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Avispa Midia

“Jin, Jiyan, Azadi” (Mujer, Vida, Libertad): la genealogía de un eslogan

Fuente: Avispa Midia

por CrimethInc / En portada: La ciudad kurda de Saqqez, ciudad natal de Jina, conmemorando los 40 días de su muerte bajo custodia.

Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Somayeh Rostampour explora los orígenes y las implicaciones del lema que se convirtió en la consigna del levantamiento en Irán en 2022. El siguiente artículo fue originalmente publicado en persa el 27 de octubre de 2022, durante las fases iniciales del movimiento. Fue traducido del persa al inglés por Golnar Narimani y comparado con la traducción de un camarada anónimo. El texto ha sido editado y finalizado por Morteza Samanpour. Agradezco a todos ellos, así como al consejo editorial de CrimethInc., que hayan puesto este extenso texto a disposición de los lectores ingleses. Traducido al castellano por A Planeta.

Prefacio

El levantamiento revolucionario asociado al lema “Jin, Jiyan, Azadi” (“Mujer, vida, libertad”) comenzó en Irán hace casi seis meses, el 16 de septiembre de 2022, cuando la policía de la moralidad de la República Islámica asesinó a una mujer kurda de 22 años, Jina (Mahsa) Amini. Desde entonces, todo el país está en llamas. Esta revolución feminista no es simplemente una respuesta al hiyab obligatorio; pretende poner fin a 44 años de apartheid de género, patriarcado, dictadura militar, neoliberalismo, nacionalismo y teocracia islamista. Al igual que la llamada Primavera Árabe, el movimiento Jin, Jiyan, Azadi exige “la caída del régimen” con la vista puesta en un cambio social sistémico.

Durante los tres primeros meses del movimiento, más de 18.000 activistas y manifestantes fueron detenidas, miles resultaron heridas y más de 500 personas murieron por disparos o torturadas, entre ellas 70 niños. Más de 100 personas siguen expuestas a ser ejecutadas. Los y las presas han sido sometidos a diversas formas de brutalidad, como veredictos infundados en juicios amañados celebrados sin abogados independientes y torturas físicas y psicológicas destinadas a obligar a las personas cautivas a firmar confesiones falsas. Las mujeres y los presos homosexuales, en particular, se enfrentan a amenazas de violación y acoso sexual. En la fase más reciente de la represión, el régimen se está vengando de la insurrección de las mujeres envenenando sistemáticamente a alumnas y niños con gas químico en más de 200 escuelas de todo el país, lo que ha provocado la muerte de al menos dos niños y la hospitalización de cientos más.

Jin, Jiyan, Azad (“Mujer, vida, libertad”) en kurdo.

A pesar de ello, o gracias a ello, el movimiento sigue vivo. Las clases oprimidas siguen luchando en la calle, en las cárceles y las escuelas, en el trabajo, en las plataformas de las redes sociales, en la conmemoración de los mártires durante las ceremonias fúnebres y en solidaridad con las madres y las familias que han perdido a sus hijas e hijos. La República Islámica ha llegado a un punto irreversible; las ruedas de la historia no pueden retroceder mediante la represión. Cuando las jóvenes gritan en las universidades: “Esto es una revolución de mujeres, ya no lo llaméis protesta”, quieren decir que “esta vez es diferente”, que están decididas a derrocar el régimen. Actualmente, el ritmo de las protestas callejeras es reducido; las militantes han aprovechado este intervalo para organizarse, recuperarse y reflexionar.

Introducción

Después de que la llamada “policía de la moralidad” asesinara a Jina Amini el 16 de septiembre de 2022, “Jin, Jiyan, Azadi” se convirtió rápidamente en el lema central de una oleada de protestas que se extendió por todo Irán. El eslogan fue coreado por primera vez el día del entierro de Jina por la indignada población de Saqqez, su ciudad natal en el Kurdistán: miles de valientes expresaron su solidaridad con su familia y arruinaron el plan del régimen de enterrar a Jina en secreto.

Como parte de su cultura política, el pueblo kurdo celebra colectivamente el martirio en los funerales de los militantes que sacrificaron sus vidas, transformando la muerte en un arma de resistencia. El día del entierro de Jina, alguien gritó “Jin, Jiyan, Azadi”, que todas los demás personas repitieron inmediatamente, según una mujer que presenció el acto. El lema era claro, familiar e intuitivamente comprensible de memoria. Este eslogan se utilizó después en Sanandaj, otra ciudad kurda, y luego por los estudiantes de Teherán, para finalmente extenderse por todo el país a todas las ciudades, pueblos y calles.

La ciudad de Qamishli, controlada por los kurdos, en el noreste de Siria (Rojava), el 26 de septiembre de 2022. Mujeres queman pañuelos para apoyar el levantamiento de las mujeres en Irán.

¿Cómo llegó este eslogan a Saqqez? ¿Por qué se convirtió en el lema central de distintas partes del Kurdistán y del resto de Irán? ¿Cómo se convirtió en el nombre con el que se identifica el movimiento revolucionario en Irán? ¿Qué significados sociales y políticos puede revelar la genealogía del eslogan?

Los orígenes históricos de “Jin, Jiyan, Azadi” (Mujer, vida, libertad)

El lema “Jin, Jiyan, Azadi” no se convirtió en la consigna del levantamiento en Irán por accidente. No cayó del cielo; surgió de una larga historia de luchas sociales. Este lema es el legado del movimiento de mujeres kurdas en la parte del Kurdistán que se encuentra en Turquía, una zona conocida por los kurdos como “Bakur”.

En septiembre de 2022, Atefeh Nabavii, compañera de prisión de Shirin Alamholi (miembro del PJAK, la rama kurda iraní del PKK), escribió en su Twitter:

“Fue de Shirin Alamholi de quien oí por primera vez el lema de “Jin, Jiyan, Azadi” en la prisión de Evin; estaba escrito en la pared, junto a su cama.

Shirin Alamholi fue ejecutada en mayo de 2009 por ser miembro del PJAK, partido considerado “terrorista” por el régimen. Sólo tenía 28 años; nunca devolvieron su cuerpo a su familia.

Tanto el PJAK de Rojhilat (la parte del Kurdistán en Irán) como el movimiento de mujeres kurdas de Bakur están influidos por la filosofía política de Abdullah Öcalan, fundador y líder carismático del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Öcalan fundó el partido en 1978 con un pequeño grupo de compañeras y compañeros; tras el golpe militar represivo de 1980, el partido incluyó la lucha armada en su programa en 1984 y desde entonces se ha convertido en la fuerza de oposición más importante de Turquía. Öcalan lleva en régimen de aislamiento desde 1999, encerrado en la prisión de İmralı, en una isla cercana a Estambul. En su fase marxista y nacionalista, Öcalan intentó entrelazar las ideas de Mao Tse-Tung y Frantz Fanon con la reivindicación de la liberación kurda para formar un movimiento socialista unido. Desde el principio, animó a las mujeres a participar en el movimiento nacional del Kurdistán con el lema principal de que “la liberación del Kurdistán no es posible sin la liberación de las mujeres”1.

Con este eslogan, el PKK se distinguió de otras organizaciones de izquierda de la época en Turquía y Oriente Medio en general. El PKK puso de relieve la cuestión de la mujer en el marco del nacionalismo kurdo moderno, que se entrelazaba sobre todo con la preservación de la patria, del propio suelo y de la cultura y la lengua kurdas.

Una fotografía de Jina (Mahsa) Amini con atuendo kurdo.

Sin embargo, tras el colapso de la Unión Soviética, a partir de 1995 el PKK experimentó una revolución intelectual. Comenzó a alejarse del marxismo ortodoxo y de la reivindicación de un Estado kurdo independiente, abandonando la idea del “Gran Kurdistán”, y se orientó hacia ideas políticas centradas en la “democracia” y no en la “clase” en el sentido marxista clásico del término. En esta nueva fase del movimiento kurdo liderado por el PKK, la subjetividad política no se identifica únicamente con los trabajadores como “vanguardia”, sino también con las mujeres y los activistas ecologistas. Esta tendencia alcanzó su punto álgido tras la detención de Öcalan y los textos que publicó desde la prisión turca como defensa ante los tribunales. En estos libros, escritos en condiciones desesperadas y enviados a sus seguidores por fax, así como a sus abogados, Öcalan se inclina por una forma de autogobierno del consejo denominada “confederalismo democrático” constituido por tres pilares principales: “comunas, mujeres y ecología”2. En esta nueva fase, la cuestión de la mujer pasó a ser central para el PKK y el movimiento femenino del partido fue adquiriendo cada vez más independencia, tanto práctica como teórica3.

En la primera fase del PKK, cuando prevalecían las ideas nacionalistas y marxistas-leninistas, Öcalan se refirió a las antiguas mitologías de Mesopotamia (la región histórica de Asia occidental que incluye a los habitantes geográficos del pueblo kurdo y otros), enmarcándolo como el “glorioso pasado antiguo” del pueblo kurdo y proponiendo que las sociedades mesopotámicas eran matriarcales durante ese tiempo4.

Öcalan empleó mitos locales y femeninos contra las historias del imperialismo, el colonialismo y el patriarcado. Destacando el antagonismo mítico entre Enkidu (el dios masculino) como encarnación del Estado e Ishtar (la diosa de la guerra, el amor romántico y la libertad femenina) encarnada en las guerrilleras, Öcalan intentó animar a las mujeres kurdas a unirse a la lucha armada. En este marco teórico, se considera que las mujeres fueron las primeras en crear la vida y cultivar el conocimiento y las herramientas para vivir, que luego los hombres robaron a las diosas.

Öcalan asociaba los poderes creativos de las mujeres con su capacidad única para la maternidad y el parto, es decir, con sus características corporales y fisiológicas distintivas. Aquí es donde parte de su marco vincula la superioridad de la mujer con sus características físicas distintivas de forma esencialista, y en su interpretación del género, un enfoque mitológico e inmaterial sustituye a un enfoque materialista. El objetivo, sin embargo, era claramente político. Como declaró el propio Öcalan, su objetivo era devolver a las mujeres la confianza perdida en sí mismas y demostrar que el patriarcado no era un principio eterno y natural de la historia, sino el resultado de prácticas históricas5. El patriarcado, por tanto, puede transformarse. En otras palabras, puesto que en Mesopotamia existió una vez un mundo basado en la igualdad de género, podría haberse hecho realidad de nuevo.

En Turquía, las mujeres kurdas salieron a las calles de Estambul, Ankara y Adana para protestar por el asesinato de Jina Amini.

A partir de la década de 1990, especialmente en los años 1994 a 1998, Öcalan utilizó “Mujer” y “Vida” juntas muchas veces. Especialmente porque la raíz de las palabras mujer (Jin) y vida (Jiyan) es la misma en kurdo, el uso de mujer y vida juntas se difundió fácilmente en Kurdistán. Por ejemplo, en 1999, el PKK publicó un folleto titulado “Jin Jyian” (“Mujeres-Vida”), y a partir del año 2000, aproximadamente, el lema “Jin, Jiyan” fue muy utilizado por los movimientos de mujeres kurdas de Bakur. La expresión “mujer-vida” (Jin, Jiyan) es mucho más antigua que “Jin, Jyian, Azadi” (“Mujer, vida, libertad”).

La libertad (Azadi) es también una de las palabras clave del PKK en el contexto del género. De hecho, fue la idea de la “libertad de las mujeres” la que las movilizó inicialmente para participar en la acción política y en la lucha armada. Según el PKK, la “libertad” es la liberación de las mujeres de las relaciones de poder y dominación, concretamente del capitalismo, el Estado y el patriarcado (incluida la institución de la familia). Por ejemplo, en la primera conferencia celebrada en Estambul (en 1999) por activistas kurdos en apoyo del PKK, el lema “La mujer es libre, la patria es libre” desempeñó un papel central.

Como parte del proceso más amplio a través del cual el pensamiento de Öcalan se transformó en prisión, utilizó estas tres palabras juntas por primera vez en el cuarto volumen de sus escritos en prisión, La crisis civilizatoria en Oriente Medio y la solución de la civilización democrática (2016). Pero hasta 2008, su uso fue muy limitado. Fue a partir de 2013 cuando el eslogan se escuchó en Rojava y Bakur, extendiéndose a otras partes del Kurdistán. En una carta escrita en 2013, Öcalan subrayó el poder político del lema “Jin, Jyian, Azadi” para perseguir una “vida digna” y crear una sociedad utópica. Curiosamente, Öcalan calificó el eslogan de “fórmula mágica” para la revolución de las mujeres en Oriente Medio que debería ser un modelo para las mujeres de Rojava y para todas las mujeres de Oriente Medio6. Hoy en día, el eslogan es coreado por las mujeres en numerosas ciudades de América Latina, Europa y Estados Unidos.

2 de enero de 2023: ceremonia de conmemoración del 40º día del martirio de uno de los mártires de la ciudad kurda de Mahabad.

Sin embargo, ni la historia del PKK, ni la historia de las mujeres en este movimiento, ni la historia de este lema pueden reducirse a su líder. El PKK es a la vez un movimiento social y político que se ha abierto camino no sólo en la política, sino también en la vida cotidiana de millones de personas a lo largo de sucesivas generaciones. El PKK no puede controlar ideológicamente la escena política del Kurdistán por mucho que lo desee, porque, al final, las acciones de los sujetos políticos determinan el destino de las ideas: si son aceptadas, consolidadas y promovidas o rechazadas y abandonadas.

Las mujeres del PKK (tanto guerrilleras como activistas civiles) son los sujetos que han hecho de “Jin, Jiyan, Azadi” la idea central del movimiento. Su lucha simultánea tanto contra el patriarcado nacionalista del Estado turco como contra el patriarcado dentro del propio partido ha sido un gran logro histórico, una fuente de inspiración para nosotras, las mujeres kurdas, y para las mujeres de la región y de todo el mundo. Especialmente después de 1995, llevaron a cabo una serie de esfuerzos, haciendo numerosos sacrificios y realizando muchos experimentos. Aunque está fuera del alcance de este texto ofrecer una historia detallada del movimiento de mujeres del PKK, cabe señalar que fueron las mujeres quienes “feminizaron” la política en el Kurdistán y la transformaron drásticamente en Turquía7. El hecho de que la nueva ideología del partido situara a las mujeres en el centro influyó sin duda, pero fueron las acciones políticas conscientes de las mujeres y sus luchas interseccionales contra el capital y el Estado (que es el símbolo del patriarcado, según el PKK) las que hicieron que las consignas se popularizaran y traspasaran fronteras.

Las activistas que trataron de hacer frente a la violencia contra las mujeres en Bakur desempeñaron un papel encomiable. Crearon diversas instituciones para luchar contra la violencia; ellas mismas portaron los ataúdes de las mujeres asesinadas a causa de la violencia y las enterraron con sus consignas, canciones y ululaciones femeninas. Se relacionaron con las mujeres “corrientes”, yendo de puerta en puerta y de barrio en barrio para que la cuestión de género dejara de ser una preocupación de las “élites” y se convirtiera en una cuestión que afectaba a todos los oprimidos. Al criticar el feminismo elitista, consiguieron que las cuestiones de la mujer fueran relevantes para todas las clases de la sociedad.

Según una de las mujeres que entrevisté, en 2002, durante una ceremonia celebrada por partidarias del PKK para enterrar a una mujer que perdió la vida en un supuesto “crimen de honor”, las mujeres corearon “Jin, Jiyan, Azadi”. Algunas activistas se refirieron a estas víctimas como “mártires”. Más tarde, esto se convirtió en una tradición política muy extendida entre los partidarios del PKK.

Más recientemente, en Bakur y especialmente en Rojava, las mujeres víctimas de violencia doméstica o asesinadas por el Estado turco y el ISIS han sido enterradas con el lema “Jin, Jiyan, Azadi.”

La ceremonia funeraria de Jina Amini en Saqqez, donde el lema “Jin, Jiyan, Azadi” fue coreado por mujeres que se quitaron el pañuelo de la cabeza como acto de protesta contra el hiyab obligatorio.

Por lo tanto, lo que ocurrió el 17 de septiembre de 2022 en Saqqez durante el entierro de Jina Amini no fue un acontecimiento nuevo y sin precedentes. Más bien fue la continuación de una larga tradición política que surgió del PKK y se había convertido en una tradición revolucionaria en varias partes del Kurdistán. El entierro de Jina se convirtió en una manifestación en el cementerio de Saqqez precisamente por esta tradición de politizar la muerte que se practica desde hace años en Bakur y Rojava, y que ha sido inspiradora para el pueblo kurdo de Irán.

Las madres Dadkhaah del Kurdistán, las justicieras que perdieron a sus seres queridos, también desempeñaron un papel fundamental en la difusión de “Jin, Jiyan, Azadi” en Bakur. Consiguieron despojar a la vida de la mujer de sus asociaciones esencialistas y darle un significado más político. Estas madres actuaron como la memoria del Kurdistán desafiando al olvido y a la muerte. Desafiaron la muerte de sus seres queridas politizando la justicia, convirtiéndose así en sujetos políticos y mensajeros de la “vida”. En un movimiento que ha sufrido más de 40.000 bajas hasta la fecha en su lucha contra el Estado fascista turco, las madres Dadkhaah han sido las pioneras de la paz, especialmente aquellas madres que buscan la justicia y que perdieron a sus hijos en la lucha contra el Estado turco y ni siquiera pudieron enterrar sus cuerpos.

Uno de los grupos clave entre los que buscan justicia en la parte del Kurdistán en Turquía son las “Madres del Sábado”. Protestaron todos los sábados en la plaza de Galatasaray de 1995 a 1999 durante 200 semanas, en busca de justicia para sus hijos e hijas desaparecidas, que formaban parte de las más de 17.000 víctimas. Tras ser reprimidas, las “Madres de la Reconciliación” siguieron organizándose a partir de 2008 con el objetivo de sensibilizar a la población hacia una solución pacífica de los problemas del pueblo kurdo. Procedían de diversas clases sociales; la mayoría tenía escasa formación y trabajaba en varias ciudades del Kurdistán. Por ejemplo, una de las integrantes de Madres de la Paz (Makbulaa), que había perdido a sus hijos, participó en reuniones internacionales a pesar de no haber asistido nunca a una escuela.

Tanto Madres del Sábado como Madres de la Paz utilizaron el lema “Jin, Jiyan, Azadi” en sus protestas de diferentes maneras. Gracias a ellas, a partir de 2006, el lema llegó a las manifestaciones en Turquía para celebrar el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, y después a Rojava a partir de 2012.

29 de octubre de 2022. La persona que filma dice: “Esto es Kurdistán, la pesadilla de los fascistas, la pesadilla de los chovinistas, la pesadilla de los dictadores. Abajo el despotismo, abajo la colonización y la explotación, abajo el dictador, abajo el fascismo, abajo el oportunismo. ¡Viva la revolución, viva la igualdad, vivan los pueblos oprimidos, viva el socialismo, viva la felicidad! La belleza está ahora en las calles de Irán…”.

Miles de madres que se han convertido en activistas políticas debido a la trágica y brutal opresión en la parte del Kurdistán que se encuentra en Turquía están politizando cada vez más su vida cotidiana tanto en el espacio privado como en el público. Esto representa otra similitud con la situación en Irán. Los asuntos privados bajo el yugo de la opresión han creado una profunda crisis que inevitablemente se extiende a las esferas públicas, de modo que ambas se transforman mutuamente. Comprendiendo estas similitudes, podemos identificar las múltiples significaciones de Jin, Jiyan, Azadi en un contexto transnacional.

Las madres justicieras intentaron ocupar el espacio público a su manera durante estas protestas y especialmente en los funerales, mediante la ululación (Zılgıt), expresiones de alegría y danzas kurdas colectivas con las que convirtieron espacios no políticos dominados por hombres en espacios políticos de mujeres.

Las luchas de las madres en busca de justicia pronto cruzaron la frontera turca, extendiéndose aún más con la revolución en Rojava y en respuesta a los asesinatos de tres mujeres que eran miembros del PKK en París en 20138. La coincidencia de estos asesinatos con la participación de mujeres activistas en lo que se denomina la “Revolución de las Mujeres de Rojava” dio a las cuestiones de la mujer, como el feminicidio, más protagonismo en la política de todo el Kurdistán. Las YPJ (Unidades de Protección de la Mujer) emplearon cada vez más el lema “Jin, Jiyan, Azadi” en los entierros de las mujeres mártires que lucharon contra el Estado Islámico. En consecuencia, el lema se convirtió en un símbolo de lucha y sacrificio en el esfuerzo por construir una nueva sociedad centrada en la mujer. Más recientemente, este eslogan se ha convertido en un arma de resistencia contra cualquier forma de violencia; simboliza especialmente la celebración de la vida contra el asesinato cotidiano de mujeres debido a su género9.

Así pues, este lema es el fruto de más de cuatro décadas de lucha incesante contra todas las formas de autoritarismo, capitalismo, colonialismo, intervenciones extranjeras, gobiernos nacionalistas y cuasi coloniales, islam político, extremismo religioso y violencia sociopolítica sexual. Ahora, ha traspasado las fronteras locales, convirtiéndose en una fuente de inspiración no sólo para activistas de izquierdas que valoran las luchas revolucionarias de las mujeres, sino también para mujeres de diversas geografías que han vivido experiencias similares. En 2020, mujeres catalanas y españolas que habían viajado a Rojava publicaron un libro sobre el movimiento de mujeres en el Kurdistán, titulado “Mujer, Vida, Libertad” (Jin, Jiyan, Azadi).

Manifestaciones en Europa en solidaridad con el movimiento de mujeres kurdas en Turquía.

Este lema ha tenido vida propia, encontrando nuevos significados en diferentes geografías. Por ejemplo, desde 2014 hasta ahora, durante las protestas del 8 de marzo en Francia, “Jin, Jiyan, Azadi” se ha escuchado en algunos bloques de izquierda; algunas feministas lo han ajustado a la nueva combinación “Mujeres, Lucha, Libertad” [Femmes, Lutte, Liberté] para hacerlo más inclusivo. Hicieron plural “mujer” para integrar una diversidad de orientaciones sexuales, y sustituyeron “vida” por “lucha” porque la palabra “vida” podía encerrar a las mujeres en papeles biológicos naturalistas, según algunas interpretaciones. Otros creen que este eslogan no basta para expresar las reivindicaciones de las mujeres, porque no identifica la opresión de clase.

En relación con el levantamiento de Jina en Irán, es vital reconocer las raíces de este eslogan desde una perspectiva feminista porque hace visibles a las mujeres del PKK que crearon el eslogan, mujeres que han sido marginadas como sujetos políticos por el aparato del nacionalismo tanto estatal como no estatal, así como por los rivales del PKK en el Kurdistán. Esto afirma sus luchas feministas y nos ayuda a desafiar la apropiación derechista de “Jina, Jiyan, Azadi” por parte de partidos kurdos y no kurdos. Hacer hincapié en las raíces de este lema también refleja la historia distinta de los hombres y las mujeres del PKK. Esta historia es ignorada por la mayoría de los rivales del PKK en Irán y el Kurdistán (especialmente por las instituciones y partidos masculinos), porque sólo buscan ganar competiciones políticas, no lograr la liberación de las mujeres y la igualdad de género.

Esta negación también dificulta la identificación de las similitudes entre las mujeres del PKK y otras mujeres kurdas y de Oriente Medio de la región, al margen del PKK como partido político. De hecho, la experiencia compartida de opresión patriarcal bajo gobiernos autoritarios y una sociedad patriarcal conecta al movimiento de mujeres kurdas de Bakur y Rojava y su lema “Jin, Jiyan, Azadi” con las luchas de otras mujeres de la región -hoy en Irán y mañana en otros países. Por eso hemos visto a mujeres de Bakur y Rojava llevar a cabo numerosas acciones de solidaridad con las mujeres de Irán en los últimos cinco meses.

Puede que Turquía no sea considerada autoritaria para muchos ciudadanos turcos, pero los kurdos siempre la han vivido como un Estado autoritario, donde incluso el uso de las palabras “kurdo” y “Kurdistán” o las letras que están en el alfabeto kurdo pero no en el turco (Q, W, X) se consideraban un delito desde principios del siglo XX hasta hace muy poco. Después de que el Estado turco militarizara Diyarbakır (considerada por muchos kurdos la capital de Turquía), el alcalde Cemal Gürsel declaró: “En este país no hay kurdos. A quien diga que es kurdo, le escupiré a la cara”. Esto muestra las similitudes entre la estructura autoritaria del Estado turco en la parte del Kurdistán gobernada por Turquía -un Estado que siempre ha expuesto al pueblo kurdo a la amenaza del genocidio y la masacre- y la despótica dictadura iraní. Estas similitudes se están haciendo más evidentes con el ascenso del Partido de la Justicia y el Desarrollo (Adalet ve Kalkınma Partisi) en Turquía y el intento de recodificar las cuestiones de género según las doctrinas islámicas.

Esto también ha dado lugar a similitudes entre las luchas en Turquía e Irán. La difusión del lema “Mujeres, vida y libertad” es tanto el producto de la inspiración transfronteriza como el resultado de las tradiciones políticas en Rojhilat (la parte del Kurdistán en Irán). La magnífica actuación de las mujeres kurdas el día del funeral de Jina en el Kurdistán (punto de partida del levantamiento revolucionario de 2022), en la que agitaron sus pañuelos y convirtieron el símbolo de la opresión estatal en una bandera de lucha feminista, fue el resultado de una larga historia de luchas, resistencia y organización política en Rojjilat.

29 de octubre de 2022: la ciudad kurda de Mahabad.

Esto se ha transmitido de generación en generación a pesar de la brutal represión estatal. Desde la República del Kurdistán en Mahabad (1946) hasta la Revolución de 1979, desde la dinámica social de la sociedad kurda hasta las actividades de los partidos políticos con el lema “democracia para Irán y autonomía para el Kurdistán”, con la participación de consejos populares en algunos casos, esta tradición política ha establecido una especie de radicalismo en el Kurdistán, cuyo legado ha llegado hasta la juventud actual. Las semillas de estos colectivos y movimientos políticos, la mayoría de los cuales pertenecían a la izquierda, quedaron enterradas con el ascenso del movimiento contrarrevolucionario de las fuerzas islamistas en la revolución de 1979.

Estos movimientos fueron de los primeros en luchar contra el anuncio de la República Islámica del hiyab obligatorio en 1979, oponiéndose a las narrativas sexistas y nacionalistas en medio de los numerosos campos de opresión y explotación a los que se enfrentan las mujeres kurdas. En algunas ciudades del Kurdistán (Sanandaj, Marivan y Kermanshah), miles de mujeres se manifestaron con motivo del 8 de marzo para protestar contra el hiyab obligatorio en Irán. Al igual que sus hermanas de otras ciudades, corearon los mismos eslóganes que se escucharon durante el levantamiento de 2022: “No al hiyab obligatorio, no a la humillación, muerte a la dictadura”. Esto ha afianzado una tradición radical en torno al 8 de marzo en el Kurdistán iraní.

El vacío de poder provocado por la caída del régimen dictatorial de los Pahlavi también dio lugar a la formación de organizaciones de mujeres. En medio de la apertura de este espacio político, por primera vez en la historia de la lucha del pueblo kurdo, incluso antes del PKK, un grupo de mujeres revolucionarias del Kurdistán tomó las armas y se unió a las filas de la fuerza Peshmerga de Komala (1979-1991), un partido maoísta10. Durante y a causa de estas luchas, en 1979-1980 se crearon numerosas organizaciones de mujeres independientes y principalmente de izquierdas, como el Consejo de Mujeres (Kurdas) de Sanandaj, la Unión de Mujeres de Marivan y la Comunidad de Mujeres Activistas de Saqqez. A pesar de la represión, las activistas del Kurdistán, especialmente las socialistas, continuaron por este camino durante los años siguientes, luchando contra las desigualdades impuestas por razones de género, etnia y clase.

19 de noviembre de 2022: manifestantes levantan barricadas en la ciudad kurda de Mahabad mientras escuchan una famosa canción política kurda asociada a un partido socialista (Komala), compuesta poco después de la revolución de 1979.

Ha llegado la hora

Mientras que durante las décadas de 1980 y 1990, los nacionalistas turcos (tanto en el gobierno como en los movimientos políticos) negaban la existencia de la cuestión kurda y los nacionalistas kurdos quitaban prioridad a las cuestiones de la mujer, el PKK hacía hincapié en la cuestión del género. En los años ochenta y noventa, estas organizaciones solían estar influidas por la ideología antiimperialista, que a veces reproducía una oposición al feminismo e impedía el avance de las actividades independientes de las mujeres. En aquella época, la mayoría de los movimientos de izquierda de Turquía creían que los esfuerzos por la liberación de la mujer debían abandonarse hasta la realización de la revolución de clases11.

En este contexto, el PKK rechazó la concepción convencional de la izquierda turca, que creía que “la cuestión de la mujer debía suspenderse hasta la victoria del socialismo” o que “los esfuerzos por la liberación de la mujer debían abandonarse hasta la realización de la revolución de clases”. La organización también rechazaba la idea de que el socialismo hubiera resuelto suficientemente los problemas de las mujeres en el pasado. Con ello, el PKK se distinguía tanto de la izquierda turca como de los nacionalistas kurdos. El PKK criticaba el patriarcado, especialmente la institución de la familia y el sistema de honor en el Kurdistán, al tiempo que acusaba a los izquierdistas turcos de hacer la vista gorda ante el colonialismo interno de Turquía contra los kurdos, que constituían el veinte por ciento de la población del país.

19 de noviembre de 2022: manifestantes levantan barricadas en la ciudad kurda de Mahabad.

Desde finales de la década de 1980, las mujeres kurdas trabajaron por una política basada en el autogobierno de las mujeres dentro del PKK, que las distinguía de las corrientes dominantes del feminismo en Turquía y de los hombres dentro de otras organizaciones revolucionarias12. A partir de 1995, llevaron a cabo una lucha interseccional en la que la cuestión de las mujeres, la liberación del Kurdistán y la clase y la ecología adquirieron la misma importancia. Daban a entender que había llegado el momento de resolver la cuestión de la mujer durante la revolución, no después: deberíamos ser capaces de llevar a cabo una revolución social por la igualdad de género junto con una revolución política y una lucha armada para construir un Kurdistán socialista. En este sentido, se adelantaron mucho a su tiempo e instaron a una política progresista a todo el partido13.

1 de octubre de 2022: manifestantes prenden fuego a sus pañuelos mientras marchan por una calle de Teherán.

La importancia de este enfoque interseccional queda más clara cuando comparamos al PKK con sus homólogos de izquierda, especialmente las organizaciones políticas que existen desde la década de 1990. Por ejemplo, en los movimientos de izquierda de Palestina, hasta hace poco, la cuestión de las mujeres siempre ha permanecido al margen. La campaña Tala’at (un movimiento feminista palestino) se puso en marcha en 2018, tras el llamado asesinato por “honor” de mujeres palestinas a manos de sus familias, con el objetivo de abordar la cuestión de la violencia contra las mujeres junto con la cuestión de la ocupación israelí de Palestina. Las mujeres palestinas salieron a la calle bajo el lema “No hay patria libre sin mujeres libres”, una consigna que ya se coreó hace tres décadas en la parte del Kurdistán gobernada por Turquía. Sin embargo, los hombres palestinos criticaron duramente a estas mujeres, afirmando que el principal problema en estos momentos es el colonialismo israelí y “no es el momento” de que las mujeres celebren protestas callejeras. Creían que las mujeres palestinas retratan una imagen “primitiva” de los hombres palestinos que proporciona justificaciones a la derecha israelí, cuando es el Estado israelí el que utiliza la violencia más brutal contra el pueblo palestino. Pero estas mujeres no vacilaron; hicieron hincapié en que la solución de los problemas de las mujeres no debe posponerse tras la liberación de las fuerzas colonialistas israelíes14.

Como mujeres kurdas, turcas, baluchis y árabes de Irán, nos hemos enfrentado a problemas similares durante muchos años. Siempre se ha dado prioridad a la lucha contra el opresivo gobierno central, como principal enemigo que ha militarizado nuestro lugar de residencia. Dado que el nacionalismo impulsado por el Estado ha puesto a las regiones marginadas del país en un estado de emergencia permanente, algunos activistas nacionalistas kurdos, turcos, árabes y baluchis nos han pedido que no demos a los nacionalistas y centralistas la oportunidad de aprovechar las protestas de las mujeres contra la violencia para tergiversar a los hombres. “Ahora no es el momento adecuado”, insinuaron. Después de la liberación, tendremos tiempo suficiente para abordar los problemas de las mujeres. Hay problemas supuestamente más urgentes que los que afrontan las mujeres, que pueden posponerse o abandonarse por completo.

Pero a las mujeres de Irán, como a las de muchos otros países, les ha quedado claro que las luchas contra el patriarcado y contra la opresión nacional y de clase deben llevarse a cabo simultáneamente. De lo contrario, tras la liberación de la nación y la realización de las revoluciones socialistas, las mujeres podrían ser enviadas a sus casas o apartadas del espacio público. Esta era una lección importante que las mujeres kurdas del Kurdistán Bakur habían aprendido de la historia de las luchas socialistas anteriores a ellas. Colocaron la libertad de las mujeres en su agenda política junto a la libertad del Kurdistán y la liberación del capitalismo. Como resultado, este movimiento produjo muchos eslóganes sobre la mujer y su importancia. Intentaron introducir la cuestión de la igualdad de género en la agenda del partido al tiempo que luchaban contra el nacionalismo patriarcal representado por el gobierno excluyente represivo y otorgaban un nuevo valor a las mujeres de clase baja15. Cambiaron lo que significaba ser mujer en el imaginario colectivo y obligaron a los partidos kurdos, tradicionalmente dominados por hombres, a dar más importancia al género.

1 de octubre de 2022: manifestantes prenden fuego a sus pañuelos mientras marchan por una calle de Teherán.

Las mujeres no sólo participaron en el movimiento, sino que se convirtieron en sus pioneras. Fueron las portadoras de la vida libre en una situación en la que la represión del gobierno turco había convertido la vida cotidiana en una crisis permanente. En consecuencia, el eslogan “Jin, Jiyan, Azadi” implica sobre todo que “Ha llegado el momento” de conseguir hoy una vida mejor y más libre, de abordar los problemas de las mujeres, de no posponer la opresión de género dando prioridad a la opresión de clase o nacional.

“Jin, Jiyan, Azadi” es el resultado de la lucha de mujeres que han estado luchando en varios frentes al mismo tiempo. Con varias décadas de resistencia constante, han llevado a las mujeres de la sombra al escenario político del Kurdistán, han llevado la igualdad de género de un futuro desconocido al presente, y del espacio privado al discurso público. Aunque esto pueda parecer obvio a primera vista, no ha sido plenamente aceptado en el ámbito de la lucha, al menos en Irán. Dejando a un lado el enfoque derechista y sexista de la mujer en Irán, todavía hay muchos en la izquierda que piensan que abordar la opresión de género puede crear divisiones dentro de la clase trabajadora, que la opresión de género no es tan importante como la opresión de clase. Por supuesto, la clase y el género no existen independientemente el uno del otro, ya que el capitalismo se reproduce a través de las desigualdades de género, raciales y étnicas. Para muchos, sin embargo, la intersección entre ambas no es segura.

La conexión de la opresión nacional (étnica) con la opresión de género y de clase es aún más desafiante y ha creado más interrogantes. Los pueblos no persas de Irán han sido doblemente explotados y colonizados durante más de un siglo, viviendo bajo el dominio de un poderoso sistema de represión que no necesariamente actúa con la misma intensidad en las regiones “centrales” -como podemos ver cuando observamos el viernes sangriento en Zahedan y el sábado sangriento en Sanandaj en septiembre y octubre de 2022 y los asesinatos masivos de noviembre de 2018 en las zonas marginales del país16.

No podemos imaginar un futuro libre sin formular una comprensión política de cómo encajan entre sí todo tipo de opresiones. Mientras los activistas no sean capaces de abordar la opresión étnica y el derecho a la autodeterminación en Irán, contribuirán a que las minorías desconfíen de los progresistas en el núcleo urbano. Irónicamente, la mayoría de ellos se ven empujados hacia el “separatismo”, que históricamente nunca ha sido el deseo de los kurdos, el pueblo baluchi u otros grupos minoritarios, pues se dan cuenta de que no pueden esperar la aprobación y el reconocimiento del centro urbano, sino que deben transformar su vida social por sí mismos. Esta tendencia podría suponer un gran reto para el futuro de la política en Irán. Irónicamente, lo que más fuerza le da son quienes niegan la importancia de la autodeterminación, no las minorías étnicas (como alegan la propaganda de la República Islámica y la derecha iraní). Las minorías étnicas siempre han mostrado su deseo de unirse a los centros urbanos de acuerdo con las condiciones políticas legítimas. Durante el reciente levantamiento revolucionario, esto culminó en el canto de consignas en defensa de la unidad en las ciudades marginales del país, especialmente en Kurdistán y Baluchistán.

Durante años, los izquierdistas orientados hacia las “luchas obreras” han negado la importancia del feminismo y la necesidad de dar prioridad a la cuestión de género. Los nacionalistas kurdos también intentaron difundir el mito de que el patriarcado no existe en el Kurdistán y que, si hay algún tipo de violencia, tiene su origen sobre todo en la opresión del gobierno central colonialista. Incluso hace poco, durante el levantamiento de Jina, algunas activistas kurdas iraníes publicaron un vídeo en el que mujeres kurdas decían de diferentes maneras que “¡el hiyab no es un problema de las mujeres kurdas!”. Mientras tanto, cada día aparecen noticias de los conflictos de las mujeres kurdas con sus familias y la estructura patriarcal de la sociedad por cubrir sus cuerpos y controlar su sexualidad.

La amplia aceptación del lema “Jin, Jiyan, Azadi” demuestra la necesidad de esta forma de política interseccional en el Irán actual; representa una alternativa potencial a la República Islámica. En contraste directo con el régimen dominado por los hombres y represivo, que ha negado a varios grupos cualquier derecho -especialmente a las mujeres y a las personas queer, pero también a los organizadores sindicales, a los y las activistas étnicas y medioambientales y a otros grupos marginados- “Jin, Jiyan, Azadi” ofrece una alternativa unificadora que abarca opresiones plurales. Por esta misma razón, los nacionalistas sexistas y los reaccionarios, a menudo próximos a los monárquicos, intentan sustituirlo por otros lemas, incluidos lemas populistas y chovinistas como “Hombre, Patriota, Prosperidad”. Del mismo modo, durante las primeras semanas sangrientas del levantamiento de Jina, las fuerzas militares del Kurdistán borraron el lema “Mujer, vida, libertad” de los muros de las ciudades kurdas, escribiendo “Mujer, castidad, honor” u “Hombre, gloria, autoridad”, lo que demuestra lo asustado que está el régimen por el carácter feminista e interseccional del lema revolucionario.

En vista de las implicaciones políticas del lema, parece vital preservarlo en este momento histórico de Irán. Si cualquier otra forma de unidad no refleja su pluralismo, sólo podría ser una estrategia hipócrita y oportunista para obtener un poder homogeneizador y eliminacionista en el futuro de Irán.

Estudiantes de la universidad de Sine en el Kurdistán iraní bailando mientras corean “Jin Jiyan Azadi”.

Las mujeres y las minorías étnicas han recorrido un largo y difícil camino para conseguir que esta sociedad acepte que la opresión de género y étnica no es sólo “su problema”, sino una cuestión social que debe abordarse por el bien de todas las personas. Deshacerse de la opresión de clase exigirá abolir simultáneamente otras formas de opresión que han convertido a algunas personas en “minorías” (no necesariamente cuantitativas) y “periféricas” (no necesariamente geográficas). Al igual que para las mujeres del Kurdistán turco, “Jin, Jiyan, Azadi” implicaba que no había que quitar prioridad a las preocupaciones de las mujeres, la traducción de este eslogan al contexto iraní propone que no pospongamos abordar la opresión de género y étnica u otras formas de dominación hasta que caiga la República Islámica. Esta consigna puede ayudarnos a impedir que los reaccionarios se apropien de nuestros movimientos y los manipulen.

Para aumentar nuestra sensibilidad ante la supresión de las voces de las mujeres de etnias marginadas, podemos utilizar la versión kurda del lema “Jin, Jiyan, Azadi” incluso más que la persa, que todo el mundo ya entiende y repite. Se trata de una acción simbólica, pero en estos momentos críticos puede reforzar la unidad que necesitamos y sentar las bases para consolidar la confianza mutua.

La gente ha coreado eslóganes en farsi muchas veces en las regiones no persas del país; ahora es el momento de que las regiones centrales se muestren más abiertas a los eslóganes no persas. Del mismo modo, el empleo consciente de Jina, el nombre kurdo, en lugar de Mahsa (un nombre persa) hace visible la opresión estatal que nos ha privado de nuestra lengua materna en diversos ámbitos, incluidos los nombres que podemos dar a nuestros hijos. A esto se han enfrentado durante años los habitantes de las regiones no persas. No sólo Jina se convirtió en el nombre en clave del levantamiento revolucionario del pueblo iraní, sino que su nombre se convirtió en un código de resurrección a pesar del dominio de un nacionalismo iraní que ha criminalizado a las personas no persas hasta tal punto que incluso los nombres no persas se consideran una amenaza17.

Su familia la llamaba “Jina”. La lloraban con ese nombre. Su madre le escribía en espacios virtuales con ese nombre. En su lápida se lee “Jina Amini”. Sin embargo, la mayoría de los persas identifican a Jina como “Mahsa Amini”, y este último nombre se ha convertido en tendencia. No es casualidad. El nombre de Jina, al igual que su muerte, representa las opresiones simbólicas a las que se enfrentó como mujer no persa. Si consideramos que una de las tareas de los movimientos revolucionarios es poner de relieve y articular múltiples formas de opresión relacionadas internamente, el movimiento “Mujeres, Vida, Libertad” puede lograr la unidad reconociendo las diferencias ahora, no después. Esta es la única manera de construir una alternativa armoniosa pero inclusiva. Quienes luchan por la libertad, la igualdad y la justicia en Irán deben luchar en varios frentes al mismo tiempo, a diferencia de la oposición de derechas que ha eludido esta responsabilidad bajo el falso paraguas de “Ettehad” (“unidad”), poniendo en su programa una política excluyente.

Una mujer protesta por el asesinato de Jina Amini en Teherán, Irán, el 7 de octubre de 2022.

1. Abdullah Öcalan, Guerra y paz en el Kurdistán (Iniciativa Internacional, 2012 [2008]).

2. Somayeh Rostampour, “Género, conocimiento local y militancia revolucionaria. Movilizaciones políticas y armadas de las mujeres kurdas en el PKK después de 1978”, tesis doctoral, septiembre de 2022, Universidad de París 8, Francia.

3. Ibid.

4. Abdullah Öcalan, Prison Writings: Las raíces de la civilización (Transmedia Publishing, 2007).

5. Ibid.

6. Saadi Sardar, “Una revolución feminista desafía al régimen iraní, Instituto Kurdo de la Paz”, 26 de septiembre de 2022 (consultado en octubre de 2022).

7. Por ejemplo, cuando Turquía ingresó en la Unión Europea en torno al año 2000 con la condición de conceder ciertos derechos políticos a las “minorías étnicas”, las mujeres aprovecharon la oportunidad, mientras que el PKK empezó a perseguir sus objetivos por medios distintos de la lucha armada, como la participación en elecciones parlamentarias y la extensión de su influencia política en movimientos civiles como los consejos.

8. Una de las tres mujeres asesinadas en París fue Sakine Cansız, una de las fundadoras del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, la figura femenina más importante en la historia del PKK. Pasó más de ocho años en cárceles turcas, donde le cortaron los pechos bajo tortura. Lea esto para obtener más información sobre Sakineh Jansez.

9. Por ejemplo, “Jin, Jiyan, Azadi” fue el lema principal en la batalla que las mujeres de Rojava libraron contra el Estado Islámico en Afrin (un cantón de Rojava, que ahora está ocupado por el Estado turco) de diciembre de 2017 a marzo de 2018. De 2018 a 2021, 83 mujeres fueron asesinadas, 200 mujeres fueron secuestradas y 70 mujeres fueron violadas en Afrin bajo la ocupación militar del gobierno expansionista turco.

10. Por la misma razón, tras iniciarse el levantamiento de Jina, la agencia gubernamental Fars news publicó un texto en su página web el 7 de octubre de 2022 titulado: “Hace 40 años, Komle cantaba ‘mujer, vida, libertad’, pero de otra manera”.

11. Para algunas organizaciones socialistas conocidas, como el MLKP (Partido Comunista Marxista Leninista), los debates sobre la lucha de las mujeres comenzaron a mediados de la década de 2000. Muchas otras organizaciones (por ejemplo, el DHKP-C o el TIKB) creían que no tenían problemas con el sexismo y, por tanto, no tenían necesidad de reflexionar sobre ello.

12. A pesar de la tendencia del PKK a plantear la cuestión de la igualdad de género, hasta casi 1995, este partido seguía teniendo una estructura dominada por los hombres; su líder era un hombre influyente, y la desigualdad de género se reproducía de diversas formas dentro del propio partido. Las mujeres de este partido, tras adquirir experiencia y aumentar su número desde principios de la década de 1990, llegaron a la conclusión de que su lucha no podía centrarse únicamente en la liberación del Kurdistán, porque aunque éste se liberara, ellas seguirían bajo el dominio de los hombres. En consecuencia, unieron sus fuerzas para crear organizaciones exclusivamente femeninas en las que pudieran fortalecerse y tomar decisiones de forma independiente para impulsar el autogobierno de las mujeres junto con el autogobierno del Kurdistán.

13. Si hoy en día el PKK es conocido por la importancia que ha dado a las cuestiones de género, eso se debe a las continuas actividades de las mujeres del partido, que comenzaron desde las guerrillas en Shakh (las montañas de Qandil) y siguieron en Shar (ciudades) por partidarias feministas y queer con un enfoque diferente.

14. Esta campaña fue un gran paso adelante. Continuó durante ocho meses, convirtiéndose en la base de una ola de protestas en los países árabes en 2019. Las participantes incluso hicieron un llamamiento transfronterizo a las mujeres palestinas de los campamentos de Líbano y otros países, pidiéndoles que se unieran a la campaña. En consecuencia, en 2018 asistimos por primera vez a manifestaciones de mujeres en estos campos, a las que se unieron mujeres inmigrantes no palestinas en algunos países. Las mujeres inmigrantes residentes en países occidentales que se unieron a la campaña tenían sentimientos contradictorios similares: temían que si hablaban de violencia doméstica de forma pública y colectiva, estarían dando una excusa a la derecha antiinmigrante de Occidente.

15. Aunque en teoría el PKK se ha distanciado del maoísmo, en la práctica siempre ha dado mucho espacio a las mujeres “corrientes”, sobre todo a las de clase baja. Por ejemplo, la alcaldesa de Mardin (Sürgücü), en el Kurdistán turco, que fue apoyada y elegida por un partido pro-PKK, era una mujer de cuarenta años que tenía ocho hijos y muy poca educación. Al mantener un contacto constante con las mujeres y con las diferentes clases, el PKK pudo convertir lo que hasta entonces se consideraba “excepcional” en un modelo común en el Kurdistán.

16. Rostampour, Somayeh. “Escisiones étnicas en el movimiento de protesta iraní”. Multitudes 83, nº 2 (2021): 112-119.

17. Aunque aún no está claro por qué la propia Jina (Mahsa) Amini tenía dos nombres, en general, muchas personas del Kurdistán tienen dos nombres: uno en farsi para utilizarlo en su partida de nacimiento y otro en kurdo para llamarse en su comunidad. Esto se debe a que algunos registradores se niegan a inscribir nombres kurdos, alegando que “este nombre no es iraní”; en otros casos, las familias prefieren nombres en farsi en los certificados de nacimiento, para que sus hijos no sean discriminados o humillados por su identidad kurda.

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Avispa Midia

EEUU no aprendió nada del crack del 2008 y vuelve a tocar piso

Fuente: Avispa Midia

Por Sare Frabes

En portada: Clientes del Banco del Valle de Silicón esperan para retirar su dinero de la institución financiera que reportó la quiebra el pasado viernes 10 de marzo.

El pasado viernes (10), el Banco del Valle de Silicón de Estados Unidos (Silicon Valley Bank) sufrió un descalabro financiero que empujó inmediatamente a las autoridades a lanzar salvavidas para su rescate y evitar que impactará al resto de sus instancias financieras, ya que este banco formaba parte del Sistema de la Reserva Federal estadounidense.

Cuatro días antes de la quiebra, Silicon Valley Bank celebraba por quinta ocasión su inclusión en el ranking anual de los mejores bancos de Estados Unidos que publica la revista Forbes. Fue entonces que los festejos se convirtieron en tragedia financiera y el pánico de los ahorradores se encendió al no haber recibido una notificación previa, mientras el Departamento de Protección e Innovación Financiera de California (DFPI, por sus siglas en inglés), de conformidad con el artículo 592 del Código Financiero de California, tomó posesión del banco, alegando falta de liquidez e insolvencia.

Mientras tanto, se designó a la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) como administrador judicial del banco en banca rota, quien aseguró que su papel es proteger a los depositantes asegurados, quienes tendrían pleno acceso a sus depósitos a más tardar este lunes 13 de marzo de 2023 por la mañana. No obstante, la mayoría de las bolsas de valores sufrieron pérdidas este lunes (13) por la incertidumbre que ya ha provocado esta quiebra y por la memoria fresca que dejó el crack financiero del 2007-2008.

Para rematar, Moody’s Investors Service calificó a la baja la salud crediticia de First Republic Bank y otros cinco bancos prestamistas estadounidenses.

First Republic, con sede en San Francisco, cayó un 62% este mismo lunes, mientras que Western Alliance, con sede en Phoenix, se desplomó un 47%, una cifra sin precedentes. Comerica, con sede en Dallas, cayó un 28%.

Por otra parte, la incertidumbre de los depositantes no asegurados de Silicon Valley Bank va en escalada, ya que no correrán con suerte, solo se les emitirá un dividendo hasta dentro de la próxima semana por medio de un certificado de administración judicial por el importe restante de sus fondos no asegurados. Asumiendo que, a medida que la FDIC venda los activos de Silicon Valley Bank, se podrán efectuar futuros pagos.

Los vientos son turbulentos y soplan a contrapelo de la economía estadounidense, ya que Silicon Valley Bank es la primera entidad asegurada por la FDIC que quiebra este año, pero además es considerada la mayor entidad en quebrar desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y el colapso del banco Lehman Brothers.

Cabe resaltar que en aquella ocasión también se tuvo que rescatar a corporaciones como: Bear Stearns, JP Morgan, Fannie Mae/Freddie Mac, American International Group, Citigroup y Bank of America.

Mientras, la última institución asegurada por la FDIC en cerrar fue Almena State Bank, ubicada en la ciudad de Almena, Kansas, el 23 de octubre de 2020. Esto ha provocado especulaciones de crisis más severas en Wall Street y con los depositantes de otros bancos, ya que podría provocar el retiro de sus fondos en escalada y esto provocaría un colapso del sistema financiero estadounidense que golpearía a las economías dependientes.

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El senador Bernie Sanders declaró que este escenario es resultado de un absurdo proyecto de ley de desregulación bancaria implementado en 2018 y firmado por el expresidente estadounidense Donald Trump. “Durante el debate sobre la legislación dije: ¿Tan corta es nuestra memoria que no hemos aprendido nada del crack de Wall Street de 2008? ¿No hemos aprendido nada del desastre de Savings and Loan de principios de los noventa o del robo de Wells Fargo en los últimos dos años o de la deshonestidad de Equifax o del fraude contable de Enron y Arthur Anderson o del fracaso de Long-Term Capital Management o de los miles de millones de dólares en multas que institución financiera tras institución financiera ha pagado por actividades ilegales o engañosas?”, cuestiona el Senador.

Para Sanders no es el momento de que las autoridades financieras tomen el dinero de los contribuyentes estadounidenses para entrar al rescate de Silicon Valley Bank. “Si hay un rescate de Silicon Valley Bank, debe ser 100 por ciento financiado por Wall Street y las grandes instituciones financieras. No podemos seguir por el camino de más socialismo para los ricos e individualismo a ultranza para todos los demás. Tengamos el valor de plantar cara a Wall Street, derogar la desastrosa ley de desregulación bancaria de 2018, acabar con los bancos demasiado grandes para quebrar y atender las necesidades de las familias trabajadoras, no las arriesgadas apuestas de los capitalistas buitre”, agregó el senador.

Por su parte, el teórico David Harvey, quien ha documentado profundamente la crisis del 2008, en un comentario en sus redes sociales, palabras más palabras menos, hace alusión de esta quiebra a lo que el economista Carlos Marx tipificó como “El capital ficticio”, con el cual funcionan las bolsas de valores al proyectar que ciertos activos financieros se materializarán en algún momento en capital real, es decir, producirá un valor y una ganancia en el futuro cuando sea invertido en la economía productiva.

La realidad es que hay una burbuja que esta a punto de reventar, porque este tipo de capitales no encuentran en términos reales donde realizar esa ganancia prometida y entonces se provocan las quiebras.

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La crisis derivada del llamado “capital ficticio” es derivada del desarrollo del sistema crediticio y especulativo a través de títulos y valores imaginarios que no producen nada, solo representan imaginariamente un valor futuro.

“Vemos circular cantidades cada vez mayores de capital ficticio que aún no se han convertido de un estado imaginario a un estado real (…) Hasta que llega un punto en el que el capital ficticio se vuelve tan enorme que él mismo se convierta en la naturaleza del problema”, expresa Harvey.

El problema, es que ese capital ficticio está creando más capital que no tiene una base que lo respalde, y entonces, está llegando a un punto de colapso, que puede ser mucho peor que toda las crisis anteriores que han golpeado a EEUU.

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Kurdistán América Latina

“¡Vamos con Jin Jiyan Azadî hacia la revolución de las mujeres!”

El Movimiento de Mujeres de Kurdistán se refirió al Día Internacional de la Mujer Trabajadora y denunció el sistema patriarcal que mantiene al mundo en una crisis permanente. Desde el movimiento aseveraron que igualmente la resistencia de las mujeres crece en todos los continentes.

A continuación publicamos la declaración completa:

Como pueblo kurdo y mujeres kurdas, saludamos el 8 de marzo, en un momento en que las crisis provocadas por la modernidad capitalista amenazan nuestro derecho a vivir. Nuestra determinación de resistir a las fuerzas que violan nuestro derecho a vivir, tanto como nuestro dolor y pérdida, es muy decidida e inquebrantable. Las razones de nuestra lucha son más fuertes que nunca. La dominación masculina, la alianza del Estado y el capitalismo siguen atacando a las mujeres, convirtiéndose en una guerra entre sistemas.

Las prácticas de las corporaciones multinacionales, la nueva cara del fascismo, las dictaduras y el colonialismo se entrecruzan con los ataques a la libertad de las mujeres y el saqueo de la naturaleza. Los conflictos dentro de las estructuras de poder hegemónicas y sus políticas impulsadas por el beneficio por encima de las mujeres y la sociedad, no conducen a otro futuro que no sea el de la guerra, la migración, la destrucción, la violencia y la pobreza: el sol de la humanidad se oscurece. En todas las regiones del mundo hay una oleada de explotación y ataques por parte de la dominación masculina. Sin embargo, desde Afganistán hasta Abya Yala, desde la India hasta África, la resistencia de las mujeres está creciendo en todas las partes del mundo.

Nosotras somos la ola más fuerte de esta resistencia. Sabemos que no podemos vivir si no tejemos nuestras vidas con la resistencia cada día. Lo sabemos incluso por lo que hemos vivido en el último año. Hemos dicho que el capitalismo y el fascismo son la destrucción social. Y, por desgracia, esta afirmación fue confirmada de nuevo por el terremoto que ocurrió el 6 de febrero en nuestro país, Kurdistán, y en las ciudades de Turquía y Siria. La sucia alianza del AKP/MHP y las políticas fascistas sólo agravaron aún más las consecuencias del desastre. Se ha convertido en un crimen contra la humanidad. Conocemos la cara más sucia del fascismo por los gritos de las mujeres y las niñas y niños sepultados bajo los escombros y por sus vidas enterradas. Hemos dicho que el sistema dominado por los hombres conduce al infanticidio femenino. Lo sabemos por nuestro país, Kurdistán.

Sabemos de los ataques diarios, de los asesinatos de mujeres pioneras y de las ocupaciones que llevaron a cabo en presencia de fuerzas internacionales cuando no consiguieron derrotar la “Revolución de las Mujeres”, donde todavía respira una esperanza de libertad para todos los pueblos del mundo, en Rojava, Kurdistán Occidental.

Sabemos que el Estado turco, que se ha vuelto tan brutal que ha asesinado con armas químicas a guerrilleras que con sus 30 años de experiencia en autodefensa, han inspirado coraje, confianza en sí mismas y habilidades de autodefensa en las mujeres. Conocemos el fascismo que ha expulsado a las mujeres de la política y de las administraciones locales; el fascismo que no permite que haya mujeres diputadas y alcaldesas elegidas por la voluntad del pueblo, causándoles terribles consecuencias y encerrándolas en la cárcel.

Conocemos sus vergonzosas leyes que silencian y detienen a mujeres académicas y periodistas que intentan hacer públicas las injusticias y las prácticas del fascismo. Son mujeres que insisten en la verdad. A ellas se las detiene, pero al mismo tiempo se permiten los matrimonios infantiles y se deja en libertad a los pederastas y violadores. Conocemos bien esta red de corrupción por el hecho de que anuló el Convenio de Estambul y se llevó por delante las enormes conquistas de los derechos de la mujer con una sola palabra del dictador.

Conocemos a quienes tienen miedo de la liberación de la mujer, incluso de su cabello, asesinando a Jina Amini. Experimentamos lo brutal que puede ser esta mentalidad cuando asesinaron a nuestras camaradas Sakine Cansız, Fidan Doğan, Leyla Şaylemez y diez años después a EvinGuyi en París. Todo empezó cuando las mujeres se organizaron para protagonizar la revolución. Allanaron el camino de la revolución femenina y lo hicieron con la vía del paradigma democrático, ecológico y de liberación de la mujer, no con la mentalidad del sistema.

En el camino revolucionario, los estudios sobre la mujer han apoyado a la Jineolojî. Comenzó compartiendo la resistencia de las mujeres kurdas por una vida libre y sus experiencias con las mujeres del mundo. Empezó por encontrar la fórmula mágica para liberar la vida proclamando “JIN JYAN AZADI”. Por esta razón, nuestra mayor respuesta el 8 de marzo en todo el mundo son las palabras de la KJK (Komalên Jinên Kurdistan, Comunidad de Mujeres de Kurdistán): “BI JIN JIYAN AZADÎ RE BER BI ŞOREŞA JINÊ!” – ¡VAMOS CON ‘JIN JIYAN AZADI’ A LA REVOLUCIÓN DE LAS MUJERES!”.

FUENTE: Kurdistán América Latina

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Nantik Meche

Nantik Meche 5 – Día Internacional de las Mujeres que Luchan

Podcast para conocer un poco sobre la historia y el sentido de conmemorar el 8 de marzo el Día Intencional de las Mujeres que Luchan.

(Descarga aquí)  
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Avispa Midia

Trasnacional de aceite de palma pierde demanda contra ecologistas

Fuente: Avispa Midia

Por Aldo Santiago

En portada: Maquinaria pesada apila troncos de los árboles talados que serán quemados por la empresa productora de aceite de palma, PT Papua Agro Lestari, propiedad de Korindo. Foto: Mighty Earth

El pasado martes (21), después de tres años de batalla legal, el conglomerado de empresas coreana-indonesia, Grupo Korindo, renunció a la demanda que interpuso contra la organización ambientalista Salva la Selva, con sede en Alemania, por señalar su responsabilidad en la destrucción de la selva tropical en Indonesia para la expansión de monocultivos de palma aceitera.

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En 2019, la organización europea fue citada ante un tribunal con relación a una Carta Abierta de 2016, la cual fue dirigida a las empresas alemanas, Siemens y Nordex. En la misiva, 10 organizaciones ecologistas alertaban sobre las relaciones comerciales de las corporaciones energéticas con Grupo Korindo, acusado de la destrucción masiva de selvas tropicales y de violar los derechos de pueblos indígenas de la provincia de Papúa y las islas Molucas del Norte.

(Continuar leyendo…)

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Noticias de Abajo

Noticias de abajo 25 febrero 2023

(Descarga aquí)  

ROMPIENDO FRONTERAS

  • GLOBAL: SE CUMPLE UN AÑO DE LA INVASIÓN RUSA A UCRANIA. Grupos Antiguerra convocan a jornadas por la paz. Fuente: @AnarquistasporlaPaz
  • ITALIA: Gobierno ultraderechista de Meloni ratifica aislamiento de tortura contra Alfredo Cospito. Fuente: Noticias de abajo
  • PALESTINA: Llega a 63 los asesinatos de la okupación militar de Israel en palestina en este 2023. Masacre y ataques en Nablus y todo el territorio ocupado. Fuente: palestinalibre
  • GUATEMALA: USAC (Universidad de San Carlos de Guatemala)EN RESISTENCIA El gobierno central impone a Walter Ramiro Mazariegos Biolis rector de la USAC. Fuente: Caravana mesoamericana por el buen vivir.

DESDE EL OMBLIGO DEL MOUNSTRO

  • MÉXICO: Asamblea Nacional por el Agua y la Vida en territorio otomí se pronuncia contra guerra y el saqueo de los recursos. Llaman a plan de acción colectivo.Fuente: Noticias de Abajo
  • YUCATÁN: Comunidad Maya de Sitilpech que se opone a Granja porcícola, es agredida y amenazada por la policía. Fuente: Kanan DDHH
  • MICHOACÁN: Alfredo Cisneros Madrigal, defensor de bosques de la comunidad purépecha de Sicuicho, fue asesinado a balazos, denunció el Consejo Supremo Indígena de Michoacán Fuente: CSIM
  • HIDALGO: Por la verdad y la impartición de justicia en la muerte de Abisaí Pérez Romero
  • CDMX: Liberan bajo fianza a dos activistas de la okupa Cuba, Karla y Magda, tras 10 meses de prisión son recibidas por decenas de colectivas y organizaciones. Fuente: LibresYa
  • MÉXICO: Amenazas fascistas en México contra activistas y promotores culturales. Fuente: Redes
  • CDMX: Manifestación pacifica por el derecho a la cultura, frente a la casa de Sandra Cuevas, es reprimida violentamente por golpeadores de la alcaldía Cuauhtémoc Fuentes: Volcana

Música

Corrido para Samir Flores
Nieves de enero

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Noticias de Abajo

Noticias de abajo 16 febrero 2023

Noticias de abajo 16 de febrero 2023
Noticias globales
—-HONDURAS: En dos meses siete defensores comunitarios han sido asesinados en Honduras. Educaoaxaca
—-SIRIA Y TURQUIA: Sismo, guerra y capitalismo. 40 mil descesos y ciudades y pueblos en ruinas es parte de las afectaciones por devastador sismo. Los pueblos kurdos rebeldes fuera del discurso oficial de apoyo internacional. Una oportunidad más´para decir No a la Guerra. Kurdistan America Latina, Pie de pagina y AFN espanol.
Noticias de por aca
—-OAXACA: Marinos fuertemente armados reprimen a ejidatarios que se oponen a obras del Corredor Interoceánico. IstmoPress
—-CHIAPAS: Denuncian incremento del crimen organizado y violencia en comunidades indígenas en Chiapas tras el 12 aniversario luctuoso de Jtatik Samuel Ruiz. Boca  de Polen.
—-CDMX: Denuncian hackeo de pagina de radio zapote en Facebook. CML
—-PODCAST INVITADO: Somos; cuerpo, territorio y tecnología. Episodio 1. Apoyo mutuo en acción. CodigoSur
Música:
El río me enseñó – casiopeo
Señor Magón.  Las tres piedras/ Cuento de Ricardo Flores Magón.    
Azida de sodio – Laika anuncia el ocaso
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(English) Fighting for the forests in Eastern Congo

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Fuente: Avispa Midia

Por Eugenia López

Cover image: The Batwa indigenous people are currently facing multiple challenges. The cultural crisis, the lack of recognition of their territorial rights and the reappropriation of their lands by multinationals make the communities that live by and for the forest even more fragile.

With its rivers, forests, savannas and freshwater swamps, the Congo Basin – the second largest rainforest in the world after the Amazon – is a patchwork of treasures. It is home to approximately 10,000 species of tropical plants, as well as more than 400 species of mammals, 1,000 species of birds, and 700 species of fish, including several endangered species such as forest elephants or mountain gorillas.

Humans have shared the Congo Basin forests with these other species for tens of thousands of years. Today, the forests still provide food, fresh water and shelter to more than 75 million people.

The Congo rainforest, much of which is in the Democratic Republic of Congo, is the second largest rainforest in the world. The Congolese government has recently tendered 16 new oil fields, some of them in the rainforest. Photo by Axel Fassio/CIFOR.

I had the privilege of talking to Blair Byamungu Kabonge, an Indigenous Batwa descendent who was born in the South-Kivu region of the Democratic Republic of the Congo (DRC), where the Congo Basin connects with the Great Lakes region. Growing up in these lands, he has not only been a witness to nature’s beauty, but also its tragic ongoing destruction.

Together with its wildlife, Blair’s region is extremely rich in oil, diamonds, gold, copper, and minerals like cobalt, tin, cassiterite and coltan. This makes it ripe for extraction and exploitation, as these materials are used to produce new technologies such as smartphones and tablets as well as electric vehicles, solar panels and other so-called ‘green’ or ‘clean energy’ technologies.

Decades of violence

The economic interests in the minerals, timber and wildlife located in the region has attracted the interest of foreign countries and transnational companies over the past centuries, which has led to the explosion of violence.

This started with the colonisation of the territory by Belgium from the end of the 19th century. Attracted by its abundant wealth in rubber, ivory and minerals, the belgium crown, together with concessionary companies, undertook the brutal exploitation of its natural resources and population. Between 1880 and 1926, half of the inhabitants were killed, to the point that some historians refer to this period as a “forgotten holocaust”.

After the official independence of the country in 1960, the economic interests didn’t vanish, and more countries started to get involved in natural resources extraction, such as the United States, Canada, South Africa, the European Union or China, principally.

Locals and NGOs working in the region have long been calling out the direct link between the exploitation of natural resources and continuing armed conflicts in DRC.

Today, the Kivu region is still highly insecure, with multiple armed guerrilla groups, and a heavy presence of the Armed Forces of the Democratic Republic of the Congo (FARDC) which are guilty of violently exploiting civilians to extract valuable minerals to sell on to transnational companies.

A Democratic Republic of Congo Army soldier at an outpost on Chanzu hill in eastern North Kivu region, Nov. 5, 2013.

“The wars we have are linked to the quest for control and domination over ecosystems,” Blair tells me. “But the rich countries chose to cover their ears. They do not seek to establish peace in eastern Congo; they know what they have to gain in this story. If the production of coltan stops in the Congo, what are you going to use to make your phones?”

The race for natural resources has been responsible for significant environmental damages, with devastating destruction of humid primary forests. According to Global Forest Watch, the total area of humid primary forests in South-Kivu decreased by 6.6% between 2002 and 2021.

The hypocrisy of international conservation plans

In light of the ever-worsening climate crisis – and despite the fact that local communities had been trying to give the alert for far longer – combating deforestation has begun to be seen by international institutions as a crucial step in limiting the impacts of climate change, as the world’s forests absorb roughly one-third of carbon emissions annually.

During COP26 in 2021, leaders from more than 100 countries pledged to halt deforestation by 2030.

A group of 11 countries, along with the Bezos Earth Fund, agreed to contribute $1.5bn toward restoration efforts in the Congo Basin region. At the latest COP conference that took place in November 2022, a Forest and Climate Leaders’ Partnership (FCLP) was launched to unite actions by governments, businesses and community leaders to implement the commitment made at the COP26.

However, this seems unrealistic given that there was a similar plan adopted in 2014, which sought to halve global deforestation by 2020 and end it by 2030… with absolutely no results so far.

Like many others, Blair does not really believe in international mechanisms that promote environmental protection. “After each international conference, agreements are signed, but if we get to COP27, it’s because it’s useless,” he says. “The initiators of these policies take people for idiots.”

The hypocrisy of these international declarations is hard to ignore, knowing that the countries that promote them are often the ones who benefit the most from (and contribute the most to) nature’s destruction.

“The same nations that run the COPs are the ones that own the industries that are destroying the planet,” agrees Blair. “So, are we going to start taking action, or are we going to stay distracted and carry on as if nothing is happening?”

I ask Blair what he thinks the answer should be. “What we need is for countries like France, the United States and Russia to reduce their production,” he says. “If we want to conserve the planet, we have to reduce! But which of these countries is taking real action? None!”

He continues: “Everybody says that the DRC is a poor country. And if you come here, it’s true, you’re going to find poor people. But these countries which you think are poor are still rich in forests – and that’s because the people have preserved them. We accept to live in misery, but we preserve nature. You refuse to live in misery, but you destroy the Earth!”

Conservation failures

During his lifetime, Blair has witnessed the failure of multiple conservation plans, one of which is directly linked to his homeland. His village is located at the edge of the Kahuzi Biega National Park (KBNP), a protected area of 6,000 square km situated near Lake Kivu and the Rwandan border. Established in 1970, it became a UNESCO World Heritage Site in 1980, and has been largely funded by the US and German governments. But far from providing protection, it seems like that designation has actually created the conditions for the acceleration of the sale and exploitation of animals and soils in the area.

A burned Batwa home in Kahuzi Biega National Park. Between July 2019 and December 2021, joint contingents of park rangers and army soldiers violently expelled the Batwa from their ancestral home in the park, according to a report by Minority Rights Group International. Photo by Robert Flummerfelt.

“My village is located in the middle altitude of the Kahuzi-Biega National Park. As a child, I saw elephants. The park was one of the parks that attracted a lot of attention from tourists. Before the area officially became a national park, even if we made our livelihoods from hunting, there was everything. But when the white man came here and decided to create the park, that’s when the destruction started. The elephants are gone. Who organised the illegal sale of ivory? Who came to exploit the soils? The local communities or the people of the park, in collusion with the so-called “donors” who finance the park?” Blair challenges.

Blair left his region some years ago and now works in the North-Kivu region, near the city of Goma.

Here, he observes a similar case in the Virunga National Park. “Today, this park is the home of armed groups. And it’s called world heritage, it’s registered with UNESCO – and that makes me laugh. If it’s a world heritage, then what is the international community doing to knock the rebels out of the park? These armed groups threaten ecosystems and communities, they trade in species, they trade in minerals. But when the minerals come out of the park, they become “pure” in the eyes of white people, where in fact, they are made of blood.”

Sadly, this terrible situation is not specific to DRC: there are several other cases of conservation plans (designed by the UNESCO or other institutions and organisations) leading to a significant increase of violence and destruction throughout the world, such as in Central America.

Nature keepers

Blair is not just a witness, he has dedicated his life to defending the forests and Indigenous and local communities’ right to self-determination and self-organisation in their own land, because he knows that their destinies are closely related.

In fact, Indigenous peoples have been, and continue to be, nature’s best guardians on Earth: although they now represent only 6% of the world’s population, they protect 80% of the biodiversity that remains on the planet.

From speaking to Blair, it is clear that the land which Indigenous communities live on, and the natural resources which they depend on, are inextricably linked to their identity, culture and livelihoods, as well as their physical and spiritual well-being.

“For Congolese forest communities, the forest is everything,” Blair explains. “An inhabitant of a forest community can spend a year without buying anything, he does everything thanks to the forest: if he wants meat, he finds meat there; if he needs plants to heal himself, he finds them in the forest, if he wants to build, he doesn’t need nails since he finds ropes in the forest. The forest is life. The traditions of the people here conserve the forest.”

Yet now, the communities are faced with the risk of losing the forests on which their ways of life depend. Blair continues: “they know that if they end up being displaced, they have no place in the outside world, their way of life is absolutely different. They think: our life is here. To move us is almost to take us to the guillotine. We are not going to adapt to the way of life in the cities.

Community forestry to protect the land

Throughout the world, Indigenous peoples often lack formal recognition of their lands, territories and natural resources. This puts them in a vulnerable situation and in a permanent state of war against companies and governments that seek to take control over their territories in order to exploit their natural resources.

Since 2017, Blair has been working as a community facilitator with the National Alliance for Support and Promotion of Indigenous and Community Heritage Areas and Territories in the DRC (ANAPAC-DRC). One of his main missions has been to support Indigenous communities to manoeuvre the slow bureaucracy and long legal processes necessary to assert their rights on their lands and forests.

In DRC, the soils and subsoils of protected forests belong to the State. However, according to Article 22 of the 2002 Congolese Forest Code, local communities can request a proprietary title on their forest, even if they are located in protected areas, if they can prove that they have a historical relationship with this territory.

When the communities receive their titles – which are collective and permanent, meaning that they won’t need to be renewed by future generations – they also obtain the right to manage their land in autonomy: they gain access to the right for self-determination and self-organisation in their territory.

Kahuzi Biega National Park, a UNESCO World Heritage Site, is famous for its gorilla reserves. The status was achieved at the cost of expelling the nomadic pygmy communities that had been living in this part of the Kalehe territory of South Kivu for generations. Democratic Republic of Congo, November 2020.

With his organisation, Blaire has helped the Bambuti Indigenous community win land titles in the forest territory of Kisimbosa Chamsaka in the province of Nord-Kivu in 2019, becoming the first community forest in the region.

“It helps solve a lot of land issues. Without this, outsiders can easily come from Kinshasa and impose concessions. This brings a certain security”, explains Blair, even if he knows that there is no absolute guarantee that the communities won’t suffer from industry and economic pressure, and that the violence is not going to disappear with land titles.

However, he is sure that all of this is not just about property rights: the entire process also promotes collective organisation and solidarity between communities, which can be decisive when facing any type of threat.

“After obtaining their titles, communities are able to build projects such as schools at their local level, and then also open them up to other communities. One of our most important goals is connection: sometimes communities have a lot in common without realising it. Meeting each other allows them to learn from each other and to join forces for the protection of ecosystems,” he clarifies.

Building international awareness and solidarity

At the end of our conversation, I asked Blair about the responsibility of other people in the world with this same reality, and more precisely, what the people that will read his story can do to support local communities in Congo in their struggle for life.

One of the main things Blair says is building consciousness, especially among people that live in the Global North and asking: what are the impacts of living in rich countries on other peoples, and especially Indigenous peoples all over the planet?

Then, it is crucial to start holding the companies that are benefiting from the land’s destruction accountable for what they are doing: Which industries, and which products are made with blood? What can be done to stop them?

We must also build solidarity, and support those who are fighting everyday to protect not only their own lives but the planet we are all living on. Because, as Blair urges: “the biodiversity we have here in Congo is not just for ourselves, it is for everyone.”

A version of this text was published in See. Hear. Act. Do.

radio
Movimiento de Mujeres Libres de Kurdistán

Llamamiento a la solidaridad de América Latina con Kurdistán tras los devastadores sismos

En la madrugada de este lunes, 6 de febrero, se produjo un terremoto de magnitud 7.8 en el distrito de Pazarcik de Maraş, en Kurdistán del Norte, dentro de las fronteras de Turquía, cerca de la frontera con Siria. Nueve horas después se produjo un segundo sismo de magnitud 7.5 en el distrito de Nurdagi de Dilok (Gaziantep), y un tercer sismo de magnitud 6.5 también en esta región.

Estos fuertes sísmos han afectado principalmente a las ciudades de Amed, Malatya, Urfa, Semsur, Dilok y amplias zonas del norte de Kurdistán; así como a las ciudades de Adana, Hatay, Kilis, Osmaniye y Kayseri en el centro de Turquía; a las regiones de Cizre, Éufrates y Shehba en el norte y este de Siria y especialmente a las zonas de Afrin e Idlib en el noroeste de Siria. El terremoto también se ha sentido en los países vecinos.

Como consecuencia de los sismos, hasta el momento se han contado más de 3,500 víctimas mortales y más de 14,000 han resultado heridas. A estas horas todavía miles de personas siguen atrapadas bajo los escombros. Muchas casas y edificios han quedado destruidos. Lugares históricos como la Ciudadela de Alepo se han visto afectados. Las condiciones invernales dificultan las operaciones de rescate. Se ha habilitado un corredor aéreo para los servicios de rescate y envío de ayuda.

Las principales víctimas de este desastre son, como siempre, los y las pobres, los y las desplazadas, que tanto en Kurdistán, como en Siria y Turquía, no sólo han padecido bajo los escombros sino que sufrirán las drásticas consecuencias de la destrucción en medio de un frío y duro invierno.

Es por ello que desde la representación del Movimiento de Mujeres Libres de Kurdistán en América Latina hacemos un llamamiento de solidaridad para que la comunidad internacional, las organizaciones de derechos humanos y la sociedad civil muestren su apoyo tanto logística como económicamente a las víctimas de este desastre.

Para solidarizarte con las víctimas del terremoto puedes hacer una donación a la Media Luna Roja de Kurdistán, principal ONG que trabaja sobre el territorio directamente con la población.

Donar vía Paypal:
https://www.paypal.com/donate/?hosted_button_id=ST5BWWFB7FPGS

Heyva Sor a Kurdistanê e. v.
Wilhelmstr. 12
53840 Troisdorf
Kreissparkasse Cologne
IBAN: DE49 3705 0299 0004 0104 81
BIC/SWIFT: COKSDE33XXX

¡Gracias a todas las personas por su solidaridad y apoyo!

Atten.
Representación del Movimiento de Mujeres Libres de Kurdistán en América Latina

radio
Avispa Midia

StopCopCity: movilizaciones contra megacomplejo policial en los EEUU

Fuente: Avispa Midia

Por Sare Frabes

Al cierre de esta edición se registra un operativo policiaco masivo en las inmediaciones del bosque de Weelaunee. Según informes de los residentes, la policía está repartida a lo largo del perímetro del bosque. Esto sucede momentos antes de una rueda de prensa convocada por la familia del defensor del bosque asesinado en enero y ante el llamado de una semana de movilizaciones.

En Georgia, Estados Unidos, la Fundación de la Policía de Atlanta (APF, por sus siglas en inglés), en contubernio con empresas y funcionarios locales, pretende destruir más de 150 hectáreas del bosque Weelaunee para construir un enorme complejo cuyo objetivo es entrenar a policías de todo el mundo en tácticas policiales militarizadas.

El proyecto, impulsado por la APF junto a inversiones de corporaciones trasnacionales como UPS, Home Depot y Delta Airlines, así como capital de bancos tales como Wells Fargo y JPMorgan, representa una inversión de 90 millones de dólares para imponer una “Ciudad de los Policías” (Cop City en inglés).

El proyecto considera transformar el bosque, también conocido como “parque del pueblo Weelaunee”, con edificaciones para simular una población entera, donde además se incluyen campos de tiro, zonas para entrenamiento con explosivos y una pista de aterrizaje para helicópteros militares Black Hawk.

Un operativo policiaco masivo en las inmediaciones del bosque de Weelaunee se realiza desde la mañana de este lunes (6) de febrero, con la intención de avanzar en las labores de edificación del proyecto Cop City.

Desde el anuncio de Cop City, en 2021, el rechazo de distintas organizaciones y residentes de Atlanta no se hizo esperar. Surgieron críticas y movilizaciones que se oponen al proyecto tanto por la devastación ambiental, así como por la amenaza que supone, para las comunidades negras y pobres, un plan de expansión policial masivo en un contexto de constante abuso y violencia de los agentes de seguridad.

Como protesta, durante los dos últimos años, cientos de personas han ocupado y vivido en zonas del bosque de Weelaunee en tiendas de campaña e, incluso, edificando casas en los árboles. Los defensores del bosque buscan impedir su destrucción a manos de la corporación policial.

Violencia policiaca

La respuesta estatal ha sido la criminalización y persecución contra quienes se han movilizado para detener la Cop City. El 13 de diciembre del 2022, la policía ejecutó una redada contra manifestantes pacíficos y detuvo a cinco defensores de los bosques, quienes fueron acusados de terrorismo doméstico bajo leyes del estado de Georgia.

Lo peor ocurrió un mes después cuando, el 18 de enero pasado, policías asesinaron a un defensor del bosque. Manuel Esteban Páez Terán, conocido como ‘Tortuguita’, quien participaba en la defensa del bosque de Weelaunee, cayó abatido por una docena de disparos de fuego durante una redada policial.

Este viernes (3), los resultados de una autopsia privada, difundidos por la familia de ‘Tortuguita’, indican que el defensor del bosque recibió mas de 13 disparos, provenientes de distintos elementos policiacos, contradiciendo la versión de la policía de Georgia quien argumentó que sus agentes actuaron en defensa propia. Pese a que elementos de la policía de Atlanta contaban con cámaras corporales en el momento de la redada, la corporación se niega a hacer públicas las grabaciones de que disponen para aclarar lo ocurrido.

‘Tort’, como también era conocido, coordinó acciones de apoyo mutuo, entre otras, la construcción de viviendas en zonas de Florida afectadas por huracanes.

Manuel Esteban Páez Terán, conocido como ‘Tortuguita’, quien participaba en la defensa del bosque de Weelaunee, cayó abatido por una docena de disparos de fuego durante una redada policial.

De acuerdo al Colectivo de Prensa Comunitaria de Atlanta, aquel día de enero, agentes fuertemente armados de la policía local y estatal cerraron los accesos al bosque y, junto a maquinaria pesada, ingresaron para continuar con la destrucción del mismo.

“La policía ha conducido redadas en muchas ocasiones en este parque público, destruyendo jardines comunitarios e instalaciones artísticas, atacando a los manifestantes con armas químicas y balas de goma, y amenazando con usar fuerza letal. Durante las últimas redadas, la policía ha aumentado la violencia en sus tácticas contra manifestantes pacíficos sentados en los árboles para protegerlos o contra quienes están caminando”, contextualiza el colectivo de prensa.

“Después del fatal disparo, la operación continuó con la maquinaria pesada de Brasfield y Gorrie (contratista de Cop City) ingresando al bosque y los policías disparando gases de pimienta a las personas que permanecian en el parque, como si nada hubiera pasado. La pérdida de nuestras vidas no significa nada para la policía. La policía mató a une defensore del bosque por amar a esta tierra, por oponerse a la continua destrucción del planeta y de su gente”, subrayó un comunicado difundido por el Colectivo de Prensa Comunitaria de Atlanta.

Los defensores del bosque señalan que esa es precisamente una de las razones por las cuales habitantes de Atlanta han exigido la cancelación de la ciudad policial. “A medida que los políticos invierten en más policía, en militarización, los presupuestos policiales aumentan. Mientras tanto, los asesinatos policiales alcanzaron su punto máximo en 2022: la policía estadounidense mató alrededor de 100 personas al mes”, detalla el documento.

Defender

La propuesta de CopCity, conocida oficialmente como Centro de Formación de Seguridad Pública, se anunció públicamente en 2021, aunque medios locales señalan que la APF trabaja en el proyecto desde 2017. La fundación destaca por financiar proyectos del Departamento de Policía de Atlanta, además de complementar el presupuesto policial de la ciudad.

El lugar propuesto para su construcción, el bosque Weelaunee es considerado uno de los cuatro “pulmones” de la ciudad de Atlanta y cobra relevancia pues por este lugar atraviesa el río Sur, el cual también sería afectado por el proyecto policiaco.

Medios norteamericanos enfatizan que, además del apoyo estatal y empresarial, el proyecto de Cop City también recibió respaldo de medios de comunicación locales como el Atlanta Journal-Constitution (AJC), el cual difundió artículos para validar su construcción en beneficio de su dueño, Alex Taylor, quien encabeza una campaña privada para recaudar 60 millones de dólares para la construcción del centro de entrenamiento policiaco.

Ahora, tras el asesinato de ‘Tortuguita’, el gobernador de Georgia, la policía y sus aliados han redoblado sus esfuerzos para imponer la construcción de Cop City, y han intensificado el proceso de criminalización contra los manifestantes. Siete de ellos fueron detenidos en la redada en enero y están siendo acusados por cargos de “terrorismo doméstico”.

Las protestas contra Cop City han destacado por ser parte de un movimiento descentralizado y diverso, sin portavoces ni líderes. Sus acciones van desde marchas con participación destacada de niños, hasta acciones directas como la ocupación del bosque que se pretende arrasar. Ahí, los defensores del bosque organizan comidas, fiestas y colectas de alimentos. Además, han plantado huertos comunitarios y han construido y reconstruido asentamientos dañados por las reiteradas incursiones violentas de la policía.

El pasado lunes (30), más de 1,300 grupos que trabajan por justicia climática se sumaron a la exigencia de una investigación independiente para esclarecer el asesinato de ‘Tortuguita’, además de demandar la renuncia del alcalde Andre Dickens quien, a pesar de tener facultad de rescindir los contratos para la construcción de Cop City, no se ha pronunciado al respecto.

Cop City repercutirá en la organización (por la justicia climática) de todo el país, se trata de una cuestión nacional. La justicia climática y la brutalidad policial están interconectadas, por eso nos unimos a los llamamientos a la acción de Stop Cop City con las comunidades de primera línea de Atlanta”, declaró ikiyA collective, miembro del comité directivo de People vs. Fossil Fuels, una entre las miles de organizaciones firmantes.

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