Por Renata Bessi | Avispa Midia

Domingo, 8 de mayo, fue el último día de la primera gira, iniciada el 5 de mayo, del presidente Andrés Manuel López Obrador por los países centroamericanos: Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice y Cuba. Las reuniones de trabajo de Obrador con sus homólogos permitieron “fortalecer la presencia” de México en la región, conforme un comunicado del gobierno mexicano a la prensa.

“Tras un periodo obscuro y decadente en que México se ausentó de América Latina, hoy el gobierno que presido tiene la convicción y el propósito de participar en la construcción de un futuro común para nuestra región”, sostuvo Obrador durante la gira.

Los discursos en cada uno de los países fueron marcados por un fuerte tono emotivo por parte de mandatario mexicano para justificar los esfuerzos de una integración regional.

En determinados momentos evocó la historia mesoamericana. “Nuestros empeños tienen bases firmes y compartidas. [Aquí] floreció la gran civilización maya, heredera de la Olmeca, en un tiempo donde las fronteras no habían sido inventadas y Mesoamérica era un mosaico de culturas emparentadas”, dijo.

Obrador con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro

En otros momentos, en Honduras particularmente, apeló a la afinidad política entre su gobierno y el de la recién asumida presidenta Xiomara Castro. “Me da mucho gusto estar entre ustedes cuando la esperanza se ha fortalecido en nuestros respectivos países, (…) ambos se encuentran bajo una clara orientación progresista a favor de la soberanía para las clases populares (…). Los gobiernos de Honduras y México comparten hoy visiones y propuestas para dejar a tras la larga noche del neoliberalismo”, declaró.

En Cuba, el mandatario mexicano fue más lejos en sus proposiciones. Se mostró a favor de la integración de toda América en una comunidad de Estados similar a la Unión Europea, sin descartar la sustitución de la Organización de los Estados Americanos (OEA) por un organismo “verdaderamente autónomo”.

Saliendo de la superficie emotiva de los discursos, quedan los hechos. En este caso, los acuerdos firmados, las intenciones de acuerdos, las mesas de trabajo acordados entre los países centroamericanos y México nos dejan claro la línea de integración latinoamericana propuesta por Obrador. Una integración territorial a los moldes del proyecto de “desarrollo” que ha puesto en práctica internamente en México, y que ha llevado a los pueblos indígenas a mantener una resistencia constante en la defensa de sus territorios.

Entre los diferentes anuncios están la construcción de infraestructura para facilitar la movilidad de mercancías, producción energética e infraestructura para su circulación, cooperación en megaproyectos, seguridad y contención de la migración.

Integraciíon ferroviaria entre Norteamérica y Centroamérica. Elaboración: Colectivo Geocomunes

El Tren Maya y el Corredor Interocéanico, megaproyectos en construcción en el sur-sureste mexicano, son las estrellas entre los proyectos de integración.

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En Guatemala, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, mencionó en una rueda de prensa que se “está platicando” para conectar el Tren Maya y el Tren Transístmico con el sistema ferrocarril de Guatemala.

En Belice, los mandatarios se comprometieron a intercambiar experiencias y buenas prácticas en transporte e infraestructura e instruyen a las autoridades competentes de sus países a realizar reuniones técnicas para explorar la factibilidad de vincular el Tren Maya con Belice.

En El Salvador, reconocieron, en un comunicado, la necesidad de implementación de proyectos estratégicos de infraestructura vial, ferroviaria, portuaria y aeroportuaria, de manera a consolidar una interconectividad regional “que estimule el desarrollo económico de ambos países y la región”.

Obrador en reunión con Nayib Bukele, presidente de El Salvador, país donde desde finales de marzo se impuso un régimen de excepción bajo el pretexto del combate a la delincuencia.

En Honduras, se acordó que compartirán las prácticas en materia de infraestructura y facilidad comercial, en beneficio particular de la construcción del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, en México, y el Corredor Seco, en Honduras, el cual también conecta los océanos Atlántico y Pacífico.

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La presidenta Xiomara Castro saludó la iniciativa de Obrador por “abonar a la integración y facilitar el intercambio comercial con el Tren Maya, el corredor interoceánico y el Corredor Seco”.

Conexión Energética

La presidenta de Honduras también saludó la iniciativa de Obrador de “continuar con el desarrollo del sistema de interconexión eléctrica de los países de América Central y México”.

En un comunicado, ambos mandatarios reconocieron la importancia de proyectos como el Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central, “que contribuye para el desarrollo de una base energética mas competitiva en la región”.

En este sentido, México “buscará posibles mecanismos de cooperación para colaborar en la materia”.

En el mismo comunicado, ambos mandatarios reconocieron el “potencial para el desarrollo” que representan para Honduras los yacimientos petroleros en la Mosquitia y el Caribe. De manera que México “buscará identificar espacios de colaboración para brindar apoyo y asesoría para exploración y explotación petrolera en estas zonas”.

Programas

A la par de los megaproyectos, como en México, Obrador plantea para los países centroamericanos una agenda de programas asistenciales.

Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo Futuro son los dos principales proyectos que han sido promovidos por el mandatario mexicano en los países, una extensión de su política interna para la región centroamericana.

Guatemala inicia con Sembrando Vida en el Departamento de Chimaltenango. En Belice, se firmó una carta de intensiones para poner en marcha el mismo proyecto. En El Salvador y Honduras son, en cada uno de los países, 10 mil jóvenes y 10 mil agricultores en los programas; en El Salvador se acordó duplicar este número. “Vamos continuar con estos programas y tornarlos masivos”, expresó Obrador.

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Para eso, “requerimos que el gobierno y el Congreso de los Estados Unidos aprueben los fondos necesarios; hablamos de unos 4 mil millones de dólares, que fue lo que el presidente [Joe] Biden ofreció aportar para el desarrollo de sureste de México, Guatemala, Honduras, El Salvador”, refirió Obrador. “Llevamos 4 años, desde que estaba Trump, planteando que se apoye con 4 mil millones de dólares y hasta el día de hoy no hay nada, absolutamente nada”, reclamó.

De acuerdo con el mandatario mexicano, para “aplicar los programas, iguales a los que estamos aplicando en México, es indispensable que EEUU aporte los recursos necesarios”.

Más allá de la integración México-Centroamérica

Pese al discurso de que las naciones latinoamericanas deben utilizar su autodeterminación para promover la integración regional, las iniciativas de Obrador en la región están acorde con la cooperación bilateral para el desarrollo de Centroamérica, firmado entre México y Estados Unidos.

“El 29 de abril [2022] tuvimos una conversación con Biden y en ella volvimos a revisar la cooperación bilateral para el desarrollo de Centroamérica. Yo creo que eso va a ayudar mucho el desarrollo de Centroamérica”, sostuvo Obrador.

En el marco de la cooperación bilateral, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, señaló en un comunicado que “México y los Estados Unidos hoy se comprometen a fortalecer y ampliar nuestra cooperación bilateral para fomentar el desarrollo económico y aumentar la inversión en el sur de México y Centroamérica para crear una zona de prosperidad”.

En el comunicado, se avisa que México y los Estados Unidos “liderarán el trabajo con socios regionales e internacionales para construir una Centroamérica más próspera y segura”.