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Hemos sido testigos de como la maquinaria represiva y criminal del Estado mexicano se ha agudizado notablemente contra los movimientos sociales y políticos. El sistema moviliza todas las instancias del Estado mexicano para la represión; las fuerzas federales y las fuerzas locales actúan brutalmente contra las movilizaciones civiles de protesta (no así, extrañamente, contra el llamado crimen organizado). Las detenciones y encarcelamientos sin argumentos jurídicos; las desapariciones forzadas; la tortura sexual como acto represivo y de disuasión política; los “arrases” de poblaciones, como sucedió en Salvador Atenco, Estado de México, y en Tlapa, Guerrero, por ejemplo, son actos que comienzan a ejercerse descaradamente, de manera sistemática y continua. Hemos denunciado públicamente las Reformas Judiciales y la Ley de Seguridad Nacional que permiten, dentro de un marco legal, a las fuerzas del Estado cometer toda clase de delitos contra la población civil en nombre de la”seguridad”, claro está, no de la nuestra, de abajo, sino la de arriba.

Las brutales represiones del 19 de junio en diversos estados del país nos ha traído indignación y dolor. Los asesinados en Oaxaca nos duele: maestros, padres de familia, estudiantes que protestaban contra la mal llamada “Reforma Educativa” y que ejercían su derecho a manifestarse, nos causa rabia, la digna rabia como sabiamente se dice en el Sureste mexicano. Los medios de comunicación desesperadamente intentan disfrazar el crimen. Intentan criminalizar a los asesinados, intentan criminalizar la lucha por la justicia. Hacen de la solidaridad también un crimen. Desde allá arriba, lo es. Ahí está Miguel Ángel Mancera y su cuerpo criminal policiaco que, de manera autoritaria, detuvo una manifestación de solidaridad con la lucha magisterial; arrestó a manifestantes que se dirigían en la Casa de Representación del Estado de Oaxaca en la Ciudad de México. Arrestó ahí compañeros de los medios libres y les robó equipo. A la mujeres arrestadas se les agredió física y verbalmente: las manosearon y amenazan con violarlas. Uno de los criminales de Mancera amenazaba: “deja que te coja a ver si se te quita lo revolucionaria”.

Señalamos a los culpables de estos acontecimientos: a Enrique Peña Nieto; a Aurelio Nuño Meyer, Secretario de Educación Pública; a Renato Sales Heredia, encargado de la Comisión Nacional de Seguridad; a Gabino Cué, gobernador de Oaxaca, a Miguel Ángel Mancera, Jefe del Gobierno de la Ciudad de México y su secretario de Seguridad Pública, Hiram Almeida. Responsabilizamos a los tres niveles del gobierno que, coordinados en Oaxaca, en la Ciudad de México, en donde el movimiento magisterial se manifiesta y la solidaridad surge, responden con una represión criminal.

Como Red Contra la Represión y por la Solidaridad nos mantenemos alerta ante estos acontecimientos porque la imposición de esta “Reforma Educativa” está acompañada de asesinatos, y nos muestra como se realizarán otras tantas imposiciones contra los intereses de los de abajo; porque se ha hecho uso de armas de fuego de manera descarada contra civiles para violentar el derecho a la libre manifestación, que tantos muertos ha costado y porque se hace de esta libre manifestación, no sólo en Oaxaca, particularmente, en la Ciudad de México – donde los espacios públicos, para manifestar la libre expresión, han sido conculcados notablemente – un delito y de la solidaridad un acto delictivo.

Llamamos a la solidaridad con los presos del magisterio, rehenes del Estado, con el movimiento democrático magisterial. Cada quien con sus formas, modos y haceres. A solidarizarse con víveres, cuando esto sea posible, con los maestros que se mantienen en resistencia en las geografías en las que cada grupo, colectivo, cooperativa y organización se encuentre. En la Ciudad de México, también invitamos a participar este viernes 24 de junio “Al terror del gobierno, la música del pueblo”, que se realizará a partir de la una de tarde en Carmona y Valle 32, Colonia Doctores. Se pide apoyar con medicamentos, comida enlatada y artículos de higiene personal.

Desde allá arriba quieren enviarnos el mensaje de que la disidencia, la rebeldía y la solidaridad se paga y se paga con la muerte, desde acá bajo respondamos con la resistencia y con la vida.

Contra el despojo y la represión:
¡la solidaridad!
Red Contra la Represión y por la Solidaridad
(RvsR)