Fuente: Avispa Midia

Representantes de 200 pueblos originarios de Brasil viajaron hasta Brasilia, la capital de este país, para sostener manifestaciones del 4 al 14 de abril, contra la política anti indígena que ha marcado el gobierno de Jair Bolsonaro.

Durante el Acampamento Tierra Libre, como ha sido bautizado este conjunto de acciones, afirmaron que el gobierno de Bolsonaro “no demarcó ni un milímetro de tierra indígena”, lo que significa que durante su mandato no ha reconocido, oficialmente, ningún territorio ancestral. El recurso jurídico con el que se debe reconocer estas áreas es “la demarcación”.

La Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) defiende el derecho a sus territorios, apelando que existen mucho antes de la creación de las leyes indígenas, contempladas en la Constitución Federal.

Los pueblos originarios de Brasil saben que hoy, más que nunca, sus territorios cobran vital importancia en un contexto de crisis ambiental y climática.

Una de las alertas más importantes que han hecho los pueblos en las movilizaciones es que el proyecto de ley 191 permitirá la explotación minera en territorio indígena. “Lamentablemente, el pacto minero y agroindustrial gana aliados en el poder público”, ha señalado la APIB.

Durante las movilizaciones, los pueblos han recibido expresiones de solidaridad en diversas partes del planeta. “¡Defender sus territorios es proteger el futuro de Brasil y de las próximas generaciones!”, ha comentado Amnistía Internacional en sus redes sociales.

Imágenes de Indigenous Peoples Rights International