Apenas 500 años después | Escuadrón Marítimo Zapatista / En voz de Yuli (6/7) from ¡Compas Arriba! on Vimeo.

Los de arriba no las creían capaces, pero las de abajo se la rifaron. “Vientos compas. ¡Qué chingonas son!”, se puede oír por ahí en el continente antes llamado la vieja Europa. En pocas palabras, quinientos años de experiencias rudas de racismo y de resistencia se resumieron en la escucha de las siete voces “cien por ciento zapatistas” de la primera delegación de bases zapatistas a Europa. La avanzada marítima del Escuadrón 421 está compuesta por la Comandanta Carolina y la Comandanta Ximena, por Lupita, ex coordinadora local y regional de jóvenes, por Yuli y Marijosé, ex formadoras de promotores de educación autónoma, y por Bernal y Felipe, ex miembros de las Juntas de Buen Gobierno. Ante los ruidos y los oídos europeos, nos pone de ejemplo su modo propio de caminar escuchando, en silencio, cuando resurge el sonido de su palabra, como lo anunció el 5 de octubre del 2020 el vocero Subcomandante Moisés, que se irá a decir al pueblo de España “que no nos conquistaron. Que seguimos en resistencia y rebeldía” (Sexta parte: Una Montaña en alta mar, EZLN).

Abajo y a la izquierda, del lado del corazón en Abya Yala, se siguen escuchando dolores causados por el odio a los pobres y el racismo estructural de un nacionalismo mexicano fiel al colonialismo eurocéntrico patriarcal (leer: El Estado mexicano y la memoria de los de abajo). Quinientos años después de la caída del imperio mexica, mientras el Congreso Nacional Indígena se movilizaba con acciones dislocadas, en especial en la Ciudad de México con la Coordinación Metropolitana Anticapitalista y Antipatriarcal con el Concejo Indígena de Gobierno (leer: “¡No nos conquistaron!” Pueblos irrumpen en inmediaciones de conmemoración por caída de Tenochtitlán), en tierras insumisas de las Europas de abajo, también el himno zapatista fue entonado y las consignas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, de norte a sur y del este al oeste, es decir de Escandinavia a la península ibérica y del oriente del continente hasta el océano Atlántico. Cueste lo que cueste, diversas acciones dislocadas ocurrieron en esta cálida e histórica tarde estival.

En Copenhague, Dinamarca, una gran marcha con discursos en varias lenguas tuvo lugar frente a la embajada española, con música y cantos, antes de una conferencia y un concierto vespertino de Cumbia Collective (ver Mexico Gruppen International Forum). Frente a la embajada de España en Bruselas, Bélgica, situada en la zona de las instituciones europeas neoliberales, se leyó una manta que indicaba: “Nuestras montañas se mueven. Nuestras fuerzas se unen” (ver Réseau d’accueil des zapatistes en Belgique). Se declaró en francés, neerlandés y español: “¡Compañeres, les esperamos y luchamos en nuestras tierras, con ustedes! ¡Bienvenidos Zapatistas! ¡Bienvenidos el Congreso Nacional Indígena y el Frente de los Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Puebla, Morelos y Tlaxcala! ¡Bienvenidas las compañeras, los compañeros y compañeroas de México!”.
En Alemania, una manifestación poderosa con más de cien participantes recorrió calles de Berlín, “en este día de acción 500 años de resistencia #NoNosConquistaron, con buen humor, música y baile y desmadre”. Las protestas terminaron con un mitin en el Foro Humboldt, donde se abordó el colonialismo y el extractivismo (ver Ya Basta Netz). En Francia, otra acción de protesta irrumpió en un puente del río Sena al pie de la torre Eiffel, con pancartas y una manta “No more Conquistador”, enfrente del museo parisino del Quai-Branly que pretende exhibir veinte toneladas de piezas arqueológicas olmecas (nota y video en Radio Zapatista).
 En las capitales europeas como en innumerables rincones de la resistencia en Slumil K’ajxemk’op, se sigue exigiendo el paso libre a Europa de la Fuerza aérea zapatista (#PasoLibreZapatistas), compuesta inicialmente por 177 personas, entre las cuales viajarán seis niñas y niños del grupo “Juego y Travesura” (Comando Palomitas) y varios grupos de mujeres y hombres de “Escucha y Palabra” (La Extemporánea), “cuya existencia y memoria cubre la historia de nuestra lucha desde los años previos al alzamiento hasta el inicio de la Travesía por la Vida”. Volarán 36 milicianas de un equipo femenil de fútbol y el “grupo coordinador de la invasión” encargado de organizar los grupos de “Escucha y Palabra” en cinco zonas europeas, además de atender a los “medios de comunicación libres y de paga”, participar en mesas redondas, conferencias y actos públicos; y evaluar “el desarrollo de la invasión” (La Extemporánea y una iniciativa nacional, EZLN).
 Pues, a lo mejor, cabe preguntarse dónde y cómo Marijosé, Yuli, Ximena, Carolina, Lupita, Bernal y Felipe caminaron, navegaron, marcharon, miraron y escucharon todos los colores y timbres de voz de las personas que les invitaron a conocer su lucha y construir puentes capaces de agrietar los muros fronterizos y hermanar las luchas por la vida.
Caminaron preguntando, en territorios insumisos del sureste de México “donde el pueblo manda y el pueblo obedece”. Sin duda, atravesaron montes, bosques, milpas, potreros y puentes en la selva Lacandona, el Norte y los Altos de Chiapas, pasando por el Centro de Adiestramiento Marítimo-Terrestre Zapatista en el semillero “Comandanta Ramona” del Caracol de Morelia, así como por el nuevo Caracol de Patria Nueva los días 24 y 25 de abril del 2021 (ver “Vamos a hacer la travesía, la historia nos lo pide”). Luego los despidieron los rituales de las bases de apoyo en el Caracol de Roberto Barrios, justo antes de recorrer las selvas bajas devastadas de la península de Yucatán que los conquistadores de Juan de Grijalva habían bautizado Isla Rica, después de acostar en Koson Lumil (“tierra de golondrinas”, ahora Isla de Cozumel) el día 3 de mayo del año 1518, lugar que también habían renombrado Santa Cruz de Puerta Latina.
 Navegaron preguntando, en un antiguo velero bautizado “La Montaña”, hasta rincones de lucha y esperanza de Europa occidental, ahora nombrada Slumil K’ajxemk’op, “tierra que no se resigna, que no desmaya” (ver El desembarque del Escuadrón 421 en Vigo). Y bien que sí atravesaron el Atlántico entre el 2 de mayo y el 22 de junio, pasando por puertos del sur de la isla de Cuba, es decir justo por donde salieron hace cinco siglos las embarcaciones de los conquistadores de Hernán Cortés, al empezar su invasión en 1519 por las costas totonacas conocidas ahora como veracruzanas, antes de tomar el control de Tenochtitlán (“tuna de piedra”, ahora Ciudad de México) el día 13 de agosto del año 1521, lugar que sirvió de capital al Virreinato de Nueva España.
  Marcharon preguntando, después de ingresar dentro de los muros de una Europa fortaleza por el archipiélago portugués de las Azores, alcanzado la península ibérica en Vigo, y luego en Mérida, Madrid, Valencia y Barcelona, con una extrema vigilancia en las precauciones sanitarias. Multiplicaron gestos y palabras de agradecimiento en idiomas mayas y castellano para el hospedaje, alimento y acompañamiento de sus anfitriones de la Europa de abajo y a la izquierda, quienes les invitaron a atravesar los Pirineos hacia la ciudad occitana de Toulouse en el suroeste de Francia, y hermanarse con las luchas de la región parisina, acudiendo en Montreuil a una larga marcha de protesta del incansable movimiento Sin Papeles el 24 de julio del 2021 (video Sin Papeles y Zapatistas).
 Miraron y escucharon preguntando silenciosamente. Fotografiando y grabando con sus teléfonos celulares, hicieron el registro de lo que observaron, al recordar quizás las palabras del finado Subcomandante Marcos dirigidas al Congreso Nacional Indígena (Nada nos será dado, EZLN) el 3 de marzo 2001: “Olvida las fronteras si es hermana del otro la palabra. Desconfía de quien mucho habla y escucha atento a quien sabio se calla”. Así el Caminar escuchando de cinco navegantes del Escuadrón 421 fue representado por un largo silencio en Bretaña, cerca de Nantes, Francia, después de recibir la flotilla de mujeres y disidencias en el río Loire el 27 de julio 2021 (video y nota de medios libres en Pozol) y, sobre todo, en la Ambazada de la Zona a Defender Notre-Dame-des-Landes que resistió al megaproyecto de un aeropuerto internacional, cuando Yuli, Ximena, Carolina, Lupita y Marijosé participaron en el Encuentro de mujeres, personas trans, inter y no binarias de la otra Europa, unos días antes de la edición 2021 del Rassemblement Intergalactique (ZAD NDDL Info).
 Caminando, navegando, marchando, mirando y escuchando, ¿qué nos preguntaron las siete voces de la delegación marítima? Llegar a escuchar nos encamina hacia una invitación a hermanar luchas, a aprender de las experiencias de grandes y pequeños movimientos.

El sexto capítulo de la serie audiovisual de Medios Libres retoma la voz de Yuli en la Plaza de Colón en Madrid, Estado español. La compañera Yuli cumplió 38 años en mayo pasado en altamar, es decir que tenía apenas seis meses cuando se fundó el EZLN en un lugar cercano a su comunidad tojolabal de origen en la Selva Lacandona, cerca de la frontera con Guatemala. Siendo su marido de un pueblo tseltal, “así que se quieren, pelean y se vuelven a querer en castilla” (Escuadrón 421 (la delegación marítima), EZLN). Yuli es madre de una niña y un niño, coordinadora de un colectivo local y educadora en una localidad de las cañadas de Ocosingo donde las tierras recuperadas son cultivadas dignamente por familias campesinas mayas conocidas como autónomas.

 En voz de Yuli, “nuestro empeño por la vida es mundial. No reconoce fronteras, lenguas, colores, razas, ideologías, religiones, sexos, edades, tamaños, banderas” (Apenas 500 años, EZLN, 13 de agosto de 2021, leer su intervención completa más abajo). Enseguida, la voz de Marijosé advirtió que “ésta es de las pocas veces que haremos uso de la palabra en un acto donde unos pocos hablan y muchos escuchan”. En el mismo tono de voz concluyó: “Y, cuando un día cualquiera, alguien les pregunte ‘¿a qué vinieron los zapatistas?’, juntos podremos responder, sin pena para ustedes y sin vergüenza para nosotras, ‘vinieron a aprender’. Quinientos años después, las comunidades zapatistas vinieron a escucharnos”.
 Como comunidades zapatistas que somos, vemos señales.
 Pero tal vez estamos equivocados como pueblos que somos.
 Ya ven que dicen que somos ignorantes, retrasados, conservadores, opositores al progreso, pre-modernos, bárbaros, incivilizados, inoportunos e inconvenientes.
 Tal vez es así.
 Tal vez estamos atrasados porque como mujeres que somos o como otroas, podemos salir a pasear sin temor de que nos ataquen, nos violen, nos descuarticen, nos desaparezcan.
 Tal vez estamos en contra del progreso porque nos oponemos a los megaproyectos que destruyen la naturaleza y nos destruyen como pueblos, y que heredan muerte para las generaciones que siguen.
 Tal vez estamos en contra de la modernidad porque nos oponemos a un tren, una carretera, una presa, una termoeléctrica, un centro comercial, un aeropuerto, una mina, un depósito de material tóxico, la destrucción de un bosque, la contaminación de ríos y lagunas, el culto a los combustibles fósiles.
Tal vez somos atrasados porque honramos a la tierra en lugar de al dinero.
Tal vez somos bárbaros porque cultivamos nuestros alimentos. Porque trabajamos para vivir y no para ganar paga.
Tal vez somos inoportunos e inconvenientes porque nos gobernamos a nosotros mismos como pueblos que somos. Porque consideramos el trabajo de gobierno como un trabajo más de los comunitarios que habremos de cumplir.
Tal vez somos rebeldes porque no nos vendemos, porque no nos rendimos, porque no claudicamos.
Tal vez somos todo eso que dicen de nosotros.
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 Pero algo miramos, algo escuchamos, algo sabemos que está pasando y que va a pasar.
 Y por eso estamos en este viaje. Porque pensamos y sabemos que no somos los únicos que luchamos, que no somos los únicos que vemos lo que está pasando y lo que va a pasar.
 Nuestro rincón del mundo es una pequeña geografía de lucha por la vida.
Estamos buscando otros rincones y queremos aprender de ellos.
Por eso llegamos hasta acá, no a traerles reproches, injurias, reclamos, cobros por deudas impagadas.
Aunque eso esté de moda y aunque cualquiera diría que sí, que tenemos razón en esos reclamos o que no sabemos lo que debemos hacer y ellos, los malos gobiernos, lo harán por nosotros.
Y que esté de moda que esos malos gobiernos se escondan detrás de nacionalismos de cartón.
Y que, bajo la bandera del nacionalismo, nos cubramos nosotros y se cubra también quien nos oprime, quien nos persigue, quien nos asesina, quien nos divide y nos confronta. No. No venimos a eso.
Detrás de los nacionalismos se esconden no sólo las diferencias, también y sobre todo los crímenes. Bajo un mismo nacionalismo se cobijan el macho violento y la mujer agredida, la intolerancia heterosexual y la otredad perseguida, la civilización depredadora y el pueblo originario aniquilado, el capital explotador y los trabajadores subyugados, los ricos y los pobres.
Las banderas nacionales ocultan más de lo que muestran, mucho más.
Porque pensamos eso, es que nuestro empeño por la vida es mundial. No reconoce fronteras, lenguas, colores, razas, ideologías, religiones, sexos, edades, tamaños, banderas.
Por eso la nuestra, es una Travesía por la Vida.
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