Autonomy and Resistance
(Español) De las mujeres organizadas de Santa María Guienagati ante la violencia feminicida ocurrida el 1 de enero de 2024
De las mujeres organizadas de Santa María Guienagati ante la violencia feminicida ocurrida el primero de enero de 2024.
Santa María Guienagati, Tehuantepec, Oaxaca. A 15 de enero del 2023.
Al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador,
Al Gobernador del Estado de Oaxaca, Salomón Jara Cruz,
Al titular de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamilla,
A la titular de la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca, Elisa Zepeda Lagunas,
A la Autoridad Municipal de Santa María Guienagati
A la sociedad civil en general:
Las mujeres de Santa María Guienagati nos manifestamos en contra de la violencia de género que afecta a las mujeres de cualquier edad y en cualquier territorio de este país, especialmente la feminicida, que acaba con la vida de las mujeres, dejando una herida muy honda en las víctimas indirectas.
El pasado 1° de enero, asesinaron con violencia a Julia, una mujer mixe de la tercera edad, avecindada desde hace 28 años en nuestra comunidad. El feminicidio de nuestra compañera también nos lastimó a todas las mujeres, significó un cambio drástico en nuestras actividades diarias, en la rutina y en nuestras relaciones con las demás personas. El dolor por una pérdida que no tiene explicación, el miedo y la inseguridad se han apoderado de nuestro día a día: caminar, dormir y hacer cualquier actividad solas, implica un alto grado de riesgo para nuestras vidas.
Oaxaca es el segundo estado del país con las cifras más altas en feminicidios. Tan solo en lo que va del año se contabilizan al menos 5 casos de feminicidio en el estado, entre ellas Julia.
Es por eso que tomamos este espacio para exigir a las autoridades federales, estatales y municipales que, en el marco de su competencia, esclarezcan el feminicidio de nuestra compañera Julia, intervengan para reconstruir el tejido social de nuestra comunidad e implementen medidas de no repetición, para que nunca más se cometa un crimen tan atroz en nuestro territorio.
A las instancias de gobierno correspondientes les exigimos:
– A la autoridad municipal, su participación oportuna en la presentación de todas las evidencias, la no obstaculización de la investigación que las autoridades estatales llevan a cabo, así como tomar medidas inmediatas y eficaces para erradicar las violencias en nuestra comunidad.
– A la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, que se investigue el feminicidio de Julia conforme a los protocolos y estándares que existen para la materia desde los enfoques intercultural y de género. No se debe ignorar que Santa María Guienagati es un municipio de poco más de 3 mil habitantes, donde convivimos con personas de distintos orígenes étnicos, como consecuencia de los desplazamientos sociales de las últimas décadas y tenemos un estilo de vida comunal.
-Que se cumplan las leyes nacionales y los acuerdos internacionales sobre el derecho de las mujeres a una vida sin violencia;
– A la Coordinación de Atención a los Derechos Humanos y la Secretaría de Mujeres de Oaxaca, les exigimos la intervención en la comunidad para que se puedan desarrollar procesos de resiliencia comunitaria, pues se ha generado un ambiente de dolor, incertidumbre y temor a permanecer solas en el espacio público e incluso el privado. Que realice una estrategia integral para trabajar con los problemas de alcoholismo y machismo. Recalcamos que los dolientes no sólo son los familiares y que hay un lazo comunitario, de amistad y solidaridad con Julia.
Con rabia e indignación señalamos que este no es el único feminicidio que ocurre en nuestra comunidad, con dolor recordamos a Marycruz, Faustina e Isidora, víctimas de la violencia feminicida que atraviesa nuestra comunidad. A pesar de estos casos, Santa María Guienagati no se incluye dentro de los municipios con alerta de género, lo cual invisibiliza la gravedad de la realidad que vivimos, por lo que llamamos a la sociedad civil a que nos mantengamos vigilantes de la respuesta de las autoridades, hasta que se logre justicia para Julia y regrese la tranquilidad en nuestra comunidad.
Por una vida libre, cese a la violencia en nuestra comunidad. Las mujeres y niñas tenemos el derecho a una vida digna.
¡Que ningun feminicidio quede impune!
¡Ni una asesinada más!
Atentamente:
Mujeres Organizadas de Santa María Guienagati
Apóyanos con tu firma y difusión
https://docs.google.com/document/d/1EsmgpE1X8-3v5KGLozKY4I1w6Bbf_oau-AYSEw3dXe8/edit?usp=sharing
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noviembre 2015
(Español) Ejido Tila: Ex autoridad ejidal y miembro del CNI asesinado por narcoparamilitares vinculados al Ayuntamiento
En el ejido Tila, este viernes, 12 de enero, a las 7:15 pm, miembros de un grupo narcoparamilitar conocido como Autodefensas KARMA asesinaron a Carmen López Lugo, ex presidente del consejo de vigilancia (2018-2021) y miembro del Congreso Nacional Indígena (CNI).
Este asesinato es una violencia más en una larga lista de agravios cometidos por este grupo delincuencial, que según los ejidatarios tiene vínculos con el ayuntamiento, con el grupo paramilitar Paz y Justicia y con otros grupos del crimen organizado.
Dicho grupo es liderado por la regidora plurinaminal del ayuntamiento municipal, Adelaida Martínez Parcero, y su hermano José Rodrigo Martínez Parcero, en coordinación con el supuesto comisariado Eduardo Gutiérrez Martínez, impuesto ilegalmente con falsificación de firmas, incluyendo las de ejidatarios ya fallecidos, como han denunciado los ejdiatarios repetidas veces.
El ejido Tila tiene una larga historia de lucha por la tierra, en particular para recuperar 130 hectáreas, ilegalmente despojadas en la década de 1980, donde se encuentra el poblado de Tila y donde de manera inconstitucional se asentó el ayuntamiento municipal. Fue desde ese ayuntamiento que, en la década de 1990, se coordinaron las actividades paramilitares del violentísimo grupo Paz y Justicia, como parte de la estrategia de contrainsurgencia del Estado ante el levantamiento zapatista. Es esa una de las razones por las que los ejidatarios han luchado tanto por recuperar esas 130 hectáreas y expulsar al Ayuntamiento. En 2008, el juzgado primero le dio la razón a los ejidatarios y ordenó la restitución de las tierras. Sin embargo, el gobierno del estado recurrió a todo tipo de argucias para incumplir con la determinación.
Así, en diciembre de 2015, cansados de los atropellos a la justicia, los ejidatarios decidieron expulsar al ayuntamiento de sus tierras por su propia cuenta, iniciando así un proceso de autonomía en la práctica. Se estableció el autogobierno según los usos y costumbres, se adquirieron vehículos para la recolección de basura, se puso en práctica la justicia autónoma y demás áreas de la autonomía. Ese mismo mes, los ejdiatarios denunciaron la reactivación del grupo paramilitar Paz y Justicia por parte del presidente municipal Édgar Leopóldo Gómez Gutiérrez.
A pesar de que en septiembre de 2018 la Suprema Corte dictaminó la restitución de las tierras, el gobierno de Chiapas se ha rehusado a ejecutar la sentencia, recurriendo a una estrategia que combina imposición de autoridades ejidales espurias mediante falsificación de firmas, violencia directa por parte de grupos narcoparamilitares y una campaña de desinformación, de la mano del Comité Digna Ochoa, que culpa a las autoridades autónomas de la propia violencia cometida por dichos grupos, incluso acusándolos de pertenecer al EZLN. Es importante resaltar que dicho Comité Digna Ochoa ha sido vinculado tanto al grupo paramilitar Paz y Justicia como a los paramilitares de Santa Marta en Chenalhó, que durante años aterrorizaron a las comunidades de Aldama.
Desde hace ya varios años, el grupo delincuencial vinculado a los Martínez Parcero y al supuesto comisariado ejidal Eduardo Gutierrez Martínez ha realizado innumerbles agresiones, asesinatos, secuestros y destrucción de propiedad, como denunciado en un comunicado del pasado 23 de octubre de 2023, entre otros. En noviembre de ese año, el grupo Autodefensas KARMA atacó con armas de grueso calibre las casas del presidente del consejo de vigilancia y del ex comisariado ejidal, incendiando esta última, y posteriormente atacaron la casa ejidal. En el centro del poblado, muy al estilo del crimen organizado, colocaron una manta advirtiendo a los ejidatarios a abandonar el pueblo en un plazo de 12 horas.
Todas esas agresiones han sido denunciadas ante la Fiscalía del Estado y los tres niveles de gobierno, sin ningún resultado.
La violencia continúa. El día de ayer, mientras se realizaba la misa por el fallecimiento de Carmen López Lugo, tres personas fueron atacadas a tiros en una carnicería, falleciendo por lo menos una de ellas. Como siempre, en las redes sociales, se culpó a los ejidatarios autónomos, en consonancia con la campaña de desinformación.
La situación de violencia en el ejido Tila llega a niveles alarmantes en este inicio de año electoral, en el que los diferentes grupos del crimen organizado luchan por posicionarse en las diversas estructuras de gobierno. Mientras eso, los ejidatarios resisten con todo en contra. Cabe a la sociedad civil no caer en los juegos de desinformación y defender un proyecto de autonomía que ha sido ejemplo para toda la zona norte del estado de Chiapas, tan golpeada desde hace 30 años por la violencia paramilitar y, ahora, narcoparamilitar.