Desde Anticapitalistas manifestamos toda nuestra solidaridad y apoyo al pueblo kurdo y a la revolución en Rojava frente a los últimos ataques perpetrados el pasado 20 de noviembre, donde aviones de combate turcos han bombardeado hospitales, escuelas y otros objetivos civiles en Kobane y territorios cercanos pertenecientes a la Región Autónoma del Norte y Este de Siria (Rojava). También ha habido ataques en el sur de Kurdistán (Bashur, en el norte de Irak).

Sin ninguna prueba, el régimen turco ha culpado de forma deliberada a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ) y al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) del ataque terrorista en Estambul el pasado 13 de noviembre, a pesar de no ser sustentado por la evidencia y a que el movimiento de liberación kurdo ha rechazado desde el primer momento esta acusación poniendo de manifiesto que condenan cualquier forma de ataque a la población civil. No obstante, es sabido que el régimen autocrático de Erdogan nunca ha necesitado de excusas para reprimir y masacrar al pueblo kurdo. El Estado turco lleva bombardeando y anexionando parte de Rojava desde 2018, además de usar armas químicas contra su población y la de Bashur desde primavera de este año.

Detrás de estos ataques que tratan de distraer la atención de los diversos problemas de Turquía después de casi dos décadas de gobierno de Erdogan en vista de las próximas elecciones en 2023, se esconden los planes de aniquilación del pueblo kurdo, y una agresión militar más, contra una revolución que plantea una alternativa democrática y plural. Éste es consciente de que sólo puede permanecer en el poder derrotando la resistencia histórica del pueblo kurdo, que cuestiona la propia existencia del Estado turco a 7 meses de que se cumplan los 100 años del Tratado de Lausana.

Todo esto acontece bajo la connivencia de la UE y sus Estados miembro, quienes se muestran cómplices del régimen turco, representado en la figura de Erdogan, al mirar hacia otro lado. La masacre del pueblo kurdo, las múltiples violaciones de derechos humanos, y el chantaje geoestratégico del régimen turco, tiene lugar bajo el silencio europeo. En el rearme militarista que recorre Europa, Erdogan impone sus propias condiciones de cara al futuro ingreso de Suecia y Finlandia en la OTAN, al promover que, junto al endurecimiento de leyes antiterroristas, se permita que muchos refugiados y refugiadas kurdas en Suecia y Finlandia puedan ser extraditadas bajo acusación de terrorismo.

Denunciamos la persecución política, los ataques contra el pueblo kurdo y contra cualquier tipo de pluralidad, acometida por el régimen autocrático de Erdogán. Exigimos el alto inmediato al fuego sobre la población en Rojava y Bashur, así como que los principales socios del Estado turco entre los que se encuentra el Estado español en términos militares, de colaboraciones económicas y buenas relaciones políticas, que deben cesar ante la barbarie perpetrada por el fascismo turco.

¡NO A LA GUERRA CONTRA LA REVOLUCIÓN EN ROJAVA!

¡NO AL GENOCIDIO CONTRA EL PUEBLO KURDO!

¡ALTO A LA INVASIÓN MILITAR TURCA!