Compañeras denunciantes del caso Atenco;
Compañeras de la Sexta;
A la Sexta:

11 de marzo de 2013

No podemos dejar de mandarles estas líneas, no podemos dejar de recordar
el significado tan profundo que representó para ustedes y para nosotros y
nosotras ese 3 y 4 de mayo de 2006, cuando el terrorismo de Estado golpeó,
humilló, reprimió y torturó sexual y psicológicamente y con todo el peso
de su soberbia y prepotencia a las compañeras y compañeros que se
encontraban en Texcoco y en San Salvador Atenco.

Muchas imágenes, testimonios, fotos, palabras, nos invaden ahora mismo el
pensamiento, entre esas frases que nos han calado muy muy hondo, tan hondo
que al día de hoy no olvidamos y seguimos sembrando en la memoria como
podemos,fue la frase de la compañera Italia Méndez que decía: “El papel de
la denuncia social ha sido fundamental. Mientras estuvimos aisladas,
fueron
trozos de papel los vehículos de comunicación, cientos de voces fueron
altavoz de nuestra palabra, los relatos de horror cobraron un valor
reparador: lo innombrable, lo inenarrable se escuchaba en voz alta, poco a
poco se desvanecía el tabú que supone hablar de algo tan íntimo; la
vergüenza desaparecía (…) Sólo podemos reparar lo roto si continuamos
organizándonos, luchando por autonomía y libertad”.

No olvidamos tampoco las palabras que se transcribieron vía telefónica y
que volaron lejos, cuando Mariana Selvas estaba todavía presa: “Cada
quien, desde nuestras diferentes trincheras, seguimos resistiendo y
luchando contra este sistema que nos tiene encarcelados a todos (…)
permítanme mandarles un fuerte abrazo lleno de libertad, fuerza y
confianza de que el camino se está construyendo y que llegaremos juntos
hasta alcanzar ese otro mundo donde exista justicia y libertad (…)
Sigamos luchando, compañeros, no importa la represión. No importa lo que
venga. Hay que seguir luchando.

Estas palabras, como muchas otras, compañeras, trascendieron fronteras,
llegaron a corazones lejanos que como el nuestro, les dice hoy, que ¡ No
están solas !

Es difícil creer en la justicia que se imparte, ejerce y utiliza desde
arriba, en esta lucha de abajo, la construcción de nuestra propia
justicia, o como decidamos abajo y a la izquierda llamarle, tenemos que
empezarla a construir, es un reto, pero ya la solidaridad de por si es un
gran paso para ello. Compañeras, sabemos que todo este proceso legal ha
sido desgastante para ustedes y que a tantos años de lo ocurrido todavía
no existe la voluntad política para esclarecerlo, sabemos que ha sido
larga su batalla ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para
demostrar la responsabilidad del Estado mexicano en el caso de Atenco,
pero después de tantos años de esfuerzo, este 14 de marzo de 2013, ustedes
comparecerán ante ésta Comisión.

Desde aquí, desde nuestro espacio y aunque lejos estamos, unimos nuestra
voz junto con los compañeros y compañeras de la Red contra la Represión y
por la Solidaridad y les decimos que pensaremos especialmente en ustedes
ese día 14 de marzo, que estaremos pendientes y dando difusión de esta
etapa en su camino de lucha, que de alguna manera también es el nuestro.
¡No están solas compañeras ! ¡Echénle ganas, ánimo y fuerza! Cuando algo
las agobie, piensen en esas palabras de aliento, en esas pancartas, en
esas manifestaciones, en esos pasos, en esos rostros ajenos que pensaban
en ustedes, que anhelaban su libertad y su reconstrucción como mujeres
dignas que siempre han sido. Desde aquí con nuestra rabia, corazón y
rebeldía, les retribuimos esas palabras que ustedes mismas nos mandaron un
día: “No importa lo que venga. Hay que seguir luchando”.

En solidaridad y contra el olvido.
Les trois passants, Francia