Bienvenidas a Neza, Marichuy: Nos queremos vivas
Video producido por Chispa Producciones para Radio Zapatista

Audios y fotos: RZ
Texto: Daliri Oropeza para RZ

Ciudad Nezahualcóyotl.- Mujeres y hombres, hijas, nietos de personas que migraron de los pueblos indígenas a la gran ciudad desde los años 40, y varias generaciones que les siguen, organizaron la recepción de la vocera del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), María de Jesús Patricio, de manera peculiar.

Con semanas de anticipación realizaron mesas de trabajo entre por lo menos una decena de organi-zaciones y colectivos de acuerdo a los ejes que más aquejan a la población de Neza: Educación y cultura, Entorno y vivienda digna, Agua y territorio, Mujeres y feminicidios.

Al micrófono fueron la voceras de cada mesa quienes se encargaron de dar el diagnóstico de esta parte del Estado de México, y reforzaron por qué apoyan la propuesta del Congreso Nacional Indí-gena y el EZLN: resguardar su voz en la vocera del CIG, Marichuy.

Esas mujeres y hombres que organizaron este evento cultural describen que, en ese municipio del oriente del Estado de México, la defensa de la tierra ha significado lucha y sangre. Saben de dónde vienen “los genes de lucha”: “nos lo heredaron nuestra padres y nuestros abuelos”, y comparten los motivos de las luchas y resistencias de Neza.

En la mesa de Educación y cultura, la vocera asegura que las personas de “Nezahualodo”, “Ne-zahuaolvo”, son sobrevivientes del salitre y la discriminación, la marginación, y luchan por la sobre-vivencia y por una vida digna. Resaltan su origen: “somos hijos de migrantes que se vieron obligados a salir de sus pueblos y comunidades huyendo de la pobreza, la marginación, la discriminación y explotación, caciques y políticos con sus prácticas de saqueo al campo”. En su memoria está claro que la primera lucha fue por la tenencia y regulación de la tierra.

“Quieren privatizar a toda costa la educación. Ahora el gobierno pretende que los padres de familia sean quienes paguen la educación de sus hijos, el mantenimiento de las escuelas, (…) una especie de hipoteca de la educación; la mal llamada reforma educativa está manchada de sangre del pueblo de México.”

Por la mesa de Entorno y vivienda digna, la vocera aseguró que quienes viven en el municipio de Nezahualcóyotl “lo aman tanto porque lo construyeron de la nada”, y de ahí deviene el carácter enérgico y noble de quienes lo habitan: “fue el verbo luchar el que forjó nuestro camino”. Saben que Neza está densamente poblado, y que además huele al exceso basura que termina en zonas de re-lleno, como el bordo de Xochiaca “que no está lejos de aquí, provocando que en las noches la pesti-lencia se propague por todas las calles”.

Sobre la descomposición social, habla de las injusticias y la privatización. “El transporte público es deficiente, pasaje caro y peligroso para la vida de las personas”. Asegura que ya no es público, es privado, y la inseguridad no se limita al transporte, a diario hay crimen en las calles, denuncia.

Los delincuentes se saben cobijados por las atrocidades y gozan de impunidad, asegura la vocera, quien cita cifras oficiales: la mitad de la población tiene miedo de salir a las calles de noche en este municipio y el 85.6% viven con temor. Pero no vamos a ceder terreno a esta descomposición, se planta firme en el templete. “Tenemos una capacidad inmensa de ser solidarios.” Con voz aún más fuerte lanza la voz que busca llegar más allá del micrófono y las bocinas. “Convocamos a reuniones de asambleas por barrios y comunidades, hasta lograr una gran asamblea.”

Para la vocera, es una búsqueda por ejercer en los hechos una verdadera democracia del pueblo que supla al circo de la élite que ejerce el poder: “no nos representan”. Denuncia que esa élite solo ve por el enriquecimiento propio, a costas del empobrecimiento y despojo de quienes vivimos al día. “Pero la dignidad seguirá floreciendo en los actos de cada habitante de este municipio, ahora más que nunca.”

En la mesa del Agua y territorio, la vocera dijo con seriedad: Neza es tierra sagrada, espacio de en-cuentro a través de ceremonias, para ofrendar y dar gracias a los dioses. Desde aquí se miran los volcanes, aunque “degradan nuestra tierra en nombre del progreso”.

Estamos dispuestas a alzar nuestra voz e iniciar un camino que nos lleve a la organización y búsque-da de nuestras comunidades, de las formas que nos permitan rescatar y defender nuestros recursos naturales, dice la vocera con preocupación, pero después con una sonrisa asevera que el llamado del Congreso Nacional Indígena, el CIG, es el marco que posibilitó encontrarse con diversos grupos preocupados por la misma situación, con luchas de años con el trabajo vecinal de recolección de basura en los arroyos de la zona, la formulación de foros sobre el agua a nivel estatal y nacional, re-colección de firmas para la derogación de las leyes absurdas del mal gobierno que fomentan el des-pojo del agua, y la elaboración de análisis especializados que nos permitan entender la dinámica de la región. Por eso llama a continuar con el análisis, a unir esfuerzos y dar continuidad a estas accio-nes “que nos ayuden a enfrentar organizadamente esta creciente problemática (…) Hacemos un lla-mado a toda la zona oriente del Estado de México a fortalecer esta mesa de trabajo coordinado desde el valle hasta los volcanes por los recursos que siguen dando vida a esta región”.

La mesa de Mujeres y feminicidios fue contundente, la vocera habla sobre el sentimiento de hartaz-go de la población de Neza, por “el miedo que ha provocado este mal gobierno”. Denunciaron la violencia a cualquier género sin posibilidad de acceder a la justicia. También denunciaron que muje-res, adolescentes y niñas no pueden salir a las calles seguras, pues están siempre expuestas al acoso, violación o feminicidio. La vocera cita cifras oficiales: de enero a junio de 2017, sólo en Chimalhua-cán asesinaron a 15 mujeres, y a 20 en Neza. En suma, no paran las violaciones, asaltos, acoso, tortu-ra, desaparición de mujeres. El asunto es aún más turbio, pues no es posible saber con certeza el número de feminicidios y mujeres desaparecidas, denuncia.

Además de maquillar cifras, la vocera evidencia en palabras que las instituciones de Neza obstaculi-zan el acceso a la justicia. “Hoy sabemos que no somos culpables ni merecedoras de cualquier violen-cia machista (…) Defenderemos nuestras vidas, nuestro derecho a la alegría, no se apoderarán de nuestros sueños y resistencias.”

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