Tuxtla Gutiérrez, Chipas. Pozol. 25 de julio. De manera contundente, miles de maestr@s de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), bloquearon el acceso al aeropuerto internacional “Ángel Albino Corzo”, como parte de las acciones de protesta contra la “reforma educativa”, y ante las escasas muestras de voluntad política del gobierno, para dar respuestas serias en las mesas de negociación que la disidencia magisterial ha entablado con la Secretaría de Gobierno (Segob).

Este bloqueo se da un día antes de la fecha pactada por Segob para dar respuestas a las exigencias magisteriales alrededor de las tres mesas convenidas: la mesa política, educativa y la social. La CNTE ha denunciado la poca seriedad del gobierno en este proceso diálogo, así como la pantomima llevada a cabo entre el SNTE-SEP, como estrategias de desgaste a la lucha magisterial.

“La CNTE ha sido paciente en el tratamiento del diálogo-negociación, hemos esperado respuestas firmes y concretas que encaminen hacia la solución del conflicto que el Gobierno Federal reconoce: se deriva de la Reforma Educativa”, ha señalado la Coordinadora para fijar su postura ante la dilación del proceso de negociación.

Sin embargo, a más dos meses de plantón, la lucha magisterial llega fortalecida por el apoyo de la sociedad y por un amplio espectro de organizaciones sociales. El desgaste promovido por el gobierno aún no hace mella en el movimiento. La torpeza gubernamental en el manejo del conflicto ha acrecentado la solidaridad hacia el movimiento docente y ha mostrado, una vez más, las carencias de arriba ante un fenómeno que siguen sin comprender.

Más de dos meses de movilizaciones que el gobierno ha buscado minimizar llevando a cabo una estrategia de, en una primera etapa, oídos sordos ante la legítima protesta magisterial contra la imposición de una ley a todas luces retrógrada y unas “evaluaciones” docentes deficientemente instrumentadas y que, en su aplicación, la constante fue la represión policíaca de manera descarada y el linchamiento mediático contra la figura del maestro; y, en un segundo período en las mesas de negociación, usando una estrategia de desgaste dando largas a la negociación, al tiempo que ha desarrollado una feroz ofensiva mediática aunado a un teatro armado a través de sus instituciones como la Secretaría de la Educación Pública (SEP) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en una simulación barata de diálogo y atención, alterno al establecido (aún) entre la CNTE y Segob.

Son más 70 días de resistir la violencia del clima y la violencia del gobierno. La falta de sensibilidad social y oficio político de la clase empresarial-gobernante ha teñido de dolor y sangre, otra vez, a los estados de sur-sureste del país. Nochixtlán no fue un accidente, fue el ejemplo de lo que la brutalidad de esa clase, obediente al mercado, puede hacer. San Cristóbal fue otro aviso. Pero las condiciones que planean allá arriba no siempre obedecen al cálculo de escritorio, los recientes eventos en San Juan Chamula lo corroboran.

El gobierno tiene mañana la oportunidad de enmendar, aunque sea un poco, su mal manejo político del problema magisterial al querer imponer una “reforma” que una y otra vez, ha sido desnudada como un atraco a los derechos laborales del magisterio y un robo a mano armada de la educación pública.

Si la clase gobernante no es capaz de entender el escenario que ha construido a lo largo de décadas y que ha agravado en los últimos meses; si no es capaz de atender, pasando sobre su soberbia, las demandas de una sociedad harta del saqueo y de la opulencia gubernamental; nadie le asegura a esa clase gobernante, que el escenario que gobierna (o sea, el mercado que está repartiéndose), se mantenga pasivo ante esas olas que arriba generan, mismas que, ya se vio, no son capaces de controlar. No estaría mal escuchar el consejo del zapatismo: “mejor háganse a un lado y aprendan”

Foto: Azul Chiapas