Fuente: Avispa Midia

Por Jeny Pascacio

En portada: Movilización del FPDTA y organizaciones del CNI en Morelos, 2019. Foto: Santiago Navarro F.

En un lapso de diez días, el domicilio de los defensores de derechos humanos y ambientales, Juan Carlos Flores Solís y Miryam Vargas Teutle, integrantes del Frente de Pueblos en Defensa del Agua y de la Tierra de Morelos, Puebla y Tlaxcala (FPDTA), ha sido tres veces allanado en la comunidad de Santa María Zacatepec, municipio Juan C. Bonilla, Puebla.

Personas desconocidas entraron a la vivienda los días 5, 10 y 15 de abril. Los defensores encontraron la reja y el candado rotos y se percataron de robos caprichosos, pues sustrajeron pocas cosas de valor y varios documentos personales.

Se llevaron gafetes de eventos políticos, volantes guardados del anuncio de la consulta sobre la Termoeléctrica en Huexca y documentos de casos en los que Juan Carlos Flores Solís trabaja como abogado e integrante del Congreso Nacional Indígena.

También les dejaron mensajes amenazantes como un cuchillo sobre la cama y otros perturbadores como una puerta de ropero abierta y cortes de árboles en la propiedad a la que ingresaron de noche.

“Inminentemente son mensajes que quieren provocar temor y una sensación de vulnerabilidad hacia nuestras personas por nuestra labor de defensa,”, comentó Flores Solís en entrevista para Avispa Midia.

Myriam Vargas Teutle es periodista nahua en medios de comunicación comunitarios y defensora de derechos humanos de la región Choluteca, además de ser parte de la lucha contra el PIM, donde Juan Carlos Flores Solís también trabaja como abogado de más de una docena de comunidades nahuas afectadas en la región de Morelos, Puebla y Tlaxcala.

Alerta

En un comunicado, la organización Front Line Defenders mencionó que el allanamiento a la casa de los defensores y la amenaza tiene lugar en el momento en el que el presidente de la República se reúne con el dirigente de la Asociación de Riego del Río Cuautla (Asurco) para buscar finiquitar la imposición del Proyecto Integral Morelos (PIM) y terminar con la oposición legal y social que existe en la región en contra del proyecto.

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En el 2010, cuando se impulsó el PIM, comenzó el hostigamiento contra integrantes del FPDTA. En las protestas y paro de la obra de la termoeléctrica en Huexca, en el 2012, la policía estatal y federal desalojaron a los manifestantes.

Entonces hubo criminalización por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que inició procesos judiciales inventando delitos. Detuvieron a cuatro; para septiembre de 2013 volvieron a detener a uno de ellos.

“Lo desaparecen por una hora y aparece todo torturado en manos de la policía estatal de Morelos”, relató Juan Carlos Flores Solís, quien también fue encarcelado 10 meses en el penal de Cholula por delitos fabricados con tres procesos judiciales en su contra.

Tras 10 meses en prisión, liberan al activista Juan Carlos Flores Solís. Foto: Erik Coyotl

El PIM se impuso con ayuda de la policía estatal y el Ejército mexicano en un contexto de criminalización: cierre de dos radios comunitarias, amenazas de muerte hacia una veintena de personas judicializadas o demandadas, por las empresas constructoras o por la misma CFE.

En 2019, con el asesinato del defensor Samir Flores Soberanes por su labor, las violencias contras los pueblos y defensores se agudizó. En el 2020 también encarcelaron a Miguel López Vega y ahora está bajo proceso judicial, “quieren reactivar los delitos que ya le absolvieron”.

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Los últimos incidentes se suman a otros hechos violentos que han sido reportados por el Frente de Pueblos a Front Line Defenders, tales como la intimidación por parte de la Policía Estatal de Puebla que sufrieron personas defensoras de derechos humanos durante una manifestación pacífica en Santa María Zacatepec el 10 de junio de 2021.

A finales del año pasado, un grupo de hombres afines al presidente Municipal agredieron físicamente a integrantes de la comunidad y a personas defensoras de derechos humanos durante la asamblea de la comunidad.

El 15 de febrero de 2022, la Guardia Nacional también desalojó a manifestantes pacíficos y personas defensoras de derechos humanos de las instalaciones de la empresa Bonafont en el municipio de Juan C. Bonilla, Puebla.

Omisión

El contexto de hostigamientos contra defensores se agravó con el asesinato del activista Samir Flores Soberanes en febrero de 2019. Ahora, en el caso de Flores, el Mecanismo de Protección negó el ingreso del abogado y defensor con el argumento de estudiar más el caso porque involucra a muchos actores.

En el 2020, cuando la Guardia Nacional entró a Apatlaco, el Mecanismo confirmó el ingreso de Juan Carlos Flores Solís, pero no implementaron ninguna medida de seguridad. En el actual proceso tras el allanamiento, encontraron que, en realidad, nunca fue dado de alta.

La solicitud de protección es para Juan Carlos Flores y Myriam Vargas y se agregarían a la lista de al menos 20 integrantes del Frente de Pueblos que ya están dentro del mecanismo dependiente de la Secretaría de Gobernación.

Con estos recientes hechos tampoco hay seguimiento de la Fiscalía de Puebla, aunque el abogado comentó que lo mismo sucede en la Fiscalía de Morelos y el caso de Samir que es manejado de forma política.

“Señalando que ya tenían identificados a los responsables desde los tres meses que asesinaron a Samir, pero tuvieron que pasar más de dos años para luego decir que habían girado una orden de aprehensión contra uno de los autores material y lo había detenido, pero resulta que esa persona ya estaba en la cárcel desde hace un año”.

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Fue parte de ‘un montaje político’ en el contexto de una visita a Morelos del presidente Andrés Manuel López Obrador. Las irregularidades persisten en más casos de agresiones contra integrantes del Frente de Pueblos.

Esta violencia contra pueblos originarios es una constante, pero la estrategia cambió en lo que va del sexenio y existe preocupación en la sociedad civil por el incremento de asesinatos de defensores de los derechos humanos y periodistas, en comparación con otras administraciones.

En la actualidad, el Ejército es una institución que se dedica a la construcción o la vigilancia de las obras como el Tren Maya y el aeropuerto Santa Lucía; o en la obra pública que, muchas veces, está adjudicada a empresas extranjeras.

“Es una situación muy grave porque el Ejército es un cuerpo represivo, castrense, que tiene el objetivo específico de cuidar la soberanía nacional y la defensa del país”, dijo Flores Solís, quien considera que, al igual, el crimen organizado se volvió la ‘secretaría del terror del estado mexicano’ para hacer el trabajo sucio.

Empresas por encima de los pueblos

El gasoducto de la discordia, como fue llamado el PIM por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, consiste en la construcción de dos centrales termoeléctricas en la comunidad de Huexca y un gasoducto, de 160 kilómetros aproximadamente, que atraviesa los estados de Tlaxcala, Puebla y Morelos.

Además de infraestructura complementaria, en la zona de influencia del volcán Popocatépetl forman parte de este proyecto concesionado por tres empresas españolas: Elecnor y Enagás, para la construcción del gasoducto, y Abengoa para la construcción y operación de las centrales termoeléctricas.

En infraestructura o en los impactos como el despojo de agua, el Proyecto Integral Morelos (PIM) afecta a alrededor de 80 ejidos y comunidades de Morelos, Puebla y Tlaxcala.

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La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 03-2018 que habla sobre las violaciones en que incurrió el Proyecto Integral Morelos en su instalación, además de no cumplir con las recomendaciones de seguridad del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) que se encarga de valorar los riesgos por la zona del volcán Popocatépetl.

La recomendación fue aceptada por la CFE y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). La dependencia federal ordenó hacer mesas de trabajo, pero hasta ahora no existe constancia de su realización o del cumplimiento de los puntos de la CNDH. Por parte de Protección Civil, Cenapred ordenó el seguimiento del manifiesto de impacto ambiental en los proyectos de construcción del gasoducto; tampoco hubo seguimiento.

Para Juan Carlos Flores Solís es urgente que se cancele el PIM por ser perjudicial e innecesario para la nación con “generación eléctrica, el doble de lo que necesita el país, no es parte de la soberanía energética porque más bien se vuelve una dependencia hacia Estados Unidos y empresas españolas en infraestructura del gas”.

Recordó que el mismo presidente de la República abogó, pugnó y desaprobó el proyecto en 2014 y “ahora nos criminaliza y reproduce mensajes de odio”, con lo que les coloca en mayores condiciones de vulnerabilidad en su labor de la defensa de derechos humanos.