migración
Asesinan a migrante guatemalteco en Tultitlán
Luis Hernández Navarro – La Jornada
Julio Fernando Cardona Agustín era originario del departamento de San Marcos y tenía apenas 19 años de edad. Formó parte de la caravana humanitaria Paso a Paso por la Paz, promovida por el sacerdote Alejandro Solalinde, que recorre el país desde el 25 de julio, promoviendo la protección y el reconocimiento de derechos para los inmigrantes indocumentados centroamericanos en México que se dirigen a Estados Unidos.
Julio Fernando llegó a la Casa del Migrante de San Juan Diego, en Tultitlán, el 2 de agosto. Tres días después recibió un certificado de nacionalidad para gestionar la regularización ofrecida por el Instituto Nacional de Migración a los integrantes de la caravana. El día 6 decidió continuar su viaje a Estados Unidos. Ya no llegó. Fue detenido por policías mexicanos y asesinado.
Lechería, en Tultitlán, es una comunidad a la que llegan de paso miles de centroamericanos. Allí confluyen los ferrocarriles que vienen del sur de México con los que van al norte.
Durante años, los migrantes abordaban el tren rumbo a la frontera en la estación Tultitlán del Tren Suburbano; sin embargo, ahora existen bardas y mallas que hacen más difícil subir. Los indocumentados que arriban a Tultitlán son víctimas frecuentes de redadas, extorsión y persecución de las diversas policías. Con frecuencia, las autoridades actúan en contubernio con las bandas criminales que abusan de los centroamericanos.
Las protestas por la muerte de Julio Fernando no se hicieron esperar. Una semana después, grupos defensores de derechos humanos y migrantes centroamericanos realizaron una caminata silenciosa por las vías del ferrocarril en Arriaga, Chiapas; marcharon para exigir castigo a los homicidas de su compañero. Exigieron eliminar las visas para migrantes y así evitar que sean víctimas del crimen organizado. Llevaron cruces y mantas con las leyendas Alto a la represión
, Eliminar visas para migrantes centroamericanos
y Basta de represión, secuestros, violaciones y asesinatos de migrantes
.
El sábado 13 de agosto, integrantes de la Caravana Paso a Paso y los encargados del albergue Casa Juan Diego convocaron a una procesión pacífica y una liturgia en memoria de Julio Fernando. Sin embargo, un grupo de vecinos, integrado por entre 30 y 50 personas de la colonia Lechería, impidió la realización del acto y amenazó con quemar la Casa del Migrante. Durante seis horas, religiosos y migrantes sufrieron la acometida xenófoba y racista.
Los habitantes que se oponen al albergue aseguran que los migrantes dañan a la comunidad, que son delincuentes y criminales. Culpan a los centroamericanos de la inseguridad que se vive en la zona. Se comportan con ellos de la misma manera en que actúan muchos estadunidenses con los mexicanos que cruzan la frontera.
Marco Antonio Calzada Arroyo, alcalde del municipio y militante del PRI, ha participado directamente en la generación del clima de intolerancia contra los indocumentados centroamericanos. El 2 de septiembre de 2010 se pronunció contra la permanencia del albergue en el municipio, alegando que los migrantes generan inseguridad y no otorgan ningún beneficio a la localidad. Según él, diariamente llegan a Tultitlán entre 100 y 150 sin papeles, todos sin dinero, hambrientos y sedientos, por lo que cometen delitos, como robar tanques de gas en domicilios particulares, violar y secuestrar. Él ha ordenado que se les detenga.
Los responsables del albergue han sido frecuentemente acosados. Guadalupe Calzada Sánchez, fundadora del refugio junto con la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana de la Iglesia Católica, sufrió en carne propia estos ataques. El 2 de julio del 2010 hombres armados y vestidos con uniformes de la Policía Federal irrumpieron en la Casa del Migrante e intentaron detener a varios centroamericanos, lo que fue impedido por Calzada Sánchez, entre otros voluntarios, así como por habitantes de Lechería. Tiempo después, Calzada Sánchez recibió amenazas por la labor que realiza.
Abundan los casos de abuso contra los migrantes en Tultitlán, perpetrados por diversas policías. Una sola muestra: el 19 de noviembre de 2009 integrantes de la Policía Federal llegaron al puente Independencia y detuvieron e intentaron llevarse a cinco centroamericanos. Los policías iban a bordo de un vehículo particular. Los sin papeles ya habían sido secuestrados previamente en Veracruz y torturados con golpes de madera en la espalda baja. Finalmente, los agentes desistieron de su intento de llevarse a los indocumentados al percatarse de la presencia de camarógrafos y reporteros de la cadena de televisión estadunidense CBS.
Ser migrante no es delito. Los indocumentados no son ilegales; simple y llanamente son seres humanos que no tienen papeles y que buscan un trabajo para sobrevivir. El clima de xenofobia y racismo en su contra es una vergüenza nacional. Los abusos policiacos que sufren son una canallada. El asesinato de Julio Fernando Cardona no debe quedar impune. Tampoco el de tantos otros como él, muertos sin nombre, cuyo único delito fue ejercer su derecho de fuga para procurar una vida digna.
Ataque a centro de migrantes en Lechería – comunicado de la Caravana Paso a Paso Hacia la Paz
A las Autoridades del Estado De México y al Ayuntamiento de Tultitlan
Comunicado de Prensa
Tultitlan, Estado de México, sábado 13 de agosto de 2011.- Activistas de la Caravana Paso a Paso Hacia la Paz y los encargados del albergue migrante Casa San Juan Diego, habíamos previsto iniciar a las 11:00 a.m. una procesión pacifica y una liturgia en memoria de Julio Fernando Cardona Agustín†, quien fuera asesinado el domingo pasado en las vías del tren del Municipio de Tultitlan.
Sin embargo, un grupo de alrededor de 30-50 personas extremadamente groseras y agresivas, con amenazas y gritos impidieron que se realizara el acto por las amenazas de quemar el albergue, o entrar y sacar a los migrantes para cerrarlo definitivamente. Para no generar violencia y para no exponer la seguridad de los migrantes, decidimos no salir.
Este plantón frente a la Casa San Juan Diego, duró unas seis horas mientras los vecinos gritaban “fuera”, “que se vayan”. Hablaron con ellos el sacerdote director de la Casa, una enviada del ayuntamiento, varios representantes de la caravana y la senadora Yeidckol Polensky quien fuera la gestora ante el INAMI de la regularización migratoria de los migrantes de la caravana y que había sido invitada a acompañar la frustrada procesión, quien se reunió con los migrantes, con los voluntarios del albergue, y con los colonos para escuchar sus peticiones y encontrar juntos una
solución, no se genero ningún tipo de agresión física.
Organizadores de la Caravana, la Pastoral de la Movilidad Humana y los sacerdotes de albergue, han establecido un dialogo con las autoridades civiles del municipio y del estado a fin de encontrar soluciones y reubicar la Casa San Juan Diego, en razón de la hostilidad y xenofobia de algunos vecinos –que no todos- y de policías municipales. Esperamos que el dialogo programado para el
próximo lunes 15 del presente, resulte en que las autoridades del Estado de México cumplan con su compromiso institucional de ofrecer respuestas claras y contundentes a nuestras preguntas y soluciones a los graves problemas de vandalismo, criminalidad y violencia y corrupción policiaca que encara el corredor migrante Ecatepec-Tultitlan y que de ninguna manera son imputables a los
migrantes ni a sus defensores.
Los problemas de la zona, son históricos, datan de mucho antes de que se instalara el albergue
migrante Casa San Juan Diego, que mas que generar problemas, los aminora al proporcionar ayuda humanitaria a la población en tránsito que forzosamente debe pasar por ahí al ser parte de la ruta del tren.
Entretanto, seguimos con la preocupación por la seguridad de los migrantes y personal voluntario del albergue que continúan amenazados y el albergue en peligro de ser cerrado, quemado, invadido y de expulsar por la fuerza a los migrantes, por lo que reiteramos nuestras peticiones anteriores y EXIGIMOS ENERGICAMENTE:
Exigimos, que se esclarezca lo acontecido a Julio Fernando Cardona Agustín, y que se castigue a los culpables de su asesinato y a los
policías que inadecuadamente participaron en la detención que resultó en la muerte de nuestro hermano guatemalteco Julio Fernando Cardona;
Al gobernador Enrique Peña Nieto y al Presidente Municipal Marco Antonio Calzada les pedimos una solución inmediata a la reubicación del albergue donde se pueda ofrecer una atención digna al migrante y no se ponga en riesgo su integridad;
Exigimos medidas cautelares para el albergue y para los migrantes albergados; Demandamos que las policías estatal y municipales de los municipios de la ruta del migrante en el Estado de México paren las agresiones, asaltos y violaciones a los derechos de los migrantes y se destituya a los policías que incurran en extorsión, abuso de autoridad, violaciones a sus derechos humanos y cualquier acción que atente en contra de la vida e integridad de los migrantes;
Responsabilizamos a las autoridades del Estado de México de la violencia y xenofobia que se está creando en el Municipio de Tultitlan ya que han ignorado las peticiones de reubicación de la casa y atención del migrante, poniendo en riesgo la integridad y la vida tanto de migrantes como de voluntarios del albergue de Lechería, Casa San Juan Diego.
Exigimos al gobierno federal manifieste su voluntad política de velar por los derechos humanos de los y las migrantes, suprimiendo la visa para los países de Centroamérica.