EZLN
Contrainsurgencia y resistencia zapatista
as marchas silenciosas de miles de zapatistas en cinco cabeceras de Chiapas, el 21 de diciembre, lograron recordar a la sociedad dos cosas: la capacidad organizativa del EZLN y su vigencia política. Contra aquellos que decían que el zapatismo era cosa del pasado, los aproximadamente 40 mil indígenas que participaron en las movilizaciones demostraron el fracaso de la estrategia contrainsurgente que han aplicado los diferentes gobiernos durante los pasados 18 años. La marcha también demostró la renovación de las bases del movimiento, con la participación de nuevos cuadros de jóvenes hombres y mujeres que han crecido en el mismo periodo y, a pesar de todas las agresiones en contra de sus comunidades autónomas, mantienen vivas las demandas. Como en otras ocasiones, los zapatistas escogieron un día fuera del calendario de los partidos políticos para llevar a cabo estas marchas. Al contrario, celebraron el inicio de una nueva era maya y al mismo tiempo afirmaron la actualidad y vigencia de las luchas de los pueblos indígenas por sus derechos colectivos y la autonomía.
Aunque la movilización demuestra una vez más su capacidad organizativa, es preciso no olvidar las consecuencias de las agresiones en su contra a lo largo de estos 18 años. El zapatismo ha tenido que defenderse del Ejército Mexicano y de los diversos grupos paramilitares, los cuales, dentro de una política contrainsurgente implementada desde enero de 1995, han intentado desgastar a las bases de apoyo y crear las condiciones propicias para dividir comunidades y sembrar el miedo. El alto grado de organización que los zapatistas demostraron el 21 de diciembre también se ha manifestado en casi dos décadas de resistencia para no caer en las provocaciones de sus opositores y así seguir construyendo alternativas autónomas.
Por lo tanto, es preocupante que los grupos paramilitares sigan operando en el estado. A lo largo del 2012 las cinco Juntas de Buen Gobierno (JBG) zapatistas difundieron varias denuncias de agresiones de grupos armados que buscan quitarles tierras o robarles los productos del trabajo de las comunidades. Un ejemplo reciente es la agresión de miembros del grupo Desarrollo, Paz y Justicia a la comunidad Nuevo Poblado Comandante Abel, ubicada en el municipio autónomo La Dignidad (oficialmente, Sabanilla) en la zona norte de Chiapas.
Según el Informe de la Caravana de Solidaridad y Documentación al Nuevo Poblado Comandante Abel (www.sipaz. org/images/stories/boletines/Informe_Caravana_.pdf), el 6 de septiembre unos 55 agresores armados llegaron a la comunidad y tiraron balas para agredir a los zapatistas. El grupo invasor construyó su propio campamento y trincheras a la orilla de un río donde se posicionaron para amenazarlos con armas. En pocos días, el número de este grupo creció a 150 y sus integrantes tomaron la mitad de las 147 hectáreas de la comunidad. Los observadores de la caravana constataron que las balas habían alcanzado las paredes de la escuela autónoma y las tiendas cooperativas. En vez de enfrentar a los agresores, la mayoría de las bases de apoyo zapatistas salieron y, después de caminar en el monte por dos a tres días, encontraron refugio en otra comunidad, San Marcos. Durante este lapso, las mujeres y niños sufrieron enfermedades y hambre, mientras los zapatistas que se quedaron en la comunidad no pudieron salir a sus milpas. Una situación similar vivieron cuatro familias que tuvieron que salir de la comunidad Unión Hidalgo debido a amenazas de un grupo de priístas. Historias como estas eran muy comunes en los años 90, sobre todo durante las semanas después de la ofensiva militar del 9 de febrero de 1995, ordenada por el entonces presidente Ernesto Zedillo. El hecho de que estas agresiones aún ocurran con frecuencia debe llamar la atención para que se tomen acciones con la finalidad de detenerlas y, en su lugar, poner en práctica los Acuerdos de San Andrés.
Cabe señalar que uno de los logros de las JBG ha sido la creación de mecanismos autónomos para resolver conflictos. Varios estudios sobre la autonomía zapatista han documentado la importancia de estos espacios para que los grupos no zapatistas puedan resolver disputas sin costo y con personas de la misma comunidad y posición socioeconómica. Los zapatistas también reconocen la necesidad del acceso a la tierra de otras familias que no participan en la organización. Ejemplo fue la fundación del mismo Nuevo Poblado Comandante Abel en mayo del 2012, cuando la comunidad de San Patricio decidió reubicarse en un predio distinto y así evitar mayores conflictos. Como explica un comunicado de la JBG de Roberto Barrios (11 de septiembre), la decisión de reubicarse fue para que ellos tengan su parte porque también tienen derecho a la vida
. (enlacezapatista.org.mx).
Sin embargo, como hemos mencionado, las agresiones continúan debido a los intereses políticos que buscan desgastar a las bases de apoyo zapatistas. No obstante, la resistencia sigue, como dicen los integrantes de la JBG en la zona norte: lo que nos hace el mal gobierno intentando invadir, es su manera de guerra y desgaste para rendirnos. No dejamos nuestra lucha y no nos vamos a rendir; ellos piensan que sí, pero no nos vamos a rendir. Nuestra lucha es por la tierra y la nación
. (Informe de la Caravana de Solidaridad y Documentación).
Los zapatistas, al no aceptar el asistencialismo del gobierno, han demostrado que sí es posible poner en práctica diversos proyectos autónomos que respondan a las necesidades sociales, económicas y políticas de las comunidades. Por eso los gobiernos han tratado de reprimir, achicar, dividir, cooptar o, ante la imposibilidad de todo esto, simplemente ignorar su presencia. Ante esta realidad, las recientes marchas dan cuenta de la vitalidad de la autonomía indígena que, a pesar de las agresiones, sigue siendo una alternativa con amplio respaldo popular en Chiapas, en México, y un ejemplo para el mundo.
*Profesor-investigador de la Universidad Estatal de Nuevo México, autor del libro La rebelión de Chiapas.
Peña debe elegir entre la política contrainsurgente o cumplir acuerdos: Marcos
Resurgimos más fuertes, con mejores condiciones de vida, aseguran
No lograron desaparecernos, manifestaron – Foto Moysés Zúñiga Santiago
Lunes 31 de diciembre de 2012, p. 2
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) emplazó anoche al gobierno federal en un comunicado suscrito por el subcomandante Marcos: o reincide en la política contrainsurgente
o reconoce y cumple sus compromisos elevando a rango constitucional los derechos y la cultura indígenas
contenidos en los Acuerdos de San Andrés, firmados en 1996 por un gobierno del mismo Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En una serie de tres mensajes difundidos anoche, durante la inauguración de un seminario de reflexión y análisis en el CIDECI-Universidad de la Tierra de San Cristóbal de las Casas –donde, para abrir boca, los ponentes analizaron el sentido de las movilizaciones simultáneas de los zapatistas en cinco cabeceras municipales chiapanecas la madrugada del pasado 21 de diciembre–, el líder y vocero del EZLN explicó que hace nueve días, con esas marchas silenciosas de indígenas zapatistas con pasamontañas en cinco comunidades (San Cristóbal, Ocosingo, Altamirano, Palenque y Las Margaritas), “nos hicimos presentes para hacerles saber (a los priístas) que si ellos no se fueron, nosotros tampoco
.
Hacía al menos año y medio, en el contexto de las primeras movilizaciones encabezadas por Javier Sicilia y el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que no se conocían mensajes extensos de la comandancia zapatista firmados por el subcomandante Marcos.
Ayer fluyó de nuevo la comunicación, en la que el EZLN expresa que, pese a los esfuerzos por hacerlos desaparecer, por parte de los gobiernos de los tres niveles y de todos los signos políticos y de todos los medios de comunicación –no hacen excepción alguna– como ha sido evidente el 21 de diciembre de 2012, todos han fracasado
.
En el primero de esta nueva serie de comunicados del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI) se anuncian los pasos que el EZLN dará en los meses siguientes: consolidará su pertenencia al Congreso Nacional Indígena; retomará el contacto con los adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona; construirá los puentes necesarios
con los movimientos sociales que han surgido y surgirán
. Los zapatistas también aclaran que continuarán su distancia crítica frente a la clase política mexicana. En esta crítica tampoco hacen excepción alguna. Afirman que los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), Verde Ecologista de México (PVEM), del Trabajo (PT), CC y el futuro partido
Regeneración Nacional hicieron todo lo posible por destruirnos
y los han atacado militar, política, social e ideológicamente
.
En un segundo comunicado del subcomandante, y dirigido a quien corresponda allá arriba
, se da respuesta a lo dicho por el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong el pasado 23 de diciembre, cuando pidió que no prejuzgaran al gobierno del PRI porque todavía no nos conocen
. En la misiva, el dirigente expresa: Así que no nos conocemos? Mmh… mmh… veamos
. Y a continuación hace un repaso del nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto y su gabinete, en el que incluye el ataque del gobierno mexiquense a Atenco en 2006 y el parentesco del Ejecutivo con el mexiquense Arturo Montiel, a quien llama manos largas
.
El tercer texto es para quien fuera miembro de la Comisión de concordia y Pacificación (Cocopa) en la primera etapa de negociaciones del EZLN con el gobierno federal y comisionado para los pueblos indígenas en los dos regímenes panistas, Luis H. Álvarez. Le dice que él, su partido y el ex presidente Felipe Calderón fracasaron
en su intento de destruir a los zapatistas.
Si ellos no se fueron, nosotros tampoco
En el primer comunicado, el EZLN expone extensamente su postura frente al retorno al poder del priísmo, la fuerza política a la que le declaró la guerra el primero de enero de 1994, y también aborda las contradicciones y conflictos que lo enfrentaron con la izquierda partidista, y en particular con Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de 2006.
Sobre el sentido de sus movilizaciones del 21 de diciembre expresa: Los miramos y nos miramos a nosotros mismos en silencio. No es el nuestro un mensaje de resignación, no lo es de guerra, de muerte y destrucción. Nuestro mensaje es de lucha y resistencia. Después del golpe de Estado mediático que encumbró en el Poder Ejecutivo federal a la ignorancia mal disimulada y peor maquillada, nos hicimos presentes para hacerles saber que si ellos nunca se fueron, tampoco nosotros
.
Continúa: Hace 6 años, un segmento de la clase política e intelectual salió a buscar un responsable para su derrota. En aquel tiempo nosotros estábamos, en ciudades y comunidades, luchando por justicia para un Atenco que no estaba entonces de moda. En ese ayer nos calumniaron primero y quisieron acallarnos después. Incapaces y deshonestos para ver que en sí mismos tenían y tienen la levadura de su ruina, pretendieron desaparecernos con la mentira y el silencio cómplice. Seis años después, dos cosas quedan claras: ellos no nos necesitan para fracasar. Nosotros no los necesitamos a ellos para sobrevivir
. Y más adelante: nosotros “resurgimos como indígenas zapatistas que somos y seremos.
Más fuertes, con mejores condiciones de vida.
Sobre esta permanencia durante este periodo en el que el zapatismo ha funcionado como juntas de buen gobierno en una extensa parte del territorio zapatista, el comunicado del CCRI hace un balance. Expone la forma en que nos hemos fortalecido y hemos mejorado significativamente nuestras condiciones de vida. Nuestro nivel de vida es superior al de las comunidades indígenas afines a los gobiernos en turno que reciben las limosnas y las derrochan en alcohol y artículos inútiles
. Así, cuentan con mejores viviendas sin lastimar la naturaleza
; se aprovecha la tierra no para el ganado de los finqueros sino para el maíz, el frijol y las verduras que iluminan nuestras mesas
; se trabaja para el crecimiento colectivo en las comunidades.
En las escuelas zapatistas, continúa el recuento, se les enseña a niños y niñas su propia historia… así como las ciencias y técnicas para engrandecerse sin dejar de ser indígenas
; las mujeres no son vendidas: de las comunidades priístas los indígenas prefieren acudir a los hospitales zapatistas, porque en los del gobierno no hay medicinas ni aparatos ni doctores ni personal calificado
.
En suma, gobernamos y nos gobernamos nosotros mismos, buscando siempre primero el acuerdo antes que la confrontación
.
Enseguida anuncian sus próximos pasos: reafirmar y consolidar su pertenencia al Congreso Nacional Indígena; retomar contacto con los adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona en México y en el mundo; construir puentes con los movimientos sociales no para dirigir o suplantar, sino para aprender de ellos
. Y lo harán mediante los equipos de apoyo de las comisiones sexta e internacional (que escriben internazional), que funcionarán como correas de comunicación entre las bases de apoyo zapatistas
.
En el punto cuarto indican que seguirá nuestra distancia crítica frente a la clase política mexicana que, en su conjunto, no ha hecho sino medrar a costa de las necesidades y las esperanzas de la gente humilde
. En esta distancia incluyen a los medios de comunicación.
Sostienen: Los grandes medios de comunicación intentaron desaparecernos, con la calumnia servil y oportunista primero, con el silencio taimado y cómplice después
.
Emplazamientos
Al nuevo gobierno que encabeza ahora Enrique Peña Nieto, a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, el comunicado del CCRI los emplaza: Queda entonces decidir si reincide en la política contrainsurgente que sólo ha conseguido una endeble simulación torpemente sustentada en el manejo mediático, o reconoce y cumple sus compromisos elevando a rango constitucional los derechos y la cultura indígenas
plasmados en los Acuerdos de San Andrés, firmados en 1996 por el gobierno de Ernesto Zedillo.
También hay un mensaje para el gobierno del nuevo mandatario chiapaneco Manuel Velasco: Queda al gobierno estatal decidir si continúa la estrategia deshonesta y ruin de su antecesor
–Juan Sabines, a quien califica de corrupto y mentiroso
– o en cambio acepta y respeta nuestra existencia y se hace a la idea de que florece una nueva forma de vida social en territorio zapatista
.
Y a quienes se organizan electoralmente y resisten en el país, decidir si siguen viendo en nosotros a los enemigos y rivales en quienes descargar su frustración
, o si reconocen al fin en nosotros otra forma de hacer política
.
Sobre su presencia en los medios, dicen: antes tuvimos la buenaventura de una atención honesta y noble de distintos medios de comunicación. Lo agradecimos entonces, pero eso fue completamente borrado con su actitud posterior
. Añaden: nuestro andar no depende del impacto mediático, sino de la comprensión del mundo y de sus partes, de la sabiduría indígena que rige nuestros pasos, de la decisión inquebrantable que da la dignidad de abajo y a la izquierda (…) a partir de ahora, nuestra palabra empezará a ser selectiva en su destinatario y, salvo en contadas ocasiones, sólo podrá ser comprendida por quienes con nosotros han caminado y caminan, sin rendirse a las modas mediáticas y coyunturales (…) pocos, muy pocos, tendrán el privilegio de conocerla y aprender de ella directamente
.