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Radio Zapote

Libertad para Mumia Abu-Jamal

  • A la edad de 68 es veterano del Partido Pantera Negra, periodista combativo, autor de 13 libros y activista comunitario.
  • Fue injustamente declarado culpable del asesinato de un policía blanco el 9 de diciembre de 1981 en Filadelfia y condenado a muerte en 1982 por el sistema injusticia racista.
  • Salió del corredor de la muerte en 2011 gracias a las movilizaciones del movimiento pero ahora enfrenta la muerte por encarcelamiento.
  • Evidencia encontrada en la Fiscalía de Filadelfia a finales de 2018 podría comprobar su inocencia y llevar a su libertad después de 41 años tras los muros si su caso se abriera de nuevo.
  • La jueza Lucrecia Clemons rechazó su petición el 26 de octubre de 2022 y piensa rechazar su apelación en su siguiente audiencia. Sin embargo, dejó la puerta levemente abierta con respecto al considerar evidencia sobre el racismo en la selección del jurado en 1982.
  • Habrá acciones en su apoyo durante su siguiente audiencia el viernes 16 de diciembre en Filadelfia después de acciones el fin de semana del 9 de diciembre, el día de su encarcelamiento.
  • En la Ciudad de México estaremos en solidaridad afuera de la embajada gringa el domingo 11 de diciembre a las 12 del día en un acto conjunto con un emocionante Torneo de Freestyle de #De Batl. Habrá rap de Guerrilla Bang Bang, música bailable estilo jamaiquino de Chingona Sound, canciones de Eva Palma, danza pre-hispanica de Aurelio y amigxs, obra gráfica de Ulises Xozulu, sellos corporales de la Colibrí, más grabados y una nueva manta de Indiosindios Lopez!

¡No permitamos que Mumia muera en prisión!
¡Libertad ahora! ¡Presxs Políticxs Libertad!

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Radio Zapote

Mumia Abu-Jamal: Votar con Rabia

Por Mumia Abu-Jamal

 

Actualmente, las elecciones nacionales de medio mandato en Estados Unidos no han terminado, pero esto queda claro. Un partido político importante (¿Lo llamaremos el partido de Trump?) hizo un masivo cálculo erróneo.  Durante meses, prácticamente amenazó al público con una gran ola roja*, tal vez un tsunami.

La inundación que ocurrió no era de color rojo, tampoco de azul, sino de rosa,  dado que las elecciones han mostrado una presencia generalmente silenciosa en la política estadounidense – la presencia de  las mujeres. Ninguna de las encuestas había captado su masivo descontento, pero la inundación se desató por el caso Dobbs v Jackson Women’s Health Organization en el verano de 2022, un dictamen de la Suprema Corte de Estados Unidos que desestimó el precedente Roe v Wade.

Esa inundación rosa llegó a las cabinas de votación de Estados Unidos debido a que la Suprema Corte hizo algo que casi nunca había hecho antes: quitar del público un derecho constitucional que había existido durante más de medio siglo.

Las mujeres tranquilamente y efectivamente castigaron a los Trumpistas que defendían el dictamen Dobbs y los mandaron a volar. Comprendieron intuitivamente que los políticos, especialmente los políticos masculinos, eran malos jueces en cuanto a si las mujeres pueden elegir tener hijos y/o cuándo.

Los estadounidenses son un grupo curioso. Aceptan muchas tonterías de sus líderes políticos, pero cuando se violan sus derechos, surge otro lado suyo.

Las mujeres marcharon directamente a las urnas y sacaron el conejo de la chistera. Hicieron algo totalmente impensable. Refutaron la historia al hacer una nueva historia.

Con amor, sin miedo soy Mumia Abu-Jamal.

 

14 de noviembre de 2022

—(c)’22 maj

Audio grabado por Prison Radio

Circulación por Fatirah Litestar01@aol.com

Traducción Amig@s de Mumia en México.

 

*N de la t. En Estados Unidos los estados “rojos” generalmente se refieren a los donde predominan el Partido Republicano y la política más derechista mientras los estados “azules” son del Partido Demócrata, un poco más liberales.

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Avispa Midia

Estados Unidos usará el T-MEC para derribar prohibición del maíz transgénico en México

Fuente: Avispa Midia

Por Renata Bessi

Cosecha de maíz colectivo en la comunidad de San Pedro Tlanixco, Edo. de México. Foto por Santiago Navarro F.

El secretario de Agricultura de los Estados Unidos, Tom Vilsack, comunicó el martes (27) a los medios de comunicación de este país que podría recurrir al pacto comercial T-MEC (Tratado México-Estados Unidos-Canadá) para inhibir la decisión de México, prevista por un decreto presidencial de finales de 2020, de eliminar gradualmente el maíz transgénico y el herbicida glifosato para el 2024.

La presión de los Estados Unidos no es de hoy, sin embargo, como se acerca la fecha de la prohibición, Vilsack sostuvo que 2023 será el año para aclarar el tema entre los países.

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Sostuvo que continuará hablando con funcionarios en México sobre la inminente prohibición. “Necesitamos presionar sobre el tema y este año [2023] tomaremos las medidas necesarias y apropiadas para plantear este problema en uno o dos puntos a medida que nos acercamos a 2024″, dijo el funcionario.

Estados Unidos es el mayor productor de maíz del mundo. De acuerdo con datos de la campaña Sin Maíz no Hay País, EUA posee un volumen de producción de 384,777,890 toneladas por año. En el mundo la producción es de 1,060,247,727.

México es uno de sus principales compradores del maíz producido en EUA. Este maíz es “sobre todo maíz forrajero, es para alimentos de animales, genéticamente modificado, con su carga de glifosato”, sostiene Mercedes López Martínez, de la Campaña Sin Maíz no hay País.

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Maíz nativo que ha cuidado por generaciones el pueblo nahua en, San Pedro Tlanixco, Eda de México. Foto por Santiago Navarro F

Presión

La presión es ejercida más allá de los funcionarios del gobierno norteamericano. Viene también de las grandes empresas, principalmente alemanas y norteamericanas, del mercado de semilla y del agrotóxico.

Las empresas Monsanto (EUA) fusionada con Bayer (Alemania), la Syngenta (Suiza) fusionada con la ChemChina, la Dupont (EEUU) fusionada con la Dow Chemical (EUA), y la Basf (Alemania) son las principales. Ellas se han fusionado, generando “oligopolios entrelazados que operan en todo lo largo de las cadenas de suministro agroalimentarias”, expresó Martínez.

Solamente contra la Bayer-Monsanto existen más de 125 mil demandas en el mundo por causar cáncer por el uso de glifosato.

En México, desde 2013, se ha llevado a cabo un juicio contra estas empresas que busca frenar la siembra del maíz transgénico. “Hicimos una demanda colectiva civil de acción difusa contra la siembra de maíces genéticamente modificados ante el poder judicial”, explicó Martínez, una de las representantes de la comunidad demandante contra el maíz genéticamente modificado.

Han existido diversas impugnaciones contra el cultivo de transgénico, sin embargo, el juicio principal, que demanda que se deniegue permanentemente los permisos de siembra de organismos genéticamente modificados de maíz en México, continúa.

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Otra interpretación del T-MEC

La presión viene también de organizaciones vinculadas a la industria de semillas genéticamente modificadas. Un ejemplo es la declaración en el Senado de los EUA de la presidenta de la Organización de Innovación Biotecnológica, Michelle McMurray-Heath.

México debe “rescindir inmediatamente su decreto que prohíbe la importación de maíz biotecnológico y comenzar a crear un marco de edición genética que se ajuste a las normas internacionales y a los compromisos de los acuerdos comerciales”, dijo.

A pesar de la presión ejercida bajo el argumento de que los acuerdos internacionales respaldan la venta del maíz transgénicos de EUA en México, la investigadora Karen Hansen-Kuhn, del Institute for Agriculture & Trade Policy, sostiene que el decreto presidencial de México tiene “viabilidad legal en el marco del T-MEC”, el primer tratado de libre comercio de Estados Unidos que incluye disposiciones sobre biotecnología agrícola.

De acuerdo con un artículo del mismo instituto, firmado por Sharon Anglin Treat, no cabe duda de que los proponentes del acuerdo esperaban ampliar el uso de la biotecnología en la agricultura, en parte atando las manos de los reguladores gubernamentales mediante disciplinas comerciales. Sin embargo, “el texto final del tratado no restringe las opciones de la política nacional de la manera que la agroindustria y sus aliados desearían”.

Las investigadoras rescatan algunos de los artículos del tratado para justificar su argumentación. Primero, el artículo 24.3.1 del capítulo de medio ambiente reconoce el “derecho soberano de cada Parte a establecer sus propios niveles de protección ambiental”.

Segundo, el capítulo 24.15 sobre comercio y biodiversidad establece que cada parte “promoverá y fomentará la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica, de conformidad con su ordenamiento jurídico o político” y reconoce “la importancia de respetar, preservar y mantener el conocimiento y las prácticas de los pueblos indígenas y las comunidades locales”.

El artículo hace mención a una carta conjunta del presidente del Comité de Finanzas del Senado, Ron Wyden, y del miembro de mayor rango, Mike Crapo, en la cual piden que Estados Unidos “‘tome medidas de aplicación si es necesario’ en el marco del T-MEC porque, según afirman, ‘México no ha considerado ni aprobado adecuadamente las solicitudes de productos biotecnológicos innovadores de Estados Unidos’”, para la comercialización de su maíz en México.

Sin embargo, la sección de biotecnologia agrícola de T-MEC “preserva el derecho de México de decir ‘no’ a los transgénicos”, sostiene Hansen-Kuhn.

Eso porque, sostiene Anglin Treat en su trabajo, mientras que el párrafo introductorio del artículo 3.14 de dicha sección afirma, “las Partes confirman la importancia de alentar la innovación agrícola y facilitar el comercio de productos de la biotecnología agrícola”, esta declaración exhortatoria va seguida inmediatamente por la afirmación inequívoca y sin ambigüedades: “Esta Sección no obliga a una Parte a emitir una autorización de un producto de la biotecnología agrícola para que esté en el mercado.”

Presión por la no interferencia 

La presión de los Estados Unidos y de los diversos actores vinculados a la industria de semillas genéticamente modificadas y del glifosato ha generado reacciones por parte de organizaciones norteamericanas.

Por lo menos 80 organizaciones de agricultores, trabajadores, consumidores, de salud pública, agricultura sostenible de investigación y defensa de los sistemas alimentarios estadounidenses han expresado preocupación con respecto a la interferencia continua de multinacionales de plaguicidas que buscan socavar las decisiones de México.

“Nos oponemos firmemente a cualquier interferencia de funcionarios del gobierno de los EUA o de los intereses del agronegocio en el derecho de un Estado soberano a promulgar medidas políticas para proteger la salud y el bienestar de su pueblo”, manifestaron en un comunicado.

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Avispa Midia

(English) The challenge of thinking about community: “I believe we will outlive the United States”

Disculpa, pero esta entrada está disponible sólo en Inglés Estadounidense. For the sake of viewer convenience, the content is shown below in the alternative language. You may click the link to switch the active language.

Source: Avispa Midia

By Santiago Navarro F

Avispa Midia will be presenting a series of processes and exercises for the construction of autonomy. Other forms of social relations. The following is an interview with members of the Blacklidge Community Collective. They share the experience of their community space, which also serves as a dining room, print shop, library and many other self-organized activities in Tucson, Arizona.


Avispa Midia (AM): How would you describe the project?

Y: The short version is, it’s a space for experiments in autonomous living. But in that, it’s also a library, it’s also a garden, it’s also a community center, it’s also like a commons. It’s all of those things. It’s a DIY venue…

X: Yeah, I think most often when I don’t feel like saying BCC or the “Blacklidge Community Collective,” I just refer to it as “the community space.”

Z: It’s a PHYSICAL space, and I think that’s really really important, that we have a physical space, together. If anybody has a desire to do or host something here, like it’s never been turned down. It’s just this expansive space where we can create things.

AM: How did the project start and how many people are involved?

Y: Depending on how detailed you wanna get, it started out of the remnants of a cooperative coffee shop called A Shot in the Dark. After it closed, some of the worker-owners there who were mostly very young, teenaged to early 20s punks, newly interested in anarchist politics, were very invested in starting a DIY venue that also did harm reduction work. And getting to know them, it was probably just 2 micro- generations of people coming out of anarchist circles and subcultures, and we kind of were talking to them, just like older folks 15 years older than them roughly, about also looking for a space.

So, we found a small space in the neighborhood just north of here in which we did basically just that. Where on top of doing DIY shows and a harm reduction drop-in center during the day, we would do other kinds of events at night – poetry readings, we did a tattoo fundraiser, lectures and workshops. And then just before the pandemic, we found this space. And it expanded, joining forces with multiple archival projects and the print shop project that were also looking for a space. And then shortly after that, Tucson Food Share joined us, and a mutual aid project joined us. And that’s sort of more the current iteration. We moved into this space only like a month to 2 months before the uprising.

 Anyone is welcome to the meetings. Yeah, I mean, I don’t know, as far as people who come here regularly, maybe roughly once a month come here – 100 people? Or maybe more – 120 people? People who come to meetings it’s maybe a core group of about 10-15 people. And people that are around on a more weekly basis because they’re a part of some project here, or are coming to a lot of things here, 40.

Z: And then last weekend there was a play, Romeo and Juliet, and there were probably 300 to 400 people here over the course of 3 days, maybe more? In the street, blockaded off for the play.

Maybe this is a good section to talk about – are there any other projects that happen here that we haven’t mentioned yet?

Y: The Mesh Network is an experiment in trying to get affordable to free, semi-autonomous internet access. And so, probably the biggest one in the United States that I’m aware of is in New York City and this project, the local Tucson -what are they calling it? -Internet Commons or something, is largely inspired by the project in New York.

And, yeah, you basically have these transmitters that get put on top of rooftops within a certain distance of each other, I think the range is roughly a mile, but it’s better if it’s closer. And yeah, those different nodes connect to each other and talk to each other and you can slowly spread internet access as you put more and more of those antennas up.

You need concrete access, like you need a doorway, a gateway into the main internet which is what most internet companies are providing you – they have space in a large server farm that all of their network is connected to. So, all those internet service providers, that’s what they do, and then they charge you for access to their gateway.

And so the Mesh Network is hoping to provide – it’s not fully autonomous internet because the internet isn’t fully autonomous- but their long term plan is to buy servers at a server farm nearby within range of our rooftop, and be able to provide free and semi-autonomous, less regulated internet access to anybody that’s in range of the antennas.

Z: Did we mention the garden? I think the garden is really special. They way that this building is set up, it’s a big brick warehouse at the end of a Dead End road. So you pull up and the garden is right in front of the main entrance to the building – you have to walk through the garden to get inside. The desert is really harsh and the summers are really hard here and things die really easily, and I feel like the garden is just this energy of life that you walk through to get into this space.

X: There’s a lot of different goals with the garden. We don’t think that we’re going to really change the course of food sovereignty with this tiny little garden, but we can try. We can at least make some difference in how much money we’re individually spending on groceries. We can at least have food to contribute to the weekly dinners that happen here. Just kind of like, planting a seed in people’s minds of thinking about food sovereignty and the way we get our food and how fucked up food systems are.

Y: I’d maybe add something related to the garden – it’s maybe like a big picture thing as far as what’s interesting to me about the BCC. A friend said when reflecting on their grocery program that they had at a similar space in Atlanta, Georgia that the food program that they were doing at the time – it fed, you know, a couple hundred people a week probably. But the thing that was important to them wasn’t the quantity of people they were feeding, but the fact that everyone involved with the space, as well as people that were just coming to the space for the food program, were all reliant on food program, on some level at least, for food.

And so, in those moments, through that program, they were all tied together and they all needed each other. And that set the pace for building autonomous relationships and autonomous communities – it’s like, that’s the kind of interdependence we need. And for me, the garden really contributes to that, or at least holds the seeds for something like that.

Z: Food is so important – the connection between the garden, feeding ourselves, feeding each other, the Tucson food share, a project that was housed out of here before they moved into their own building, and of course the Tuesday night dinners, which we haven’t talked about too much yet. But the Tuesday night dinner is my favorite event that happens here.

There’s probably like 50 to 100 people who you can almost guarantee will be there on a rotating basis, like people that you know you’re going to see every week and I just think that’s really special.

The connection between growing plants, watering things, having food, getting food from the food share to cook dinner for ourselves, to feed other people, and then like – people bring their moms to TND and shit. It’s special.

X: Yeah, something that I’m thinking about is this person whose work I really enjoy, Dayna Lybb Nuckolls, who defines liberation as, “the labor of communal imagining,” and I feel like that really goes down here a lot.

When I think about that phrase, the first thing I think about is Tuesday dinners. Because it’s not just having dinner together. It’s all these other things of coming together communally in the space to make dinner together, and having different people do different roles every week – coming together in that way. Going to the food share to get the food, and then coming here and making the food together, and then serving the food, and then people come and eat it and hang out together and talk in person, away from screens.

Z: Yeah, a lot of projects and things that I really care about in our community started at the BCC dinner and continue to flourish because of that commitment of like, I see you every week and if I have a question, I just ask you at dinner, and then we have a conversation about it.

Y: And what’s so cool about that is, the number of projects that have come and gone from the space only being here 2 years, is actually really cool, because it’s proving that this experimental hub idea, or approach that we’re having, is constantly generating new projects and new initiatives that can take on a life of their own.

Z: I’m thinking about how an idea needs a home in order to grow, and in order to start. And sometimes people want to do something, or people want to start something, but If you don’t have a place to do that, it’s harder. I mean it’s back to, the BCC is a physical space. It’s a building that we can walk into and do things together in, and especially in the desert, we need an indoor space. We are blessed by having the indoor space and the AC and everything.

AM: What are the main needs or problems you are addressing with this project?

X: The need for physical space. Like you said, ideas need a home to be able to grow.

When I moved to Tucson, I was just blown away like, oh my god people are really doing shit that we could never do in Phoenix, partially I think because there wasn’t a physical location. We were all just doing shit out of our bedrooms, which is still feasible and you can still do a lot of things that way, but definitely not to the same capacity. Especially when you’re just doing it by yourself or with a couple of friends, there’s not that opportunity to meet other like-minded people to then branch off and do other projects with.

Y: If we’re thinking in the broadest term, or the broadest base of people who may be a part of the space, we’re talking around 100-120 people. Those people don’t all think the same, they don’t all have the same goals. At the very least, they don’t all have the same words to describe those goals. Maybe there’s certain aligned values amongst all of those people, or inclinations maybe is a better word.

But for me, what is and always has been exciting about the potential of the BCC, is to build a real movement. And not in just this very constituent framing of building new subjects that will influence government or something. But like, new ways of relating and living together that will at least help be some of the seeds for a better way of living in the midst of all of this crisis and capitalism and global order.

I’d like to think we are the tiniest little specks of what could become something like Rojava or Chiapas and the Zapatistas. You know, they’re blowing us out of the water. I don’t want to put us on some sort of plane that’s anywhere close to the epicness of what they’re doing, and the challenges that they’re all really facing – people are dying constantly – there’s real stakes to what they’re doing. So, I don’t mean to compare us in that way.

But my hope is that there’s some seeds, of potentially decades in the future – that some of those people who are doing that in this area, can trace some things back on some level to the BCC.

For me, it’s not just creating a space to feel good and connect with cool people. Which, it’s obviously that, that’s a big aspect of it. But it’s to build material resources to survive and materially resist the state.

The BCC was supportive in concrete ways to the protests in the summer of 2020, and the uprising, both materially and vocally. We’ve been supportive of the protests growing against the deaths in the Pima County jail. We did a tattoo fundraiser for Chilean prisoners in the wake of their uprising in 2018. We’ve done info nights for Fidencio Aldama – who is a Yaqui political prisoner for resisting a pipeline in Sonora.

Z: I think a problem that this project addresses is isolation. I feel like capitalism pushes us to be so individualistic, and we fight that in this really simple way of gathering and coming together.

AM: Do you consider this project to be an alternative to capitalist relationships?

Y: I would say that’s the effort – to push those dynamics and those relationships increasingly to the fringes of our lives as much as possible. That framing for me is more useful than trying to live some pure life in which suddenly we are not subject to those things, but that in given moments and in the longer trajectory, we are pushing those things further and further out.

Z: I also think it’s really important to note how new the project of the BCC is. It’s so young and it’s so early.

So, like – are we an alternative to capitalist relationships? Yes.

Are we living in this whole other dimension where we don’t participate in capitalism at all? No.

But are we trying really hard to plant those seeds so that hopefully, eventually, we are participating as little as possible? I think we are. I think we’re planting it; we’re starting it.

X: Even just in the short time that I’ve been here, being here consistently has forced me to re-think and re-frame ways of relating to myself and to other people and to place, outside of what is ingrained in us by capitalism and by this way of life. I think it’s a mistake to think that spaces like this are automatically different and we’re in this bubble that isn’t touched by these things anymore.

AM: How do you make decisions and how do you confront obstacles?

Z: Something I love about this project is that whoever has the energy in the moment to do something, those are the people just doing that project. And very rarely do we try to filter or censor each other in the things that we have energy to do. It feels really open to a lot of people’s different methods and ideas and ways of making decisions.

Y: A part of it is that consensus, as some sort of decision-making process, in a project that is this multi-faceted…. There’re multiple different projects housed here that do vastly different things. Printing is not the same as fucking gardening. And so, in a consensus process – what does someone who is almost exclusively doing things in the print shop have to say about the garden?

Z: And I think something that’s so cool about this space is like – how are those decisions made? It’s not the print shop and the garden sitting in a room for two hours having a meeting, and taking meeting notes, and sending out the notes document, and talking about it and then voting on it for two months – it’s simply, maybe 2 maybe 5 people, probably eating food, in person, making eye contact, having a conversation, and figuring it out.

Y: There’s a way that radicals in general get obsessed with “process” as the representation of the “new way” – but it’s still actually a strange governance mentality, where it’s like, “our experience of relating together is through a mediated process of negotiation” of like, “this is the governance space where we decide how we live together”

And that’s not actually how people live together. What matters more is our relationships to each other. Direct relationships, as un-mediated as possible.

AM: What has been the main thing you’ve learned so far?

[birds chirping]

X: I feel like I’m just learning shit all the time, every time I come here. Just generally, I’ve learned how to be a better human.

Z: I’ve learned this before in life, but the BCC has really solidified it for me that – navigating the world is so much easier with other people. Like, doing things alone is almost never the easiest way.

X: Something that I heard a while ago is that survival is a shared burden, and not an individual obligation. And the BCC has really concretely solidified that in my mind by showing it to me physically.

Z: A cheesy thing that I’ve learned is – hope. Hope for the future. There’s a really, really wide umbrella of people who spend time here and projects that happen here, but a really consistent thing that I see here is people who really believe in something beyond just right now and just today. And people who really care about it and think about it frequently, and in their everyday actions are trying and working to build that. Learning hope, learning friendship, trust, consistency, commitment.

Y: Yeah, who knows? It could all collapse tomorrow.

Z: Exactly! Good thing we are here right now, in the beautiful garden. It is such a nice day.

AM: Is there anything else you want to share about the project?

Z: Is there some kind of one liner to describe the BCC that we missed? It’s just so hard to pin down like, is it an anarchist project, is it an autonomous project?

X: It isn’t any one of those things, which I think is worth celebrating. Maybe to other people it may seem vague or distant, but I think that’s a really great thing. Like with anarchists in Phoenix, for example, sometimes there’s so much emphasis on defining [a project’s] limits and boundaries that they’re suffocating themselves before they even start.

And I think that’s something that the BCC does really well – not having those hard limits and not having those hard boundaries of what the BCC is and can be, that makes it able to be so fluid in a way that works really well. It opens up so much space for so many things to live and thrive.

Y: I mean even just that language that you used…where people who are maybe not as close to the BCC could have a hard time “pinning it down,” is like, you know, the effort to pin down, there’s a lot of dominance implied in that phrasing. There’s an implication there. When we’re trying to pin down what something is, we should question why we’re trying to do that. What is the function of pinning something down?

Z: Yeah, it’s actually beautiful that we don’t try to. That’s unique for me – that we’re not forcing ourselves to define anything.

Y: When writing the mission statement or whatever that hasn’t been approved yet, I kind of opened with the line that we are living at the end of America. And hopefully the BCC will outlast America. Whether in this form or some other form, I think we will outlast America.

Z: I think that too. I really liked what you said, Y, about how maybe 20 years from now, something in that time can be traced back to something that was started here, right now.

Y: Some would argue that America is already over and we are merely living in her death rattle.

[laughter]

[birds chirping]

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Avispa Midia

Detenidos del tráiler con migrantes en EEUU podrían pagar con pena de muerte

Fuente: Avispa Midia

Por Jeny Pascacio

Al igual que la masacre de migrantes de San Fernando y Camargo, Tamaulipas, México, en los años 2010 y 2021, respectivamente, y la volcadura de un tráiler en Chiapas hace seis meses con 53 migrantes fallecidos, la historia se vuelve a repetir. En los Estados Unidos fueron hallados 53 migrantes muertos en el remolque de un tráiler abandonado.

El tema del tráfico de migrantes volvió a acaparar los medios internacionales. El pasado 27 de junio, en otro tráiler, ahora en San Antonio, Texas, fueron encontradas 64 personas, de las cuales, “al menos 53 fallecieron”, según el departamento de justicia estadounidense. Cuatro menores permanecen hospitalizados.

Los oficiales del Departamento de Policía de San Antonio (SAPD) informaron a los agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), que llegaron a la ubicación del camión después de recibir llamadas al 911 de ciudadanos preocupados por llamados de auxilio que escucharon al interior del vehículo.

Según las autoridades de la Unión Americana, la Patrulla Fronteriza del Sector de Laredo proporcionó a los agentes de HSI imágenes de vigilancia del camión cruzando un puesto de control de inmigración. Actualmente cuatro personas han sido detenidas al estar involucradas en el tráfico de estas personas, incluyendo el conductor. Los detenidos podrían pagar “con cadena perpetua o pena de muerte”, según el departamento de los Estados Unidos.

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Democracy Now!

Necesitamos un estándar universal de justicia, desde Ucrania hasta Afganistán

Amy Goodman y Denis Moynihan

A principios de abril, salió a la luz un impactante video que revela el brutal asesinato de civiles por parte de un ejército de ocupación. Pero es un video del año 2010, no de 2022; los sucesos que muestra sucedieron en Irak, no en Ucrania y los soldados eran estadounidenses, no rusos. El 5 de abril de 2010, el sitio web de denuncias Wikileaks divulgó un video militar clasificado de Estados Unidos al que denominó “Asesinato colateral”. Había sido filmado el 12 de julio de 2007 desde un helicóptero de artillería Apache de las fuerzas armadas estadounidenses que estaba disparando contra una multitud de personas en la ciudad de Bagdad. En el ataque murieron dos empleados de la agencia de noticias Reuters que se encontraban en la calle, justo debajo del helicóptero, y al menos otras ocho personas; dos menores resultaron gravemente heridos. En el video también se puede oír cómo los soldados estadounidenses se ríen y profieren insultos mientras cometen la masacre, así como transmisiones de radio que autorizan los ataques desde la cadena de mando. Al final, solo se procesó a un militar estadounidense por este hecho: la soldado del Ejército Chelsea Manning fue juzgada por un tribunal militar, no por participar en ese ataque contra civiles, sino por revelarlo al mundo.

El video “asesinato colateral” y la serie de documentos que Manning subió a Wikileaks —registros clasificados de las guerras de Irak y Afganistán— describen, en una jerga militar fría, numerosas atrocidades cometidas por Estados Unidos.

En los doce años que han transcurrido desde que se publicó el video, varios conflictos bélicos —y los crímenes inevitables que los acompañan— han hecho estragos en diversas partes del mundo, desde el Congo hasta Sudán, desde Etiopía y Tigray hasta Libia, desde Yemen hasta Birmania y Papúa Occidental, por nombrar solo algunos. En Ucrania, hay un nivel de registro sin precedentes en video y fotografía, así como en imágenes satelitales y de drones que se publican de manera instantánea y se comparten a nivel mundial.

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Comisión Sexta Zapatista

Comisión Sexta Zapatista | DOMINGO 13

Fuente: Enlace Zapatista

COMISIÓN SEXTA ZAPATISTA
México.

9 de marzo del 2022.

DOMINGO 13

A la Sexta Nacional e Internacional:
A quienes firmaron la Declaración por la Vida:
A las personas honestas de todo el mundo:

En acuerdo con algunas individualidades, grupos, colectivos, organizaciones y movimientos de SLUMIL K´AJXEMK´OP, las comunidades zapatistas han acordado convocar a movilizaciones y manifestaciones contra TODAS LAS GUERRAS capitalistas, actualmente en curso en varios rincones del planeta.  No es sólo en Ucrania.  También en Palestina, el Kurdistán, Siria, el pueblo Mapuche, los pueblos originarios en todo el planeta, y tantos y tantos procesos libertarios que son agredidos, perseguidos, asesinados, silenciados, distorsionados.

Respondiendo a ese llamado, hemos acordado participar en las movilizaciones del día domingo 13 de marzo del 2022, y así seguir con las acciones en contra de las guerras que el sistema perpetra en todo el mundo.

Planteamos entonces el arranque de una campaña mundial en contra de las guerras del capital, cualquiera que sea su geografía.  Organizar conciertos, encuentros, festivales, reuniones, etc.  En fin, las artes contra las guerras.

Llamamos a todas las personas honestas, grupos, colectivos, organizaciones y movimientos en México y en el mundo a que, de acuerdo a sus tiempos y modos –y conservando su independencia y autonomía-, se sumen a las actividades para exigir alto a las guerras, iniciando el domingo 13.

Por su parte, las comunidades zapatistas se manifestarán, el día domingo 13 de marzo del 2022, en sus caracoles, en las cabeceras municipales de San Cristóbal de las Casas, Yajalón, Palenque, Ocosingo, Las Margaritas, Altamirano y en las comunidades a pie de carretera, con algunos miles de zapatistas.

¡Contra todas las guerras: todas las artes, todas las resistencias, todas las rebeldías!

Desde las montañas del Sureste mexicano.
Comisión Sexta Zapatista.
México, marzo del 2022.

radio
Subcomandante Insurgente Moisés | SupGaleano

EZLN: NO HABRÁ PAISAJE DESPUÉS DE LA BATALLA (Sobre la invasión del ejército ruso a Ucrania)

Fuente: Enlace Zapatista

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COMISIÓN SEXTA ZAPATISTA.
México.

NO HABRÁ PAISAJE DESPUÉS DE LA BATALLA

(Sobre la invasión del ejército ruso a Ucrania).

2 de marzo del 2022.

A quienes firmaron la Declaración por la Vida:
A la Sexta nacional e internacional:

Compañer@s y herman@s:

Les decimos nuestras palabras y pensamientos sobre lo que ocurre actualmente en la geografía que llaman Europa:

PRIMERO.- Hay una fuerza agresora, el ejército ruso.  Hay intereses del gran capital en juego, por ambos lados.  Quienes padecen ahora por los delirios de unos y los taimados cálculos económicos de otros, son los pueblos de Rusia y Ucrania (y, tal vez pronto, los de otras geografías cercanas o lejanas).  Como zapatistas que somos no apoyamos a uno ni a otro Estado, sino a quienes luchan por la vida en contra del sistema.

Cuando la invasión multinacional a Irak (hace casi 19 años), con el ejército norteamericano a la cabeza, hubo movilizaciones en todo el mundo en contra de esa guerra.  Nadie en su sano juicio pensó que oponerse a la invasión era ponerse del lado de Sadam Hussein.  Ahora es una situación similar, aunque no igual.  Ni Zelenski ni Putin.  Alto a la guerra.

SEGUNDO.- Distintos gobiernos se han alineado a uno u otro bando, haciéndolo por cálculos económicos.  No hay ninguna valoración humanista en ellos.  Para estos gobiernos y sus “ideólogos” hay intervenciones-invasiones-destrucciones buenas y hay malas.  Las buenas son las que realizan sus afines, y las malas las que perpetran sus contrarios.  El aplauso al criminal argumento de Putin para justificar la invasión militar de Ucrania, se convertirá en lamento cuando, con las mismas palabras, se justifique la invasión a otros pueblos cuyos procesos no sean del agrado del gran capital.

Invadirán otras geografías para salvarlas de la “tiranía neonazi” o para terminar con “narco-estados” vecinos.  Repetirán entonces las mismas palabras de Putin: “vamos a desnazificar” (o su equivalente) y abundarán en “razonamientos” de “peligro para sus pueblos”.  Y entonces, como nos dicen nuestras compañeras en Rusia: “Las bombas rusas, los cohetes, las balas vuelan hacia los ucranianos y no les preguntan sobre sus opiniones políticas y el idioma que hablan”, pero cambiará la “nacionalidad” de las unas y de los otros.

TERCERO.- Los grandes capitales y sus gobiernos de “occidente” se sentaron a contemplar –e incluso a alentar– cómo la situación se iba deteriorando. Luego, iniciada ya la invasión, esperaron a ver si Ucrania resistía, y haciendo cuentas de qué se podía sacar de uno u otro resultado. Como Ucrania resiste, entonces sí empiezan a extender facturas de “ayuda” que serán cobradas después. Putin no es el único sorprendido por la resistencia ucraniana.

Quienes ganan en esta guerra son los grandes consorcios armamentistas y los grandes capitales que ven la oportunidad para conquistar, destruir/reconstruir territorios, es decir, crear nuevos mercados de mercancías y de consumidores, de personas.

CUARTO.- En lugar de acudir a lo que difunden los medios de comunicación y las redes sociales de los bandos respectivos –y que ambos presentan como “noticias”–, o a los “análisis” en la súbita proliferación de expertos en geopolítica y suspirantes por el Pacto de Varsovia y la OTAN, decidimos buscar y preguntar a quienes, como nosotras, se empeñan en la lucha por la vida en Ucrania y Rusia.

Después de varios intentos, la Comisión Sexta Zapatista logró hacer contacto con nuestros familiares en resistencia y rebeldía en las geografías que llaman Rusia y Ucrania.

QUINTO.- En resumen, éstos nuestros familiares, quienes además levantan la bandera de la @ libertaria, se mantienen firmes: en resistencia quienes están en el Donbass, en Ucrania; y en rebeldía quienes caminan y trabajan las calles y campos de Rusia.  Hay detenidos y golpeados en Rusia por protestar contra la guerra. Hay asesinados en Ucrania por el ejército ruso.

Les une entre ellos, y a ellos con nosotros, no sólo el NO a la guerra, también el repudio a “alinearse” con gobiernos que oprimen a su gente.

En medio de la confusión y el caos en ambos lados, les mantienen firmes sus convicciones: su lucha por la libertad, su repudio a las fronteras y sus Estados Nacionales, y las respectivas opresiones que sólo cambian de bandera.

Nuestro deber es apoyarles en la medida de nuestras posibilidades. Una palabra, una imagen, una tonada, un baile, un puño que se levanta, un abrazo –así sea desde geografías lejanas–, son también un apoyo que animará sus corazones.

Resistir es persistir y es prevalecer. Apoyemos a estos familiares en su resistencia, es decir, en su lucha por la vida. Se los debemos y nos lo debemos a nosotros mismos.

SEXTO.-  Por lo anterior, llamamos a la Sexta nacional e internacional que no lo ha hecho todavía, a que, de acuerdo a sus calendarios, geografías y modos, se manifiesten en contra de la guerra y en apoyo de l@s ucranian@s y rus@s que luchan en sus geografías por un mundo con libertad.

Asimismo, llamamos a apoyar económicamente la resistencia en Ucrania en las cuentas que nos indicarán en su momento.

Por su parte, la Comisión Sexta del EZLN está haciendo lo propio, enviando un poco de ayuda a quienes, en Rusia y Ucrania, luchan contra la guerra. También se han iniciado contactos con nuestros familiares en SLUMIL K´AJXEMK´OP para crear un fondo económico común de apoyo a quienes resisten en Ucrania.

Sin dobleces, gritamos y llamamos a gritar y exigir: Fuera el Ejército Ruso de Ucrania.

-*-

Hay que parar ya la guerra. Si se mantiene y, como es de prever, escala, entonces tal vez no habrá quien dé cuenta del paisaje después de la batalla.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Moisés.                                         SupGaleano.
Comisión Sexta del EZLN.
Marzo del 2022.

radio
Avispa Midia

La hipocresía de un “No a la guerra” que llega muy tarde

Por Avispa Midia

Análisis de Ramiro Gómez, miembro de la Brigada Rubén Ruiz Ibarruri y participante en la Caravana Antifascista de Banda Bassotti, quien viajó en varias ocasiones en lo que ahora son zonas de conflicto entre Rusia y Ucrania.

Por Ramiro Gómez

Me pongo a escribir esto tratando de contener la rabia y la indignación que me producen las reacciones de la izquierda occidental y de la sociedad en general sobre el contraataque ruso contra Ucrania.

La verdad es que no espero gran cosa con esto. Tengo de sobra comprobado que no hay más ciego que el que no quiere ver, y que por mucho que todos repitáis mil veces que la tele manipula, seguís bailando al ritmo que os marcan desde los medios de masas de occidente.

Desde ayer he visto las redes sociales llenas de cartelitos de NO A LA GUERRA a los que habéis quitado los casi 20 años de telarañas desde la guerra de Irak.

Podría decir que esos mismos carteles han estado olvidados en el fondo del cajón de la infamia, mientras Israel masacraba Palestina. Mientras EE.UU. arrasaba Afganistán, o Libia, en bombardeos masivos que han causado la muerte de mas de 150.000 personas, incluyendo miles de niños. Muertes que EE.UU. se ha negado a investigar. Pero decir todo esto, sería demasiado fácil. Podría decir que cuando los medios os dijeron otra vez, que al igual que con Libia había que intervenir en Siria, os habéis mantenido callados mientras USA atacaba a un país soberano y saqueaba sus reservas de petróleo.

También podría decir que en lo que va de mes de febrero del 2022 , ha habido muertos en Palestina, en Damasco por bombardeos de Israel, al igual que en Yemen o en Somalia. Y vuestros cartelitos seguían olvidados.

También podría decir que las políticas occidentales han causado un genocidio constante en las aguas mediterráneas, pero seria poner en bandeja el que 4 caraculos me tachen de demagogia. Se ve que hay muertos que importan, y otros que no.

Como decía Malcolm X, tened cuidado con los medios de comunicación porque si no vais a acabar defendiendo a los opresores.

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radio
Avispa Midia

¿Restauración conservadora en tiempos constituyentes en Chile?

Por Andres Kogan Valderrama

En portada: Celebración de José Antonio Kast, candidato de utraderecha, ganador de la primera vuelta en las elecciones presidenciales en Chile

El sorprendente triunfo en la primera vuelta presidencial del candidato de ultraderecha José Antonio Kast, por sobre el candidato Gabriel Boric, no solo pone en jaque la posibilidad de un futuro gobierno de corte transformador en Chile, sino que pone en riesgo el mismo proceso constituyente en curso en el país.

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La verdad es que cuesta mucho entender lo que pasó en Chile aquel día, ya que veíamos el ascenso de la ultraderecha negacionista como una amenaza que no llegaría tan pronto, considerando todo lo que ha pasado en el país y el derrumbe del gobierno de Sebastián Piñera, luego de la revuelta social y la instalación de la Convención Constitucional.

Si bien el porcentaje de votos alcanzado por Kast no es muy alto (27, 91%), el problema mayor es lo poco que sacó el candidato de Apruebo Dignidad (25, 83), el cual obtuvo prácticamente lo mismo que sacó en primarias (sumado a los votos de Daniel Jadue), lo que refleja que su candidatura convocó muy por debajo de lo que se esperaba.

Las causas de la baja votación de Gabriel Boric son seguramente múltiples y responden a distintos factores internos y externos de la campaña, pero lo que está claro, es que para obtener un triunfo en segunda vuelta el próximo 19 de diciembre, tendrá que inevitablemente ceder mucho de su programa de gobierno antineoliberal y hacer alianzas con sectores de izquierda más conservadores, como es el caso de los partidos de la ex concertación.

Asimismo, pareciera que también tendrá que dar respuesta al discurso impulsado por Kast, centrado en el miedo y en el orden público,  en donde la delincuencia, el narcotráfico y la falta de certeza económica, pareciera que serán los temas que instalarán los grandes medios de información para los próximos debates entre los dos candidatos.

Las filas fuera del Liceo José Toribio Medina, en la comuna de Ñuñoa, en Santiago, a quince minutos del cierre de urnas. Foto: La Nación

De ahí que Boric, haya entendido que la seguridad sea un tema central para las próximas semanas, y que esté adaptando su discurso de campaña, lo que obviamente es un riesgo, ya que puede ser visto como algo no creíble a estas alturas, pudiendo ser incluso contraproducente.

Por lo mismo, el haber sumado a Eduardo Vergara, como encargado de seguridad en su comando, es un acierto, considerando que no bastará con que hable del tema, en la medida que no plantee un discurso que se diferencie de la ultraderecha, cuestionando así fuertemente el populismo penal y la guerra contra las drogas de Kast, y proponga una alternativa sin complejos desde la izquierda, que vaya mucho más allá de lo punitivo.

Lo mismo con respecto al ámbito económico, el cual debiera volcarse al chileno y chilena promedio, los cuales han sido abandonados por un Estado negligente y abusados por grandes sectores empresariales, haciendo que las familias vivan completamente bancarizadas, a través del crédito, mientras el Estado goza de grandes reservas en el extranjero.

Ante esto, sería interesante incorporar también en el comando al economista de la Fundación Sol, Marco Kremerman, quien mejor que nadie en el país, ha desmontado empíricamente el mito de la llamada clase media, la cual no es otra cosa que una construcción de las elites, que ha permitido instalar un discurso del esfuerzo individual, de la meritocracia y del emprendimiento.

No obstante, más allá de estas estrategias de campaña para la segunda vuelta, lo que más debiera preocuparnos, en el caso de ganar José Antonio Kast la presidencia, no es su gobierno propiamente tal, el cual estará limitado al no tener la mayoría en el congreso, sino en el uso de su cargo para hacer una campaña desde el ejecutivo contra la Convención Constitucional.

El candidato del Partido Republicano ya ha manifestado explícitamente que de ser presidente, y no estar de acuerdo con el texto constitucional que se escriba, lo que seguramente será así, levantará la bandera del rechazo para el plebiscito de salida del año 2022, siendo su gobierno un mero instrumento para una restauración conservadora.

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Un escenario así, de confrontación entre José Antonio Kast y la Convención Constitucional, no solo le haría un daño gigantesco a la democracia del país, sino que podría generar un clima de violencia política de alcances insospechados, trayendo consigo mucha sangre y una fractura total en el país.

En consecuencia, Kast de manera irresponsable estará usando su cargo de presidente para destruir la paz social que tanto dice defender, pasando por encima todo lo que se está intentando construir institucionalmente para el país, dejando en evidencia que más que el bien en Chile, está preocupado de mantener el orden autoritario, haciendo fracasar el proceso constituyente, para mantener a cualquier precio la constitución de 1980.

Frente a todo lo señalado, el triunfo de Gabriel Boric el próximo 19 de diciembre, es mucho más que el triunfo de un candidato en particular, del Pacto Apruebo Dignidad o de un sector político determinado. Tiene relación con cuidar la convivencia en el país y la defensa de un proceso inédito, que fue llevado por millones de chilenos, que creyeron que se podía hacer una constitución de manera distinta, después de más de 200 años de historia.

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