por Miguel Pickard

Los grandes proyectos del gobierno federal de México y del estatal de Chiapas, impulsados en el marco del Proyecto Mesoamérica (nuevo nombre del anterior PPP o Plan Puebla Panamá), siguen avanzando —velozmente cuando no existe oposición organizada y sigilosamente cuando la hay. Las dos megaobras de mayor relevancia en la actualidad en Chiapas son, por un lado, el llamado Programa de Ciudades Rurales Sustentables (CRS) y, por otro, la construcción de grandes proyectos de infraestructura previstos para hacer de Chiapas el “segundo Cancún” para el turismo y, además, hacer del estado un participante importante en el lucrativo mercado de “bonos de carbono”.

En cuanto a las CRS, en breve se inaugurará la segunda Ciudad Rural en Chiapas, en el municipio de Santiago el Pinar, con la presencia del presidente Calderón, el gobernador Sabines y sus respectivos séquitos. La megaobra multimillonaria de Ciudades Rurales Sustentables puede caracterizarse como una “guerra fría” del gobernador Sabines contra la vida milenaria del campesinado y de los pueblos indígenas, un proyecto genocida por el interés que encierra de despejar el campo de campesinos e indígenas, y destruir su forma de vida y de producción arraigada en la tierra que habitan.

Concentradas en Ciudades Rurales, las familias campesinas e indígenas, algunas de ellas conminadas a vender o entregar sus tierras, entrarán de golpe en una economía plenamente capitalista, donde todas las necesidades, en especial sus alimentos básicos, ahora tendrán que ser adquiridas. Por tanto serán rehenes del magro salario que algunas —pocas— personas recibirán por su trabajo en los proyectos productivos y/o en las maquiladoras que se instalarán en tierras adyacentes a las Ciudades Rurales. La pérdida de la autonomía de los pueblos indígenas habrá comenzado y con el tiempo será total. (Escucha el reportaje de Radio Zapatista.)

Otro proyecto de primera importancia en Chiapas es la autopista de cuota de 175 km que enlazaría los “polos” turísticos de San Cristóbal de Las Casas y Palenque,  ya de por sí imanes para visitantes nacionales e internacionales. Esta autopista es la espina dorsal de un proyecto turístico integral (disfrazado de turismo ecológico), que pretende convertir a Chiapas, en palabras del gobierno de Sabines, “en el segundo Cancún”.

Al firmar el Acuerdo Nacional de Turismo con empresarios del ramo turístico el 28 de febrero pasado, Calderón se comprometió a hacer de México el quinto destino turístico a nivel mundial para 2018. El Acuerdo, según Calderón, busca “aumentar la conectividad” del país por mar, tierra y aire, así como facilitar el turismo al agilizar “la llegada, el tránsito y la salida” del turista por las rutas principales. Todo ello implica “acelerar el paso… (de la) construcción de… puertos y carreteras”. El año 2011 quedó declarado el “Año del Turismo”.

En 2009, la construcción de la autopista entre San Cristóbal y Palenque se detuvo por la oposición de varios grupos de ejidatarios indígenas en resistencia contra el despojo y la destrucción de sus tierras que el proyecto implicaba. La resistencia de los ejidatarios, participantes de La Otra Campaña, se ha centrado en la comunidad de Mitzitón, a 15 km de San Cristóbal, y en el ejido de San Sebastián Bachajón, en el municipio de Chilón, a 70 km de Palenque.

Estos lugares tienen una importancia especial para la construcción de la autopista. Mitzitón sería el “Kilómetro Cero”, el punto de partida de la autopista, mientras que el ejido de San Sebastián Bachajón es vecino de los sitios turísticos de Agua Azul y Bolom Ajaw. El gobierno federal difundió en 2009 un trazado de la carretera que indica que la autopista pasará por las tierras ejidales de Bachajón y las tierras recuperadas de Bolom Ajaw.

Por la oposición organizada que se movilizó contra esta carretera de cuota, los gobiernos federal y estatal optaron a partir de 2009 por avanzar en distintos frentes. Por el lado federal, el mejoramiento de la carretera de acceso a la autopista (es decir, el tramo de 15 km de San Cristóbal a Mitzitón) avanza a paso acelerado con el ensanchamiento de carriles y la edificación de grandes puentes que permitirán un flujo vehicular en constante aumento. Las obras han cuidado en especial a unos vecinos importantes de ese tramo, pues la amplia cinta asfáltica y los vistosos pasos a desnivel facilitarán la entrada y salida de tropas y tanquetas de la base militar de Rancho Nuevo.

Mientras el gobierno federal aplana carreteras, el gobierno estatal ha asumido la tarea de “aplanar” a la oposición ante el próximo avance de la autopista. El hostigamiento a Mitzitón y Bachajón ha sido una constante desde hace varios años pero los conflictos han arreciado en las últimas semanas. En Mitzitón, los problemas subieron de tono ante la presencia de jóvenes evangélicos armados, el llamado Ejército de Dios, cuerpo de choque de la iglesia evangélica Alas de Águila, en estrecha vinculación con el gobierno estatal. Estos paramilitares han realizado ataques contra el grupo mayoritario de católicos, participantes en La Otra Campaña, que se opone al paso de la autopista por sus tierras y a la consiguiente destrucción de bosques, mantos acuíferos y tierras de sembradío.

Asimismo, en Bachajón, el gobierno estatal ha recurrido a la táctica que tanto ha sufrido este ejido de encarcelar arbitrariamente a un número importante de habitantes, obligando a la comunidad a ocupar tiempo y recursos en movilizaciones para su liberación.  El 3 de febrero pasado, 117 ejidatarios, participantes de La Otra Campaña, fueron detenidos, acusados de la muerte de un priísta por arma de fuego, sucedido en una refriega el día anterior. Sin embargo, sólo los atacantes priístas portaban armas de fuego en el enfrentamiento. De los 117 detenidos, 10 permanecen en el reclusorio de Playas de Catazajá. El enfrentamiento ocurrió cuando un grupo priísta se apoderó violentamente de la caseta de cobro y de acceso a Agua Azul, en manos de ejidatarios participantes de La Otra Campaña, pues éstos habían cometido un acto intolerable: empezar a construir una palapa-comedor y un centro ecoturístico que, a diferencia de las megaobras planeadas por el gobierno, estarían en manos de los habitantes locales. En el enfrentamiento quedó destruida la caseta de cobro y los priístas robaron los materiales de construcción, incluyendo carretillas, toneladas de cemento y herramientas.

Como dijo un ejidatario de Bachajón (escucha la entrevista completa):

El gobierno lo que está haciendo ahorita es encarcelar a los que dirigen el movimiento. Como organización somos el peor enemigo del gobierno, […] porque no le conviene que estemos defendiendo lo que realmente nos pertenece […] estamos convencidos de que el gobierno está buscando una estrategia muy violenta [para] apoderarse de nuestro centro ecoturístico.

Una suerte similar de represión y encarcelamiento han sufrido personas en otras partes de Chiapas que se han manifestado en solidaridad con Bachajón y Mitzitón. Es el caso de la represión sufrida el 17 de febrero por personas en una jornada de desobediencia civil pacífica mediante el bloqueo intermitente de la carretera costera a la altura de Pijijiapan. Después de levantado el bloqueo, la policía estatal detuvo a 19 personas del Consejo Regional Autónomo de la Costa, librando horas después a 16, pero consignando a los abogados del Centro de Derechos Humanos “Digna Ochoa”, acusados de “motín” y de ser los instigadores de la jornada de protesta. Los abogados habían acudido al bloqueo como observadores para registrar eventuales violaciones de los derechos humanos por parte de las autoridades.

Cuando en el pasado reciente entre analistas se ha tratado de construir una “lógica” detrás de la violencia estatal, se antojaba pensar que el punto de inflexión para desatar la represión tenía que ver con actos de desobediencia civil. Para el gobierno son intolerables actos cometidos por ciudadanos de a pie que infrinjan leyes establecidas, aun en legítima defensa de sus derechos colectivos, civiles o humanos. Sin invalidar lo anterior, hoy es evidente que existe para el gobierno estatal otro punto de inflexión, pues tiene como tarea someter a grupos contrarios cuando su oposición “entorpece” el avance de los proyectos de inversión privada o mixta. Usando la zanahoria o bien el garrote, el objetivo es el desgaste, la claudicación y la rendición de grupos opositores. Cuando fallan las mesas de diálogo o las mesas de negociación,  está la represión mediante el encarcelamiento, el hostigamiento, el amedrentamiento por la fuerza policíaca militarizada o grupos de tipo paramilitar como el Ejército de Dios.

Esta es la “lógica” o la estrategia detrás del notorio auge de la represión contra grupos de La Otra Campaña en las últimas semanas en Chiapas. Se trata de desgastar a grupos contrarios a las megaobras del Proyecto Mesoamérica, a grupos que no sólo están en resistencia contra la consigna neoliberal de privatizar o mercantilizar todo, sino que proponen alternativas y, concretamente en el caso de las comunidades zapatistas, o de las personas participantes en La Otra Campaña de Mitzitón y Bachajón, ponen en marcha y hacen realidad esas alternativas.

Calderón y Sabines tienen ahora menos de dos años para lograr avances significativos en las megaobras que han propuesto para Chiapas. Lo que estamos viendo con el auge de la represión es el inicio de una campaña que se intensificará en este “Año del Turismo” para poder allanar el camino para el avance de las obras que convertirían a Chiapas en un atractivo “Cancún verde”. Detrás de los planes se mueven grandes caudales de dinero, grandes intereses e incluso grandes convenios, como el recientemente firmado entre Chiapas y el estado de California para establecer en Chiapas extensas zonas verdes para el mercado de bonos de carbono. De ello poco o nada sabe la población de Chiapas.


Más información:

Integración para el despojo: el Proyecto Mesoamérica, o la nueva escalada de apropiación del territorio (Ciepac)

Ciudades Rurales en Chiapas: Despojo gubernamental contra el campesinado (Ciepac)

Reportaje especial sobre las Ciudades Rurales Sustentables (RZ)

La autopista San Cristóbal-Palenque, la espina dorsal del CIPP: Sigilo y destrucción violenta (Ciepac)

Represión en Chiapas: Reportaje con testimonios de Bachajón, Mitzitón y la Costa de Chiapas (RZ)

Palabras de Nataniel Hernández, director del Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa, desde el penal del Amate (Radio Pozol)

Reporte Frayba: Sobre el conflicto en San Sebastián Bachajón (Frayba)

Bloqueo por presos políticos de Mitzitón y agresiones a Molino de los Arcos (RZ)

Reportaje sobre la comunidad de Mitzitón (RZ – 06/2010)

Ataque paramilitar a la comunidad de Mitzitón (RZ – 03/2010)

Violencia y resistencia en Mitzitón, Chiapas (RZ – 08/2009)

Presos políticos de Bachajón (RZ – 05/2009)

Movilizaciones por los presos de Bachajón (RZ – 05/2009)

REDD: Nombres para el despojo (Silvia Ribeiro, La Jornada, 21 May 2011)