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Imagen: Una niña, coqueta, de falda corta, blusa morada, pelo largo, observa la meticulosa formación de cientos de zapatistas que van llenando la plaza del caracol de La Realidad. Hombres, mujeres, niños en brazos, y frente a ellos, una fila de milicianos. La niña descansa el peso de su cuerpo sobre una pierna, las manos en las caderas, y sonríe. Detrás de ella, tres insurgentes cuidan la entrada de la construcción de madera donde, suponemos, se encuentra la comandancia. El Comandante Tacho, incansable, corre de un lado a otro, da instrucciones, coordina, resuelve problemas, omnipresente.
Bajo el sol de la Selva Lacandona, los y las zapatistas lucen fuertes, dignos, organizados. Aparece entonces el Subcomandante Insurgente Marcos a caballo, el querido Sup Marcos que a tantos ha inspirado, con un guante negro con huesos pintados de blanco en la mano izquierda, armado con un machete a la espalda en vez del tradicional AR-15 y vistiendo una camisa azul en vez de café. Después aparecen otros jinetes, entre ellos el Subcomandante Insurgente Moisés y el Comandante Tacho. Todos, milicianos, insurgentes y comandantes, con el ojo derecho cubierto, mirando como se mira desde la izquierda.
Cientos, quizás miles de bases de apoyo llegaron aquí de varias zonas del territorio zapatista. Unos 600 de nosotros, solidarios de México y del mundo, llegamos aquí esta mañana después de una larguísima, atribulada y combativa travesía en caravana de dolor y de rabia. Y en este momento, ante el despliegue de fuerza y dignidad, el cansancio se olvida y renace la esperanza.
Salen los subcomandantes y unos minutos después se escucha la voz del Sup Marcos: Este es Radio Insurgente, transmitiendo desde las montañas del sureste mexicano. Nos saluda, y pasa la palabra al Subcomandante Moisés, quien nos comunica los primeros resultados de la investigación sobre el ataque que sufrieron aquí los zapatistas y el asesinato del maestro Galeano: Los responsables inmediatos ya se conocen. Se hará justicia. Habrá más informes después. Nos pide no caer en provocaciones por parte de los paramilitares de La Realidad… usemos la rabia contra el sistema, no contra esos hermanos vendidos y manipulados por el gobierno. Y luego el Sup Marcos nos informa que hay internet… Así que aquí estamos.
Por ahora es todo. Seguiremos reportando.