El pasado 15 de mayo los profesores y profesoras organizados en la secciones 7 y 40 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se instaló en el parque central de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; a partir de entonces el descontento que empezó en contra de la reforma laboral que el gobierno federal busca aplicar al magisterio se ha expandido a otros sectores sociales como el de salud, el transportista. Ha trascendido también la capital del estado, se trasladó a los municipios a través de un movimiento de padres y madres de familia en apoyo a los docentes que se organiza ya a nivel estatal; así quedó demostrado el 31 de mayo con la toma temporal de 90 ayuntamientos situados en todas y cada una de la geografías del estado. Queda claro el magisterio es el polvorín que ha destapado las condiciones de desigualdad e injusticia social que hay en todo Chiapas.