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Por Sare Frabes

En Brasil el conflicto en el campo se ha disparado en 2021. Datos parciales del monitoreo realizado por El Centro de Documentação da Comissão Pastoral da Terra (CPT), divulgado este viernes (10), revelan que las muertes por consecuencia de los conflictos en el campo aumentaron 1.044% en relación a 2020, sumando 103 muertes, de las cuales 102 son de indígenas de la Amazonía.

Entre enero y agosto de 2021, 418 territorios en el país sufrieron violencia, de los cuales 28% son territorios indígenas, 23% quilombolas [comunidades afrodesciendentes]; 13% son territorios de sintierra, entre otros.

Entre la violencia en el territorio se registró un aumento de 94% en la destrucción de casas; un aumento de 104% en la destrucción de pertenencias; un aumento de 153% en la expulsión de los territorios; un aumento de 113% en la práctica del grilagem [apropiación ilegal de tierras]; y un aumento de 1057% en acciones que impiden el acceso a lugares de uso común. Estos datos, de enero a agosto de 2021, superan los números registrados en todo el año 2020.

Entre los responsables por estas acciones figuran los hacendados (23%), empresarios (18%), Gobierno Federal (14%), grileiros [personas que se expropiaron tierras públicas] (13%).

Asesinatos

En 2021, fueron registrados hasta el momento 26 asesinatos relacionados con conflictos en el campo, en relación a todo el año 2020, lo que representa un aumento de 30%. De los asesinados, 8 eran indígenas, 6 catalogados como sin tierra (todos muertos en la Amazonia), 3 pequeños propietarios, 3 quilombolas, 2 personas que trabajaban la tierra resultado de programas de distribución de tierras, 2 mujeres que trabajaban con cultivos de ‘coco babaçu’. Alrededor de 80% de los asesinados ocurrieron en la Amazonia.

Resistencia

Tras el aumento de la violencia y muertes en el campo brasileño en 2021, también hubo aumento de acciones de resistencia de los pueblos, comunidades tradicionales y movimientos sociales, después de un descenso en el primer año de pandemia.

En los primeros 8 meses de 2020, fueron registradas 768 protestas. En el mismo período, en 2021, fueron registradas 1278 manifestaciones

Además, también aumentó el número de familias en ocupaciones y en acciones de recuperación de tierras en 558,57%, un total de 3.418. “Eso significa que a pesar de la pandemia,  las familias necesitan resistir para mantenerse vivas y en los territorios tradicionalmente ocupados. La ofensiva contra los pueblos del campo, de las aguas, y de los bosques no entró en cuarentena”, sostiene el informe de la CPT.