La noche había caído sobre la selva y el rumor del Río Bascán competía con las chicharras para sobresalir sobre el concierto de insectos y otros bichos. Desde la entrada del caracol de Roberto Barrios una doble fila de zapatistas, esperando en silencio, se extendía hasta el puente sobre el río. Y entonces se escucharon los cuetes anunciando la llegada de la caravana del Concejo Indígena de Gobierno y su vocera Marichuy.

Una comitiva de mujeres esperaba para recibirla con una lluvia de pétalos de flores y el aroma del incienso de copal. Así recorrieron el largo camino hasta el caracol: Marichuy acompañada de dos ancianas y dos niñas, símbolo del camino recorrido y del nuevo camino por andar. “María de Jesús, ¡no te vendas! María de Jesús, ¡no te rindas! María de Jesús, ¡no claudiques! María de Jesús, ¡no estás sola! ¿Con quién estás? ¡Con el pueblo!”, gritaban dos jóvenas junto a ella mientras todas las y los zapatistas repetían en coro y gritaban vivas. Fue un recibimiento muy diferente de los demás. Sencillo pero sentido.

El caracol se llenó de bases de apoyo zapatistas y en el templete, después de la bienvenida por la Junta de Buen Gobierno, el dolor se hizo presente al lado de la resistencia.

Como en los demás caracoles, Marichuy cedió primero la palabra a cuatro concejalas del Concejo Indígena de Gobierno. La concejala de Mezcala, Jalisco, explicó que en su región se desarrollan grandes centros turísticos y fraccionamientos residenciales, en lo que es una de las mayores colonias estadounidenses en el país. La concejala de Tilapan en la región de Zongolica, Veracruz, habló de la presencia de la delincuencia organizada, de la desaparición forzada de jóvenes y del miedo que la población tiene de denunciar. La concejala de la Sierra Chontal, Oaxaca, denunció los proyectos extractivos que destruyen el territorio. Y la concejala de San Sebastián Bachajón, Chiapas, habló del despojo de la tierra y su defensa, que les ha costado dos muertos.

Ante eso, dijeron, es la unión y la organización lo único que los mantiene resistiendo. La concejala de Mezcala, por ejemplo, explicó que lo que los mantiene de pie es el hecho de que, a pesar de todo, siguen teniendo un gobierno tradicional y sus tierras son comunales.

Aquí, como en los demás espacios que ha visitado la caravana, se ha hecho énfasis en la unión y en el esfuerzo colectivo. Fue esa colectividad la que construyó los espacios en los que se realizan los eventos, no sólo en términos de mano de obra, sino de fondos obtenidos con mucho esfuerzo con las cooperativas de cada zona. Es esa colectividad organizada que se ve en cada recibimiento, en cada acto. Es esa unión lo que permite a los pueblos originarios defender a la madre tierra, fuente de alimentación y de vida, tema repetido por las mujeres que, a fin de cuentas, son quienes cuidan y reproducen la vida. Y es también esa unión lo que da fuerzas para seguir de pie en medio de la desesperanza.

“Me estoy muriendo poco a poco”, dijo una de las madres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. Desde que te despiertas, cuando desayunas, cuando trabajas, en todo momento, está el dolor de no saber dónde está tu hijo. Un dolor que, por más que las madres y padres de los 43 repitan a lo largo y ancho del país, no se puede expresar. Estar aquí entre tanta gente linda, dijo, es tan importante. Explicó que la noche anterior se sentía muy mal, desesperada, y que una compañera la animó diciéndole que había que seguir luchando y que no estaban solos. Y enseguida se escucharon las voces en todo el caracol: “¡No están solos!”

“Esa es la realidad, es lo que está pasando en México”, dijo Marichuy. “Pero los pueblos indígenas dijimos que no estamos de acuerdo. Dijimos que vamos a salir a las diferentes comunidades indígenas de México para decirles lo que pensamos, para decirles y escuchar si ellos también están pensando como nosotros, que es necesario unirnos, hacer una fuerza grande entre los trabajadores del campo y la ciudad para quitar a este sistema capitalista.”

Escucha los audios:

Llegada al caracol:
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Concejala de Mezcala, Jalisco:
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Concejala de Tilapan, Veracruz:
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Concejala de la Sierra Chontal, Oaxaca:
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Concejala del Ejido San Sebastián Bachajón, Chiapas:
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Madres y padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa:
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Palabra de la vocera del CIG, Marichuy:
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