La visita del CIG y su vocera María de Jesús Patricio Martínez a nuestros pueblos representa en concreto:

1. El movimiento indígena anticapitalista más grande y pacífico que ha visto el país en su lucha por la recuperación de sus espacios territoriales, por la educación, la seguridad alimentaria, económica, social, por el derecho a sus propias formas de gobernarse.

2. Es el llamado a las mujeres y hombres del campo y la ciudad para algo verdaderamente grande: Reconstruir digna y organizadamente el país que los ricos y políticos corruptos han dejado en ruinas con sus reformas estructurales (ya vivimos el saqueo de estás políticas en nuestros pueblos y en nuestra vida diaria).

3. Los estamos invitando a cambiar radicalmente la historia de explotación, desprecio, despojo y represión en la que nos tiene la clase política y su mal sistema. Pero eso sí, algo bien claro, nadie va a venir a cambiar lo que a nosotros nos corresponde.

No esperen promesas, ni despensas, gorras o mochilas… Esperen sí mucha dignidad y palabra verdadera.