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(Español) Samir somos todas y todos: la memoria como resistencia
Texto de Camila Plá Osorio; Fotos por Camila Plá y Regina López
Defender la vida y el territorio, ser mujer, buscar a tus familiares desaparecidos o buscar justicia, se han convertido en prácticas de alto riesgo. México es uno de los países más violentos del mundo, sobre todo para las mujeres y para quienes defienden la naturaleza y el territorio.
El asesinato de Samir Flores Soberanes es un ejemplo de esto, ya que fue asesinado por defender la vida y la autonomía. Estaba en contra del Proyecto Integral Morelos (PIM), megaproyecto de muerte que ha sido impulsado por varios gobiernos y repudiado por los pueblos desde el principio de su construcción. «Nos quieren descampezinar» decía Samir hace poco más de un año, «Quieren que nos convirtamos en mano de obra, quieren nuestras tierras y nuestra vida».
Para las comunidades, estos proyectos conllevan la muerte de su forma de existencia, por esto, los han nombrado «proyectos de muerte», con su construcción se busca la aniquilación de las formas de vida campesina, indígena y comunitaria. El desafío y cuestionamiento que generaron las palabras y acciones de Samir como vocero de Amilcingo y del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua (FPDTA-MPT), incomodaron al poder, y ante el miedo a la valentía, los cobardes lo asesinaron. Creían que con su muerte, Samir, el pueblo de Amilcingo y la resistencia en contra del PIM pararían, permitiendo el libre paso del desarrollo capitalista y las políticas de muerte. Pero aun ahora, Amilcingo y Samir siguen desafiando al poder.
A través de la convocatoria a las Jornadas en defensa del territorio y la madre tierra Samir Flores somos todas y todos, lanzada por Amilcingo junto al FPDTA-MPT, al Congreso Nacional Indígena (CNI) y apoyado por el EZLN, se ha demostrado que los pueblos y las resistencias no olvidan, que la rabia y la dignidad son más fuertes de lo que esperaban los asesinos y que los pueblos tienen herramientas de ataque y autodefensa. Porque todos y todas somos Samir, nos unimos en contra de la injusticia, de la cerrazón del Estado, de los sistemas de gobierno y de la gente que sigue permitiendo el despojo y el asesinato.
Las Jornadas duraron tres días, comenzando el 20 de febrero con acciones dislocadas en 20 estados de la república y 7 países diferentes, además de los eventos comunitarios propios de Amilcingo.
(Español) #8M: Somos históricas
“Si es tu primera marcha, bienvenida te estábamos esperando” así recibimos a las miles de mujeres que se unían por primera vez.
Alrededor del mediodía del pasado 8 de marzo, el monumento a la Revolución se empezó a vestir con tonos violetas que se veían en prendas, pieles y paredes. Llegamos entusiasmadas, nos abrazamos. Algunas se sentaban a terminar sus pancartas y pintarse el rostro, otras más buscaban a su manada entre la multitud y quienes iban solas pedían unirse.
La marcha comenzó poco tiempo después, los primeros contingentes salieron, pero la convocatoria fue tan inmensa que muchas esperaron horas para poder avanzar. Unas no alcanzaron a llegar al monumento y se incorporaron en diferentes calles. Era un mar violeta con destellos verdes, la vista era increíble y el paisaje sonoro que más 200 mil de nosotras (es la cifra que alcanzamos a imaginar), fue inigualable.
Nos sentimos todas. A las que en otras ciudades también marchaban al mismo tiempo. A las que desde sus casas seguían las redes sociales. A las que quisieron estar y no pudieron… A las que nos quitaron y salimos a gritar por ellas. Fuimos todas.
Registramos este momento histórico donde mujeres de todas las edades, estrato social, creencias, activismos, gustos y opiniones convergimos.
Para muchas fue su primera marcha, otras llevan años saliendo para exigir mejores condiciones de bida. Juntas nos unimos para gritar nuestro hartazgo a la violencia patriarcal que a diario enfrentamos. Juntas lo estamos haciendo posible.





