NUEVA EMBESTIDA DEL INM EN CONTRA DEL PERSONAL DE LA 72

Tenosique, Tabasco, 26 de junio de 2017.

A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
A la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
A la Comunidad Nacional e Internacional
Al Estado mexicano

Desde hace algunas semanas nuestro equipo de trabajo estuvo recibiendo varias notificaciones por parte de la Procuraduría General de la República porque estaba investigando a Fray Bernardo Molina Esquiliano, miembro de nuestro equipo y parte de la Orden Franciscana en el Sureste de México.
Como representante legal de nuestra Asociación me presenté ante el personal de la PGR y me informaron de una denuncia puesta por el señor Eduardo Silvestre Hernández Dighero, Delegado Federal del Instituto Nacional de Migración en Tabasco en contra de Fray Bernardo Molina Esquiliano, por tráfico de personas, cuya carpeta de investigación es FED/TAB/TEN/0000134/2017.

Nuestra Casa del Migrante y ahora, Campo de Refugiados en Tenosique, llamada La 72, funciona desde hace 7 años. Desde entonces nos dedicamos a dar alimento, hospedaje, orientación legal y acompañamiento integral a las víctimas del criminal desplazamiento humano, del cual son víctimas cientos de personas que ingresan a México por la Frontera Sur.
No es desconocido para nadie que nuestro equipo recoge a las personas que vienen en la carretera y les ofrece llevarlas a Tenosique, a La 72 para acogerlas y empezar un acompañamiento integral. Esto ha sido visto por las autoridades y especialmente el INM, como tráfico de personas. Hemos denunciado ante el mundo entero que el tramo carretero de tan solo 60 km de la frontera con Guatemala a Tenosique es un campo minado donde a las personas migrantes les puede pasar de todo: violaciones sexuales, asaltos, golpizas, secuestros, discriminación, desaparición forzada, muerte. Y hasta ahora las autoridades de los tres niveles de gobierno no solo no han hecho lo que les corresponde sino que criminalizan nuestra labor y peor, utilizan el sistema penal para frenarnos, intimidarnos, acosarnos.

Esta nueva embestida del INM en contra de nuestra labor se une a la ya larga historia donde por cualquier medio quieren someternos al silencio, a la complicidad.

Pero también es una labor sucia que proviene del mismo Estado pues está basada en sus peores prácticas para inhibir la migración, y violar nuestro legítimo derecho de acompañar a las personas víctimas y exigir un cambio radical de la política migratoria, un tránsito libre y digno, una acogida generosa para las personas refugiadas.

Por medio de la presente hacemos un llamado al Estado mexicano para que cese en dichas prácticas. Para que deje de acosarnos y nos permita generar procesos de hospitalidad para todas las personas migrantes y refugiadas que atendemos en
Tenosique y en la región. Seguiremos haciendo nuestra labor con transparencia, con pasión y exigiendo el respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas y a nuestra labor.

Fray Tomás González Castillo, OFM