitaríamos así todo el embrollo de buscar direcciones, oficinas postales, correos electrónicos, blogs, páginas web, nicknames, redes sociales, y todo eso para lo que nuestra ignorancia es enciclopédica.

¿Sabe?  Acá ha habido, y hay, no pocos momentos difíciles.  Momentos en que todo y todos parecen ponerse en contra.  Momentos en que miles de razones, en veces con el mortal ropaje del plomo y el fuego, y en veces vestidas gentilmente de los cómodos argumentos del conformismo, nos han atacado por todos los flancos para convencernos de las bondades de claudicar, de vendernos, de rendirnos.

Y si no sucumbimos, no fue porque fuéramos poderosos y tuviéramos un gran arsenal (de armas y de dogmas al caso o cosa, según).

Fue porque estamos poblados por ustedes, por su memoria.

Ya sabe usted de nuestra obsesión por los calendarios y las geografías, ése nuestro modo tan muy otro de entendernos y entender el mundo.

Bueno, pues acá la memoria no es cuestión de efemérides de un día que sólo sirven como coartada para el olvido durante el resto del año.  No es algo de estatuas, monumentos, museos.  Es, ¿cómo le diré?… algo con menos bulla, sin tanta pompa y circunstancia.  Algo más callado, como un susurro apenas… pero constante, terco, colectivo.

Porque acá, otra forma de decir que no perdonamos ni olvidamos es no claudicar, no venderse, no rendirse.  Es resistir.

Sí, es, digámoslo así, “poco ortodoxo”, pero qué le vamos a hacer.  Es parte de nuestros modos… o “ni modos”, según.

Bueno, acá la esperamos, lo esperamos.

La presente la estamos remitiendo al “país de la libertad”, la única nación sin fronteras pero con todas las banderas… o ninguna (que no es lo mismo pero es igual), y a la que más difícil es llegar… tal vez porque el único camino para llegar es la memoria.

Sabemos de la imposibilidad actual de que asista a nuestras comunidades, y que mandarle los materiales es problemático.  Pero como quiera, ahora, al igual que ayer y que mañana, usted tiene un lugar especial con nosotros.

Sí, tal vez nos encontremos antes sin quererlo… o queriéndolo… tocando alguna puerta o asomándonos por una ventana, pero siempre abriendo un corazón.

Mientras tanto, tampoco usted olvide que, cuando las zapatistas y los zapatistas decimos “aquí estamos”, también l@s incluimos a ustedes.

Vale.  Salud y que la memoria resista, es decir, que viva.  Porque vivos se los llevaron y vivos los queremos.

A nombre de tod@s l@s zapatistas del EZLN.

Subcomandante Insurgente Moisés.                         Subcomandante Insurgente Marcos.

México, mayo del 2013.

(Fin de la carta-invitación para l@s caíd@s y desaparecid@s en la lucha por la libertad).

(…)

Así que ya sabe quiénes se contarán entre sus condiscípul@s.

Por aquí andarán.  No, no espantarán a nadie.  Bueno, a menos que alguien tema la memoria y que venga buscando olvido.  Pero como creo que no es su caso, o cosa, según, entonces no tiene de qué preocuparse.

Tal vez, sin proponérselo, tope usted con la gran ceiba madre, el árbol que sostiene al mundo.  Si tiene la paciencia y la imaginación necesarias, mire su tronco y haga pregunta.  Tal vez la ceiba madre, con est@s condiscípulos tan otr@s como compañía, le responda en las áridas arrugas de su tronco.  Pregunte lo que quiera, pero sobre todo, pregunte lo más importante:

Pregunte: ¿Con quién todo esto? Y le responderán: Contigo.

Pregunte: ¿Para quién este esfuerzo? Y le dirán: Para ti.

Pregunte: ¿Quién lo hizo posible? Y, tal vez con un ligero temblor, escuchará: .

Pregunte: ¿Para qué este camino?

Y entonces la ceiba madre, la tierra, el viento, la lluvia, el cielo sangrando luz, tod@s nuestr@s caíd@s, nuestr@s desaparecid@s, le responderán:

Libertad… ¡Libertad!… ¡LIBERTAD!

Así que ya lo sabe: si, cuando usted esté en estas montañas del sureste mexicano, llueve, ventea, el cielo cobija o descubre su luz, y la tierra se humedece, será porque, al pie de la ceiba madre, la sostenedora del mundo, alguien está haciendo preguntas… y, sobre todo, porque está recibiendo respuestas.

¿Lo que sigue después?  Bueno, me parece que esa historia les tocará contarla a ustedes.

Vale.  Salud y que la memoria, ni caiga ni desaparezca.

(Continuará…)

Desde un rincón de la memoria.

SupMarcos.

México, Junio del 2013.

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Escucha y ve los videos que acompañan este texto.

Mario Benedetti, el siempre bienvenido, junto a Daniel Vigglietti, cantan, es decir, gritan de l@s desaparecid@s, sobre l@s desaparecid@s, con l@s desaparecid@s.  Dedicado a las madres y abuelas que ni claudican, ni se rinden, ni se venden.

…………………………………

De nuevo Mario Benedetti, subrayando, con su voz, la imposibilidad del olvido.  Dedicado a quienes no olvidan.

……………………………..

León Gieco canta, de su autoría, “La Memoria”, la necia, implacable, feroz memoria de quienes no están, pero no se han ido, ni se irán… mientras haya alguien que no olvide.

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León Gieco con su rola “El País de la Libertad”, dirección a la que se dirige la memoria.

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Víctor Heredia explica por qué “Todavía cantamos”, es decir, por qué no olvidamos.

radio
CCRI - EZLN

¿Escucharon? Comunicado del EZLN – 21 de diciembre 2012

radio
EZLN

Quinta Declaración de la Selva Lacandona

Hoy decimos: ¡Aquí estamos! ¡Resistimos!

“Nosotros somos los vengadores de la muerte.
Nuestra estirpe no se extinguirá mientras
haya luz en el lucero de la mañana”

Popol Vuh

Hermanos y hermanas.

No es nuestra la casa del dolor y la miseria. Así nos la ha pintado el que nos roba y engaña.
No es nuestra la tierra de la muerte y la angustia.
No es nuestro el camino de la guerra.
No es nuestra la traición ni tiene cabida en nuestro paso el olvido.
No son nuestros el suelo vacío y el hueco cielo.

Nuestra es la casa de la luz y la alegría. Así la nacimos, así la luchamos, así la creceremos.
Nuestra es la tierra de la vida y la esperanza.
Nuestro el camino de la paz que se siembra con dignidad y se cosecha con justicia y libertad.

I. La resistencia y el silencio

Hermanos y hermanas.

Nosotros entendemos que la lucha por el lugar que merecemos y necesitamos en la gran Nación mexicana, es sólo una parte de la gran lucha de todos por la democracia, la libertad y la justicia, pero es parte fundamental y necesaria. Una y otra vez, desde el inicio de nuestro alzamiento el 1 de enero de 1994, hemos llamado a todo el pueblo de México a luchar juntos y por todos los medios, por los derechos que nos niegan los poderosos. Una y otra vez, desde que nos vimos y hablamos con todos ustedes, hemos insistido en el diálogo y el encuentro como camino para andarnos. Desde hace más de cuatro años nunca la guerra ha venido de nuestro lado. Desde entonces siempre la guerra ha venido en la boca y los pasos de los supremos gobiernos. De ahí han venido las mentiras, las muertes, las miserias.

Consecuentes con el camino que ustedes nos pidieron andar, dialogamos con el poderoso y llegamos a acuerdos que significarían el inicio de la paz en nuestras tierras, la justicia a los indígenas de México y la esperanza a todos los hombres y mujeres honestos del país.

Estos acuerdos, los Acuerdos de San Andrés, no fueron producto de la voluntad única de nosotros, ni nacieron solos. A San Andrés llegaron representantes de todos los pueblos indios de México, ahí estuvo su voz representada y planteadas sus demandas. Estuvo brillando su lucha que es lección y camino, habló su palabra y su corazón definió.

No estuvieron solos los zapatistas en San Andrés y sus acuerdos. Junto y detrás de los pueblos indios del país estuvieron y están los zapatistas. Como ahora, entonces sólo fuimos parte pequeña de la gran historia con rostro, palabra y corazón del náhuatl, paipai, kiliwa, cúcapa, cochimi, kumiai, yuma, seri, chontal, chinanteco, pame, chichimeca, otomí, mazahua, matlazinca, ocuilteco, zapoteco, solteco, chatino, papabuco, mixteco, cuicateco, triqui, amuzgo, mazateco, chocho, izcateco, huave, tlapaneco, totonaca, tepehua, popoluca, mixe, zoque, huasteco, lacandón, maya, chol, tzeltal, tzotzil, tojolabal, mame, teco, ixil, aguacateco, motocintleco, chicomucelteco, kanjobal, jacalteco, quiché, cakchiquel, ketchi, pima, tepehuán, tarahumara, mayo, yaqui, cahita, ópata, cora, huichol, purépecha y kikapú.

Como entonces, hoy seguimos caminando junto a todos los pueblos indios en la lucha por el reconocimiento de sus derechos. No como vanguardia ni dirección, sólo como parte.

Nosotros cumplimos nuestra palabra de buscar la solución pacífica.

Pero el supremo gobierno faltó a su palabra e incumplió el primer acuerdo fundamental al que habíamos llegado: el reconocimiento de los derechos indígenas.

A la paz que ofrecíamos, el gobierno opuso la guerra de su empecinamiento.

Desde entonces, la guerra en contra nuestra y de todos los pueblos indios ha seguido.

Desde entonces, las mentiras han crecido.

Desde entonces se ha engañado al país y al mundo enteros simulando la paz y haciendo la guerra contra todos los indígenas.

Desde entonces se ha tratado de olvidar el incumplimiento de la palabra gubernamental y se ha querido ocultar la traición que gobierna las tierras mexicanas.

II. Contra la guerra, no otra guerra sino la misma resistencia digna y silenciosa

Mientras el gobierno descubría a México y al mundo su voluntad de muerte y destrucción, los zapatistas no respondimos con violencia ni entramos a la siniestra competencia para ver quién causaba más muertes y dolores a la otra parte.

Mientras el gobierno amontonaba palabras huecas y se apresuraba a discutir con un rival que se le escabullía continuamente, los zapatistas hicimos del silencio un arma de lucha que no conocía y contra la que nada pudo hacer, y contra nuestro silencio se estrellaron una y otra vez las punzantes mentiras, las balas, las bombas, los golpes. Así como después de los combates de enero de 94 descubrimos en la palabra un arma, ahora lo hicimos con el silencio. Mientras el gobierno ofreció a todos la amenaza, la muerte y la destrucción, nosotros pudimos aprendernos y enseñarnos y enseñar otra forma de lucha, y que, con la razón, la verdad y la historia, se puede pelear y ganar… callando.

Mientras el gobierno repartía sobornos y mentía apoyos económicos para comprar lealtades y quebrar convicciones, los zapatistas hicimos de nuestro digno rechazo a las limosnas del poderoso un muro que nos protegió y más fuertes nos hizo.

Mientras el gobierno mostraba señuelos con riquezas corruptas e imponía el hambre para rendir y vencer, los zapatistas hicimos de nuestra hambre un alimento y de nuestra pobreza la riqueza del que se sabe digno y consecuente.

Silencio, dignidad y resistencia fueron nuestras fortalezas y nuestras mejores armas. Con ellas combatimos y derrotamos a un enemigo poderoso pero falto de razón y justicia en su causa. De nuestra experiencia y de la larga y luminosa historia de lucha indígena que nos heredaron nuestros antepasados, los habitantes primeros de estas tierras, retomamos estas armas y convertimos en soldados nuestros silencios, la dignidad en luz, y en muralla nuestra resistencia.

No obstante que, en el tiempo que duró este nuestro estar callado, nos mantuvimos sin participar directamente en los principales problemas nacionales con nuestra posición y propuestas; aunque el silencio nuestro le permitió al poderoso nacer y crecer rumores y mentiras sobre divisiones y rupturas internas en los zapatistas, y trató de vestirnos con el traje de la intolerancia, la intransigencia, la debilidad y la claudicación; pese a que algunos se desanimaron por la falta de nuestra palabra y que otros aprovecharon su ausencia para simular ser voceros nuestros, a pesar de estos dolores y también por ellos, grandes fueron los pasos que adelante nos anduvimos y vimos.

Vimos que ya no pudieron mantener callados a nuestros muertos, muertos hablaron los muertos nuestros, muertos acusaron, muertos gritaron, muertos se vivieron de nuevo. Ya no morirán jamás los muertos nuestros. Estos muertos nuestros siempre nuestros y siempre de los todos que se luchan.

Vimos a decenas de los nuestros enfrentarse con manos y uñas contra miles de armas modernas, los vimos caer presos, los vimos levantarse dignos y dignos resistir. Vimos a miembros de la sociedad civil caer presos por estar cerca de los indígenas y por creer que la paz tiene que ver con el arte, la educación y el respeto. Les vimos, ya moreno su corazón de lucha y ya hermanos nuestros los vimos.

Vimos a la guerra venir de arriba con su estruendo y vimos que pensaron que responderíamos y ellos harían el absurdo de convertir nuestras respuestas en argumentos para aumentar su crimen. Y trajo la guerra el gobierno y no obtuvo respuesta alguna, pero su crimen siguió. Nuestro silencio desnudó al poderoso y lo mostró tal y como es: una bestia criminal. Vimos que nuestro silencio evitó que la muerte y la destrucción crecieran. Así se desenmascararon los asesinos que se esconden tras los ropajes de lo que ellos llaman el “estado de derecho”. Arrancado el velo tras el que se escondían, aparecieron los tibios y pusilánimes, los que juegan con la muerte por ganancias, los que ven en la sangre ajena una escalera, los que matan porque al matador aplauden y solapan. Y el que gobierna se despojó de su último e hipócrita ropaje. “La guerra no es contra los indígenas”, dijo mientras perseguía, encarcelaba y asesinaba indígenas. Su propia y personal guerra lo acusó de asesino mientras nuestro silencio lo acusaba.

Vimos al poderoso gobierno irritarse al no encontrar ni rival ni rendición, lo vimos entonces volverse contra otros y golpear a los que no tienen el mismo camino que nosotros pero levantan idénticas banderas: líderes indígenas honestos, organizaciones sociales independientes, mediadores, organismos no gubernamentales consecuentes, observadores internacionales, ciudadanos cualquiera que quieren la paz. Vimos a todos estos hermanos y hermanas ser golpeados y los vimos no rendirse. Vimos al gobierno pegar a todos y, queriendo fuerzas restar, sumar enemigos lo vimos.

Vimos también que el gobierno no es uno ni es unánime la vocación de muerte que su jefe luce. Vimos que dentro tiene gente que quiere la paz, que la entiende, que necesaria la ve, que la mira imprescindible. Callados nosotros, vimos que otras voces dentro de la máquina de guerra hablaron para decir no a su camino.

Vimos al poderoso desconocer su propia palabra y mandar a los legisladores una propuesta de ley que no resuelve las demandas de los más primeros de estas tierras, que la paz aleja, y que defrauda las esperanzas de una solución justa que acabe con la guerra. Lo vimos sentarse a la mesa del dinero y ahí anunciar su traición y buscar el apoyo que los de abajo le niegan. Del dinero recibió el poderoso aplausos, oro, y la orden de acabar con los que hablan montañas. “Que mueran los que tengan que morir, miles si es necesario, pero que se acabe ese problema”, así habló el dinero al oído del que dice que gobierna. Vimos que esa propuesta incumplía con lo ya reconocido, con nuestro derecho a gobernar y a gobernarnos como parte de esta Nación.

Vimos que esa propuesta nos quiere romper en pedazos, nos quiere quitar nuestra historia, nos quiere borrar la memoria, y olvida la voluntad de todos los pueblos indios que se hizo colectiva en San Andrés. Vimos que esa propuesta trae la división y la ruptura de la mano, destruye puentes y borra esperanzas.

Vimos que a nuestro silencio se sumó la voluntad de gentes y personas buenas que, en los partidos políticos, levantaron voz y fuerza organizada en contra de la mentira, y así parar se pudo la injusticia y la simulación que se pretendían como ley constitucional de derechos indios y no era mas que ley para la guerra.

Vimos que, callando, mejor podíamos escuchar voces y vientos de abajo, y no sólo la ruda voz de la guerra de arriba.

Vimos que callando nosotros, el gobierno sepultó la legitimidad que dan la voluntad de paz y la razón como ruta y paso. El hueco de nuestra palabra ausente señaló la vacía y estéril palabra del que mandando manda, y se convencieron otros que no nos escuchaban y que con desconfianza nos miraban. Así, en muchos se afirmó la necesidad de la paz con la justicia y la dignidad como apellidos.

Vimos a esos todos que son los otros como nosotros, buscarse y buscar otras formas para que la paz volviera al terreno de las posibles esperanzas, construir y lanzar iniciativas los vimos, los vimos crecerse. Los vimos llegar hasta nuestras comunidades con ayuda haciéndonos saber que no estamos solos. Los vimos protestar marchando, firmando cartas, desplegados, pintando, cantando, escribiendo, llegando hasta nosotros. Los vimos también proponer diálogo con ellos, el verdadero, no el que se simula por la voluntad del poderoso. Vimos también que algunos fueron descalificados por la intolerancia de quienes más tolerantes ser debieran.

Vimos a otros que antes no vimos. Vimos que la lucha por la paz sumó ella, y no nosotros, a gentes nuevas y buenas, hombres y mujeres que, pudiendo optar por el cinismo y la apatía, eligieron el compromiso y la movilización.

A todos en silencio vimos, en silencio saludamos nosotros a los que buscaron y abrieron puertas, y en silencio les construimos esta respuesta.

Vimos a hombres y mujeres nacidos en otros suelos sumarse a la lucha por la paz. Vimos a unos desde sus propios países tender el largo puente del “no están solos”, los vimos movilizarse y repetir el “¡Ya basta!”, primero los vimos imaginar y realizar reclamos de justicia, marchar como quien canta, escribir como quien grita, hablar como quien marcha. Vimos todos esos destellos rebotar en los cielos y llegar a nuestras tierras con todos los nombres con los que José se nombra, con los rostros de los todos que en todos los mundos lugar para todos quieren.

Vimos a otros cruzar el largo puente y, desde sus suelos, llegar hasta los nuestros después de saltar fronteras y océanos, para observar y condenar la guerra. Los vimos llegar hasta nosotros para hacernos saber que no estamos solos. Los vimos ser perseguidos y hostigados como nosotros. Los vimos ser golpeados como nosotros. Los vimos ser calumniados como nosotros lo somos. Los vimos resistir como nosotros. Los vimos quedarse aunque los fueran. Los vimos en sus suelos hablando lo que miraron sus ojos y mostrar lo que escucharon sus oídos. Seguir luchando los vimos.

Vimos que callando, más fuerte habló la resistencia de nuestros pueblos en contra del engaño y la violencia.

Vimos que en silencio también nos hablamos como lo que realmente somos no como el que trae la guerra, sino como el que busca la paz, no como el que su voluntad impone, sino como el que un lugar donde quepan todos anhela, no como el que está solo y simula muchedumbre a su lado, sino como el que es todos aun en la silenciosa soledad del que resiste.

Vimos que nuestro silencio fue escudo y espada que hirió y desgastó al que la guerra quiere y guerra impone. Vimos que nuestro silencio hizo resbalar una y otra vez a un poder que simula paz y buen gobierno, y que su poderosa máquina de muerte una y otra vez se estrelló contra el silencioso muro de nuestra resistencia. Vimos que en cada nuevo ataque menos ganaba y más perdía. Vimos que no peleando peleábamos.

Y vimos que la voluntad de paz también callando se afirma, se muestra y convence.

III.- San Andrés: una ley nacional para todos los indígenas y una ley para la paz.

Una ley indígena nacional debe responder a las esperanzas de los pueblos indios de todo el país. En San Andrés estuvieron representados los indígenas de México y no sólo los zapatistas. Los acuerdos firmados lo son con todos los pueblos indios, y no sólo con los zapatistas. Para nosotros, y para millones de indígenas y no indígenas mexicanos, una ley que no cumpla con San Andrés es sólo una simulación, es una puerta a la guerra y un precedente para rebeliones indígenas que, en el futuro, vendrán a cobrar la factura que la historia presenta regularmente a las mentiras.

Una reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígenas no debe ser unilateral, debe incorporar los Acuerdos de San Andrés y reconocer así los aspectos fundamentales de las demandas de los pueblos indios: autonomía, territorialidad, pueblos indios, sistemas normativos. En los Acuerdos se reconoce el derecho a la autonomía indígena y el territorio, conforme al convenio 169 de la OIT, firmado por el Senado de la República. Ninguna legislación que pretenda encoger a los pueblos indios al limitar sus derechos a las comunidades, promoviendo así la fragmentación y la dispersión que hagan posible su aniquilamiento, podrá asegurar la paz y la inclusión en la Nación de los más primeros de los mexicanos. Cualquier reforma que pretenda romper los lazos de solidaridad históricos y culturales que hay entre los indígenas, está condenada al fracaso y es, simplemente, una injusticia y una negación histórica.

Aunque no incorpora todos los Acuerdos de San Andrés (una prueba más de que no fuimos intransigentes, aceptamos la labor de la coadyuvancia y la respetamos), la iniciativa de ley elaborada por la Comisión de Concordia y Pacificación es una propuesta de ley que nace del proceso de negociación y, por tanto, está en el espíritu de darle continuidad y razón de ser al diálogo, es una base firme que puede abrir la solución pacifica del conflicto, se convierte en una importante ayuda para anular la guerra y preceder a la paz. La llamada “ley Cocopa” se elabora sobre la base de lo que produjeron los pueblos indios desde abajo, reconoce un problema y sienta las bases para solucionarlo, refleja otra forma de hacer política, la que aspira a hacerse democrática, responde a una demanda nacional de paz, une a sectores sociales y permite seguir adelante en la agenda de los grandes problemas nacionales. Por eso hoy ratificamos que apoyamos la iniciativa de ley elaborada por la Comisión de Concordia y Pacificación y demandamos que se eleve a rango constitucional.

IV.- El diálogo y la negociación, posibles si son verdaderos.

Sobre el diálogo y la negociación decimos que tienen tres grandes enemigos que deben ser derrotados para poder constituirse en camino viable, eficaz y creíble. Estos enemigos son la ausencia de mediación, la guerra y el incumplimiento de los acuerdos. Y la falta de una mediación, la guerra y el incumplimiento de la palabra son responsabilidad del gobierno.

La mediación en la negociación de un conflicto es imprescindible, sin ella no es posible que exista un diálogo entre dos partes enfrentadas. Al destruir con su guerra a la Comisión Nacional de Intermediación, el gobierno destruyó el único puente que había para el diálogo, se deshizo de un importante obstáculo a la violencia y provocó el surgimiento de una interrogante: ¿mediación nacional o internacional?

El diálogo y la negociación tendrán pertinencia, viabilidad y eficacia cuando, además de contar con una mediación, la confianza y la credibilidad se restituyan. Mientras tanto, sólo puede ser una farsa en la que no estamos dispuestos a participar. No para eso entramos al diálogo. Entramos para buscar vías pacíficas, no para ganar tiempo apostando a trapacerías políticas. No podemos ser cómplices de una simulación.

Tampoco podemos ser cínicos y fingir un diálogo sólo para evitar la persecución, el encarcelamiento y el asesinato de nuestros dirigentes. Las banderas zapatistas no nacieron con nuestros jefes, no morirán con ellos. Si nuestros dirigentes son asesinados o encarcelados, no podrán decir que fue por ser inconsecuentes o traidores.

No nos alzamos y nos hicimos rebeldes por creernos más fuertes y poderosos. Nos levantamos en demanda de democracia, libertad y justicia porque tenemos la razón y la dignidad de la historia de nuestro lado. Y con esto en las manos y en el pecho, es imposible quedarse impávido frente a las injusticias, traiciones y mentiras que en nuestro país son ya un “estilo de gobierno”.

La razón siempre ha sido un arma de resistencia frente a la estupidez que ahora, pero no por mucho tiempo, aparece tan arrolladora y omnipotente. Estemos o no estemos los zapatistas, la paz con justicia y dignidad es un derecho por cuyo cumplimiento seguirán luchando los mexicanos honestos, indígenas y no indígenas.

V.- Resistimos, seguimos.

Hermanos y hermanas:

El EZLN ha logrado sobrevivir como organización a una de las ofensivas más feroces que en su contra se han desatado. Conserva intacta su capacidad militar, ha expandido su base social y se ha fortalecido políticamente al evidenciarse la justeza de sus demandas. Se ha reforzado el carácter indígena del EZLN, y sigue siendo un importante impulsor de la lucha por los derechos de los pueblos indios. Los indígenas son hoy actores nacionales y sus destinos y planteamientos forman parte de la discusión nacional. La palabra de los habitantes primeros de estas tierras tiene ya un lugar especial en la opinión pública, lo indígena ya no es turismo o artesanía, sino lucha en contra de la pobreza y por la dignidad. Los zapatistas hemos tendido un puente con otras organizaciones sociales y políticas, y con miles de personas sin partido, de todas hemos recibido respeto y a todas hemos correspondido. Además hemos, junto a otros, tendido puentes a todo el mundo y hemos contribuido a crear (al lado de hombres y mujeres de los 5 continentes) una gran red que lucha por medios pacíficos en contra del neoliberalismo y resiste luchando por un mundo nuevo y mejor. También hemos contribuido en algo en el nacimiento de un movimiento cultural nuevo y fresco que lucha por un hombre y un mundo nuevos.

Todo esto ha sido posible gracias a nuestros compañeros y compañeras bases de apoyo, sobre ellos y ellas ha recaído el peso mayor de nuestra lucha y la han enfrentado con firmeza, decisión y heroísmo. Importante también ha sido el apoyo de los pueblos indios de todo el país, de nuestros hermanos indígenas que nos han enseñado, nos han escuchado y nos han hablado. La sociedad civil nacional ha sido el factor fundamental para que las justas demandas de los zapatistas y de los indígenas de todo el país continúen por el camino de las movilizaciones pacíficas. La sociedad civil internacional ha sido sensible y ha tenido oídos y ojos atentos para que la respuesta a las exigencias no sean más muertes o prisiones. Las organizaciones políticas y sociales independientes nos han aceptado como hermanos y así nuestra resistencia se llenó de aliento. Todos nos han ayudado para resistir a la guerra, nadie para hacerla.

Hoy, con todos los que caminan dentro nuestro y a nuestro lado, decimos: ¡Aquí estamos! ¡Resistimos!

A pesar de la guerra que padecemos, de nuestros muertos y presos, los zapatistas no olvidamos por qué luchamos y cuál es nuestra principal bandera en la lucha por la democracia, la libertad y la justicia en México: la del reconocimiento de los derechos de los pueblos indios.

Por el compromiso hecho desde el primer día de nuestro alzamiento, hoy volvemos a poner en primer lugar, por encima de nuestro sufrimiento, por encima de nuestros problemas, por encima de las dificultades, la exigencia de que se reconozcan los derechos de los indígenas con un cambio en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que les asegure a todos el respeto y la posibilidad de luchar por lo que les pertenece: la tierra, el techo, el trabajo, el pan, la medicina, la educación, la democracia, la justicia, la libertad, la independencia nacional y la paz digna.

VI.- Es la hora de los pueblos indios, de la sociedad civil y del Congreso de la Unión.

Hermanos y hermanas:

Habló ya la guerra su estridente ruido de muerte y destrucción.

Habló ya el gobierno y su máscara criminal.

Es el tiempo de que florezcan de nuevo en palabras las silenciosas armas que llevamos por siglos, es el tiempo de que hable la paz, es el tiempo de la palabra por la vida.

Es nuestro tiempo.

Hoy, con el corazón indígena que es digna raíz de la nación mexicana y habiendo escuchado ya todos la voz de muerte que viene en la guerra del gobierno, llamamos al Pueblo de México y a los hombres y mujeres de todo el planeta a unir con nosotros sus pasos y sus fuerzas en esta etapa de la lucha por la libertad, la democracia y la justicia, a través de esta…

Quinta Declaración de la Selva Lacandona.

En la que llamamos a todos los hombres y mujeres honestos a luchar por el…

RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDIOS Y POR EL FIN DE LA GUERRA DE EXTERMINIO.

No habrá transición a la democracia, ni reforma del Estado, ni solución real a los principales problemas de la agenda nacional, sin los pueblos indios. Con los indígenas es necesario y posible un país mejor y nuevo. Sin ellos no hay futuro alguno como Nación.

Es esta la hora de los pueblos indios de todo México. Los llamamos para que, juntos, sigamos luchando por los derechos que la historia, la razón y la verdad nos han dado. Los llamamos para que, juntos y recogiendo la herencia de lucha y resistencia, nos movilicemos en todo el país y le hagamos saber a todos, por medios civiles y pacíficos, que somos la raíz de la Nación, su fundamento digno, su presente de lucha, su futuro incluyente. Los llamamos para que, juntos, luchemos por un lugar de respeto al lado de todos los mexicanos. Los llamamos para que, juntos, demostremos que queremos la democracia, la libertad y la justicia para todos. Los llamamos a exigir el ser reconocidos como parte digna de nuestra Nación. Los llamamos para que, juntos, detengamos la guerra que en contra de todos hacen los poderosos.

Es esta la hora de la Sociedad Civil Nacional y de las organizaciones políticas y sociales independientes. Es la hora de los campesinos, de los obreros, de los maestros, de los estudiantes, de los profesionistas, de los religiosos y religiosas consecuentes, de los periodistas, de los colonos, de los pequeños comerciantes, de los deudores, de los artistas, de los intelectuales, de los discapacitados, de los seropositivos, de los homosexuales, de las lesbianas, de los hombres, de las mujeres, de los niños, de los jóvenes, de los ancianos, de los sindicatos, de las cooperativas, de las agrupaciones campesinas, de las organizaciones políticas, de las organizaciones sociales. Las llamamos a que, junto a los pueblos indios y a nosotros, luchemos contra la guerra y por el reconocimiento de los derechos indígenas, por la transición a la democracia, por un modelo económico que sirva al pueblo y no se sirva de él, por una sociedad tolerante e incluyente, por el respeto a la diferencia, por un país nuevo donde la paz con justicia y dignidad sea para todos.

Es esta la hora del Congreso de la Unión. Después de una larga lucha por la democracia, encabezada por los partidos políticos de oposición, hay en las cámaras de Diputados y Senadores una nueva correlación de fuerzas que dificulta las arbitrariedades propias del presidencialismo y apunta, con esperanza, a una verdadera separación e independencia de los poderes de la Unión. La nueva composición política de las cámaras baja y alta plantea el reto de dignificar el trabajo legislativo, la expectativa de convertirlo en un espacio al servicio de la Nación y no del presidente en torno, y la esperanza de hacer realidad el “Honorable” que antecede al nombre colectivo con que se conoce a senadores y diputados federales. Llamamos a los diputados y senadores de la República de todos los partidos políticos con registro y a los congresistas independientes, a que legislen en beneficio de todos los mexicanos. A que manden obedeciendo. A que cumplan con su deber apoyando la paz y no la guerra. A que, haciendo efectiva la división de Poderes, obliguen al Ejecutivo federal a detener la guerra de exterminio que lleva adelante en las poblaciones indígenas de México. A que, con pleno respeto a las prerrogativas que la Constitución Política les confiere, escuchen la voz del pueblo mexicano y sea ella la que los mande en el momento de legislar. A que apoyen con firmeza y plenitud a la Comisión de Concordia y Pacificación, para que esta comisión legislativa pueda desempeñar eficaz y eficientemente sus labores de coadyuvancia en el proceso de paz. A que respondan al llamado histórico que exige pleno reconocimiento a los derechos de los pueblos indios. A que contribuyan a crear una imagen internacional digna de nuestro país. A que pasen a la historia nacional como un Congreso que dejó de obedecer y servir a uno, y cumplió con su obligación de obedecer y servir a todos.

Es esta la hora de la Comisión de Concordia y Pacificación. Está en sus manos y habilidades el detener la guerra, cumplir lo que el Ejecutivo se niega a cumplir, abrir la esperanza de una paz justa y digna, y crear las condiciones para la convivencia pacífica de todos los mexicanos. Es la hora de hacer cumplir lealmente la ley dictada para el diálogo y la negociación en Chiapas. Es la hora de responder a la confianza que en esta Comisión depositaron, no sólo los pueblos indios que acudieron a la mesa de San Andrés, también el pueblo todo que exige el cumplimiento de la palabra empeñada, el alto a la guerra y la paz necesaria.

Esta es la hora de la lucha por los derechos de los pueblos indios, como un paso a la democracia, la libertad y la justicia para todos.

Como parte de esta lucha a la que llamamos en esta Quinta Declaración de la Selva Lacandona por el reconocimiento de los derechos indígenas y por el fin de la guerra, ratificando nuestro “Para todos todo, nada para nosotros”, el EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACION NACIONAL anuncia que realizará directamente y en todo México una…

CONSULTA NACIONAL SOBRE LA INICIATIVA DE LEY INDIGENA DE LA COMISION DE CONCORDIA Y PACIFICACION Y POR EL FIN DE LA GUERRA DE EXTERMINIO.

Para esto nos proponemos llevar la iniciativa de ley de la Comisión de Concordia y Pacificación a una consulta nacional en todos los municipios del país para que todos los mexicanos y mexicanas puedan manifestar su opinión sobre dicha iniciativa. El EZLN enviará una delegación propia a cada uno de los municipios de todo el país para explicar el contenido de la iniciativa de Cocopa y para participar en la realización de la consulta. Para esto, el EZLN se dirigirá, en su oportunidad y públicamente, a la sociedad civil nacional y a las organizaciones políticas y sociales para hacerles saber la convocatoria expresa.

Llamamos a:

Los pueblos indios de todo México a que, junto a los zapatistas, se movilicen y se manifiesten exigiendo el reconocimiento de sus derechos en la Constitución.

Los hermanos y hermanas del Congreso Nacional Indígenas para que participen, juntos los zapatistas, en la tarea de consulta a todos los mexicanos y mexicanas sobre la iniciativa de ley de la Cocopa.

A los trabajadores, campesinos, maestros, estudiantes, ama de casa, colonos, pequeños propietarios, pequeños comerciantes y empresarios, jubilados, discapacitados, religiosos y religiosas, jóvenes, mujeres, ancianos, homosexuales y lesbianas, niños y niñas, para que, de manera individual o colectiva participen directamente con los zapatistas en la promoción, apoyo y realización de esta consulta, como un paso más a la paz con justicia y dignidad.

A la comunidad científica, artística e intelectual para que se sumen a los zapatistas en las tareas de organización de la consulta en todo el territorio nacional.

A las organizaciones sociales y políticas para que, con los zapatistas, trabajen en la realización de la consulta.

A los Partidos Políticos honestos y comprometidos con las causas populares para que otorguen todo el apoyo necesario a esta consulta nacional. Para esto, el EZLN se dirigirá, en su oportunidad y públicamente, a las direcciones nacionales de los partidos políticos en México.

Al Congreso de la Unión para que asuma su compromiso de legislar en beneficio del pueblo, para que contribuya a la paz y no a la guerra apoyando la realización de esta consulta. Para esto, el EZLN se dirigirá, en su oportunidad y públicamente, a los coordinadores de las fracciones parlamentarios y a los legisladores independientes en las cámaras de Diputados y Senadores.

A la Comisión de Concordia y Pacificación para que, cumpliendo con sus labores de coadyuvancia en el proceso de paz, allane el camino para la realización de la consulta sobre su iniciativa. Para esto, el EZLN se dirigirá, en su oportunidad y públicamente, a los legisladores miembros de la Cocopa.

VII.- Tiempo de la palabra para la paz.

Hermanos y hermanas:

Ha pasado ya el tiempo en que la guerra del poderoso habló, no dejemos que hable más.

Es ya el tiempo de que hable la paz, la que merecemos y necesitamos todos, la paz con justicia y dignidad.

Hoy, 19 de julio de 1998, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional suscribe esta Quinta Declaración de la Selva Lacandona. Invitamos a todos a conocerla, difundirla y a sumarse a los esfuerzos y tareas que demanda.

¡DEMOCRACIA!
¡LIBERTAD!
¡JUSTICIA!

Desde las montañas del Sureste Mexicano

Subcomandante Insurgente Marcos

Comité Clandestino Revolucionario Indígena
Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

México, Julio de 1998.